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Botero Carvajal, Lorena
Un viaje sin viajero: relato de extranjeras en Calcuta. Un aporte desde los estudios narrativos / Lorena Botero Carvajal, Orlando Puente More-no.-- Primera edición.-- Cali: Programa Editorial Universidad Autónoma de Occidente, 2019. 214 páginas, fotografías.
Contiene referencias bibliográficas.
ISBN: 978-958-8994-96-3
1. Etnología. 2. Investigación social. 3. Narración (Retórica). 4. Actividades estudiantiles – Enseñanza Superior – Relatos personales. I. Puente Moreno, Orlando. II. Universidad Autónoma de Occidente.
305.80723- dc23
Un viaje sin viajero: relato de extranjeras en Calcuta. Un aporte desde los estudios narrativos.
ISBN 978-958-8994-96-3
Primera edición, 2019
© Universidad Autónoma de Occidente
© Lorena Botero Carvajal
© Orlando Puente Moreno
Km. 2 via Cali-Jamundi, A.A. 2790, Cali,
Valle del Cauca, Colombia
Gestion editorial
Dirección de Investigaciones y Désarroi lo Tecnològico Alexander Garcia Dava los
Jefatura Programa Editorial
José Julian Serrano Q.
jjserrano@uao.edu.co
Coordinación Editorial
Jennifer Garcia Saldarrìaga
Pamela Montealegre Londono
pmontealegre@uao.edu.co
Corrección de estilo
Maria del Pilar Ortiz
Diseno y Diagramación
Pilar Ducuara Lopez
Brayan Andrés Londono
llustración Caratula
Diego Otero
ISBN impreso: 978-958-8994-96-3
ISBN pdf: 978-958-8994-97-0
ISBN epub: 978-958-8994-98-7
El contenido de esta publicación no com promete el pensamiento de la Institución es responsabilidad absoluta de sus autores.
Este libro no podrâ se г reproducido por ningùn medio impreso о de reproducción sin permiso escrito de las titulares del copyright.
Personeria juridica, Res. No. 0618, de la Gobernación del Valle del Cauca, del 20 de febrero de 1970. Universidad Autónoma de Occidente, Res. No. 2766, del Ministeriode Educación Nacional, del 13 de noviembre de 2003. Acred itación Institucional de Alta Calidad, Res. No. 16740, del 24 de agosto de 2017, con vigencia hasta el 2021. Vigilada MinEducación.
Diseño epub:
Hipertexto – Netizen Digital Solutions
Rastros en fotografía
Aspectos del universo religioso
El mundo de la ruralidad
Lo citadino
Escenarios de educación y expresiones artísticas
La movilidad: rick shaw, carruajes, trenes, camellos y elefantes Cotidianidad
Rasgos y retratos de habitantes
Agradecimientos autora
A mi padre. Por consentir demasiado, amar en acción. Ser abundancia divina que da sin medida, cuida, abraza, protege a su ninha.
A mi madre por ser mi cómplice durante la experiencia. Por vivirla en su piel como propia y jamás abandonarme a pesar de la distancia. Gracias por nunca desfallecer y ser mi apoyo moral expresado en palabras. El intercambio de correos entre ambas fue mi soporte y es hoy, fuente de inspiración y base del relato.
A mi abuela Melida Correa de Carvajal. Por inculcar en mí, una espiritualidad que apenas comienzo a vislumbrar. Por ser una figura trascendental en mi vida. Tanto, que mi único afan por culminar este proyecto pronto, era imaginarla leyendo estas palabras. En vida, por supuesto. A modo de homenaje.
Este libro es sin lugar a dudas un homenaje de mujer a mujer, por lo que significa ser abuela, madre, e hija en constante interacción con el universo masculino.
Contenido
Primera parte
1. El dispositivo: inquietudes durante el proceso
1.1 Bosquejo sobre posibles marcos de análisis
1.1.1 Aproximación a perspectivas de la investigación cualitativa: entre métodos biográficos y etnográficos para la escritura narrativa
1.1.1.1 Acerca de las perspectivas de la investigación narrativa en ciencias sociales
1.1.1.2 Acercamiento a los métodos en el ámbito de la investigación cualitativa a partir del uso de estrategias de la etnografía
1.1.2 Narrativas de viaje en clave de colonialidad: huellas de una matriz en relatos de extranjeros
1.1.3 Esbozos sobre la escritura de viaje en referencias literarias
1.2 Otras voces sobre la India
1.2.1 Extranjeros de Europa, Norteamérica yAustralia
1.2.2 Extranjeros de países iberoamericanos Lugar de origen: Venezuela
1.3 Parte de lo encontrado sobre India
1.3.1 Aproximación a artículos sobre laIndia en el contexto de publicaciones del Colegio de México
1.3.2 Acercamiento a artículos sobre la india en elcontexto de publicaciones de universidades australianas
1.4 Conseguir una práctica en la India
1.5 En busca de las reglas del relato
1.5.1 El Durgá Puyá en el relato de Anabel Reina
Segunda parte
I. El relato: experiencia de extranjeras Choco Krispis en Banglanatak
II Sintiendo el tedio
III Descubriendo un nuevo universo
IV Banglanatak
V Creencias
VI Sobre mi hogar y otros demonios
VII El trabajo
VIII Perseguida
IX Cristina y Noriko
X Samuel
XI Los trenes
XII Timo
XIII El Himalaya y Durgá Puyá
XIV Saptarshi
XV El amor como escape
XVI Creyente
XVII De partida
XVIII Ansiedad
Bibliografía
Notas al pie
figuras
Figura 1. Proceso de construcción del relato en la perspectiva de la investigación cualitativa
Figura 2: Enfoque biográfico narrativo
Figura 3. Uso de estrategias de la etnografía
Figura 4. Versiones de Durgá
Figura 5. Prácticas en el rio Ganges
Figura 6. Adoraciones a Durgá
Figura 7. Primeras impresiones
Figura 8. Los alrededores de mi casa
Figura 9. Impresiones de calle
Figura 10. Mi vereda
Figura 11. Carrozas
Figura 12. Rasgos de calle
Figura 13. Rickshaw
Figura 14. Aspectos de creencias religiosas
Figura 15. Tráfico
Figura 16. Aspectos de la escuela
Figura 17. Tuhin Kamar
Figura 18. Contexto urbano
Figura 19. Prendas
Figura 20. Presentaciones en escuelas públicas
Figura 21. Campaña cambio climático
Figura 22. Intervención en sector rural
Figura 23. Limpieza
Figura 24. Sin cuchara
Figura 25. Trenes
Figura 26. Durgá Puyá
Figura 27. Acariciando el Himalaya
Figura 28. Vestigios de calle
Figura 29. Pinceladas de la travesía
Figura 30. Otros rostros
Figura 31. Matrimonio
Figura 32. Mis desayunos callejeros
Figura 33. Legados de proyectos
Figura 34. Rajastán: Jaipur, Jaisalmer y Jodhpur
Figura 35. Taj Mahal, Agra, Uttar Pradesh y el desierto dorado
Agradecimientos
• I •
Esta publicación es el resultado del apoyo institucional de la Universidad Autónoma de Occidente, en especial, nuestro agradecimiento a la doctora Magdalena Urhan (Q.E.P.D. 2018) por su comprensión al acoger y haber hecho viable esta iniciativa, alentando horizontes de oportunidad para apostarle a lo aparentemente “no útil”. Su visión y amplia hospitalidad para forjar caminos, más allá de las “presiones” y afanes utilitaristas que atrapan el diario vivir de las organizaciones, en el engranaje del sistema universitario; se convirtió en el aliciente para embarcarnos en esta ruta de aprendizajes. También apoyaron este proceso las siguientes personas; Delly Johanna Bueno, Karen Tatiana Ledezma Aguirre, Lina Marcela Caicedo, Adriana Anacona y María Eugenia de Jesús Sánchez Jiménez. Diego Fernando Otero, quien con su ilustración para la carátula supo interpretar a través de una metáfora gráfica los avatares del viaje sin viajeros. A todas ellas nuestra gratitud.
• II •
Agradecer a las personas que de alguna u otra forma estuvieron involucrados con este proyecto desde sus inicios. Gracias a Alex Sterling, por su trabajo de edición. Gracias por sus ideas y sugerencias. De modo similar, agradezco a quienes “me leyeron” por medio de esbozos de versiones preliminares: Clara Palacio, Álvaro Martínez, Elizabeth Carvajal y Álvaro Botero. Los últimos, mis padres a quienes les agradezco tantos sacrificios y esfuerzos incansables por darme siempre lo mejor. Gracias a mi tía Brenda por contribuir a hacer de mi viaje a India, una realidad. Maira Martelo, por ser mi bastón en momentos de debilidad. Gracias por aconsejarme durante mi experiencia en Calcuta. Agradecimientos a Mauro Montoya por siempre apoyar esta idea y ser testigo directo de mis frustraciones en el camino. Agradezco su compañía y la de su familia mientras escribía retazos de Anabel.
Finalmente, gracias a Orlando Puente, co-autor del libro, por su fe intacta en volver la experiencia de Anabel Reina, una publicación valiosa con miras a proyectar su uso en aulas universitarias. El haber elevado la idea de una vivencia en este lejano país hasta viabilizar y convertirla en un proyecto editorial; ha sido él quien ante la exaltación de una inquietud inicial de mi paso por Calcuta me animó a desalojar el estado de indignación de un desafortunado episodio vivido, contribuyendo a encausarlo en un ejercicio reflexivo de escritura, sin perder de vista el carácter controversial, para recuperar y colmar de tonalidades los aprendizajes de la experiencia del viaje. Agradecer, su empeño permanente en los ires y venires del proceso y posibilitar el intercambio de saberes e ideas que labraron este andar; que aunque largo y dispendioso, estuvo acompañado de matices, enseñanzas y “luces en el camino”.
A modo de prólogo
Un viaje sin viajero es, además de un trabajo de investigación social consciente y meticulosamente realizado por Lorena Botero —protagonista de la experiencia— y Orlando Puente —docente, director académico del proyecto y su publicación—, el fragmentado relato reconstruido a través de correos electrónicos de una vivencia asumida “heroicamente” por una estudiante colombiana que aborda bruscamente, y sin previa inducción, una cultura diversa y de la cual solo reconoce el imaginario de los cultores del “mundo oriental”, especialmente la hindú.
La publicación que relata la permanencia de tres estudiantes de diferentes nacionalidades en Calcuta —la colombiana, en una pasantía académica— resulta ser, en general, un producto de gran interés, no solo porque en él se revelan prácticas sociales que le imprimen a la estudiante y, por ende al lector, elementos universales al enfrentarla a un choque cultural determinante en el desarrollo posterior de su vida, sino porque devela y denuncia aspectos fraudulentos en organizaciones que ofrecen posibilidades educativas o de intervención social en diferentes partes del mundo y que, sin ser una organización “de papel”, ejercen actividades sinuosas o marginales alejadas de lo que sus pintorescos catálogos anuncian.
La recuperación de esta experiencia y su propuesta de publicación además pone de manifiesto la incapacidad de la institución educativa para ofrecer a la estudiante, en este caso, el apoyo necesario no solo en el aspecto académico, sino en la crisis existencial vivida por la alumna representada en el relato por Anabel Reina. Esta queda sometida, sin el debido recurso emocional, a la confrontación con una cultura antagónica cuya estructura excluyente de la mujer la sometió a una presión de tal magnitud que logró minar pasajeramente su equilibrio emocional.
Entiendo que es función de las instituciones de educación superior velar por el desempeño académico y personal de sus alumnos que parten a vivir experiencias confiados en la competencia de la universidad, en este caso, en la que ellos y sus familias han puesto toda su confianza.
Vale aclarar que en la mayoría de los casos, la consecución de estos espacios de práctica son el producto de las habilidades de los “cautos” y “entusiastas” estudiantes interconectados a través de las plataformas tecnológicas y el conocimiento de un segundo idioma en su “afán de comerse el mundo” y no siempre de una efectiva y, por el contrario, cada vez más negligente gestión de funcionarios universitarios encargados de estos asuntos: habitualmente, las oficinas de prácticas y relaciones internacionales.
De allí que, una vez afuera, los estudiantes son dejados a la deriva, mientras que adentro se saca pecho con discursos sobre la “movilidad académica internacional”, sin que se advierta el papel de las tecnologías y de las trampas de estos cazadores de ilusiones que ofrecen salvar el mundo a través de proyectos de intervención social que, en sus plataformas de internet, ofrecen el oro y el moro y se aprovechan de las utopías propias de la ilusión juvenil.
En lo concerniente a la práctica profesional, se reproduce la visión misma institucional de nuestras universidades que regularmente avalan —sin entrar en detalles— lugares por fuera de Colombia en su afán de alcanzar indicadores de movilidad académica internacional. Ahora bien, cuando estas experiencias son exitosas, la gestión es de la universidad, pero cuando se fracasa, se oculta la verdad y se invisibiliza el proceso, y entonces se repite esa vieja tradición tan común en nuestro país: cuando funciona, “son ellos”; cuando se frustra, “allá ellos”. Y así, en el andamiaje del sistema de educación superior, se responde al afán de convenios para mostrar las relaciones con el “mundo global”, lo que en el papel declaran como “la internacionalización del sistema educativo”.
Realizar una publicación apelando a herramientas de investigación social basada en correos electrónicos es, además, una propuesta novedosa desde el ámbito académico, puesto que utiliza los medios modernos y masivos de comunicación para expresar realidades internas y externas, tal como sucedía en los siglos pasados cuando las cartas eran no solo la forma de comunicación, sino documentos que nos permitieron conocer universos y vidas de épocas y personajes, por mencionar algunas: Carta a mi Padre de Kafka o Cartas a Theo de Van Gogh o, sencillamente, las cartas de Efraín a María o las rescatadas de los campos de concentración, que se convirtieron en instrumentos que sustentan la estructura social que nos conforma.
El lenguaje utilizado, es decir, la “oralidad escrita”, se convierte en un atrayente elemento de la publicación porque recrea de forma directa la vivencia del personaje, sus cargas emocionales y las frustraciones o alegrías que vive durante su estadía de seis meses en la lejana Calcuta. Los textos logran introducir al lector en una experiencia fundamental de una joven inexperta en una aventura digna de algún colonialista inglés que cabalgase el arisco lomo del monzón.
La escritura de esta experiencia revela además algunos otros detalles que siguen siendo relevantes en el desarrollo del proceso, como son la poca o escasa producción académica de la alumna, huérfana de asesoría y orientación sobre el desarrollo de su práctica en la compleja y populosa Calcuta, y la interesante sensibilización de la estudiante hacia formas de vida diferentes y quizá extremas; es necesario enfatizar el hecho de que son emociones y sentimientos plasmados en los correos electrónicos, única comunicación con su entorno, su mundo conocido, escritos con la afectividad propia de su inexperiencia y juventud y muy alejados de la mirada de algún curtido investigador profesional.
La “moraleja”: inversión de valores…
Considero de gran importancia esta propuesta porque desmitifica la ilusoria visión juvenil sobre las prácticas en lugares remotos y, en apariencia, fascinantes para mostrar una realidad cruda que permitirá a los futuros practicantes contar con una versión no conocida, como es esta experiencia narrada desde la frustrante y peligrosa vivencia de Anabel Reina.
Recomiendo su lectura a todos los estudiantes que se inician en las expectativas alucinantes de nuevas prácticas académicas, con la esperanza de que “asentados y con los pies en la tierra” encuentren intercambios formativos mucho más convenientes de acuerdo con los marcos de referencia cultural a los que pertenecen y a la etapa vivencial por la que atraviesan.
María Eugenia de Jesús Sánchez Jiménez
Periodista y escritora
Presentación
Lo que hemos denominado Un viaje sin viajero: relato de extranjeras en Calcuta presenta el relato de una experiencia de vida en esta ciudad de la India y constituye un ejercicio de construcción narrativa sobre la permanencia en este país llevada a cabo por tres estudiantes universitarias de distintas nacionalidades a partir del dispositivo de recuperar los correos producidos durante la estancia de seis meses en la organización I land Informatics (Banglanatak). Nos aproximamos a perspectivas tanto de análisis como de escritura —como los enfoques biográficos— que han abordado estrategias para recolectar datos relacionadas con el uso de documentos para la escritura narrativa; en nuestro caso: correos electrónicos y otros materiales recuperados por las estudiantes en su paso por este lugar. Quisimos acentuar el carácter testimonial de los hechos consignados en su momento en estos registros electrónicos, en los cuales se expresa el carácter confidencial o intimista no solo de lo vivido, sino de las impresiones compartidas por estas extranjeras durante su experiencia.
De esta manera, para articular el relato que aparece como la segunda parte del libro, decidimos construir un personaje caracterizado como Anabel Reina, quién recoge la síntesis de las acciones de mayor recordación de estas estudiantes y cuya historia manifiesta, en especial, parte de las dificultades encontradas al enfrentar un universo cultural con las especificidades de lo vivido en Calcuta, India.
El documento consta de dos partes: la primera, llamada Dispositivo, recupera el proceso seguido durante la preparación de la publicación; la segunda despliega el relato sobre la experiencia de vida en India; de cierto modo sintetiza las cavilaciones y se ponen en marcha las reglas de juego desarrolladas en el dispositivo.
En el aspecto metodológico, durante el proceso recurrimos a herramientas de los enfoques biográficos y la etnografía, dado su valor como métodos usados en los procesos de la investigación cualitativa, y los adaptamos a las especificidades de esta publicación. En este sentido, al pretender usar este libro en el terreno de la enseñanza universitaria nos proponemos reconocer las distintas estrategias existentes tanto en los dispositivos de recolección de datos y sistematización como en los dispositivos de análisis: lo que algunos autores llaman la propuesta textual de la escritura narrativa. En consecuencia, más adelante presentamos algunos resúmenes en donde condensamos aspectos claves para reconocer aportes generales de estos marcos de estudio en lo concerniente a la escritura narrativa.
Sobre el título, Un viaje sin viajero: aportes a los estudios narrativos a partir de relatos de extranjeras en Calcuta refleja la relación existente entre quien viaja —el viajero— y el viaje, aludiendo tanto a lo “desconocido”, a lo “exótico” y “maravilloso”, como también a lo “inusitado” y “perturbador” que constituyen la experiencia de lo ajeno y distante, lo que para nuestro caso pone de relieve la centralidad de ciertos aspectos del choque cultural que se revelan en la reconstrucción de esta experiencia en Calcuta a través de elementos cercanos a una narrativa más de corte intersubjetiva.
De allí que la literatura consultada nos advierta que los relatos de viajeros, en lo posible, deben comprenderse desde el lugar de la enunciación en el que han sido construidos y que es preciso reconocer el riesgo de convertirse, de cierto modo, en barreras para ingresar en el conocimiento cultural de los lugares de destino, en algunos casos reforzando el afincamiento de las representaciones sociales dominantes sobre un país que circulan a través de formas estereotipadas y de estigmatización ante el mundo.
Quienes han estudiado el viaje, algunas perspectivas denominadas las narrativas de viaje anuncian que en su representación, es decir, el testimonio dejado como huella de su experiencia, se refleja la autorreferencialidad del viajero, lo que constituye, en últimas, la necesidad urgente de consignar la experiencia. Es así como cobran importancia tanto la representación textual como visual del viaje, que en la presente publicación se hace manifiesta cuando se conjugan las vivencias que tomaron forma al acudir a los correos de las extranjeras. En ellos se encuentran lo que, en esta perspectiva, se denomina como “representaciones textuales como visuales del viaje”, expresadas en este ejercicio de escritura a modo de “cargas emocionales” traducidas a impresiones personales que, sin proponérselo, evidenciaron la colisión de emociones como resultado de enfrentar tanto las condiciones y contradicciones de “viajar” y “vivir” por un corto tiempo en este país.
En el caso de la representación textual, hemos construido lo que denominamos el relato, que constituye la segunda parte de esta publicación en donde se reconstruye, desde un ejercicio aproximado a los recursos de la escritura literaria, la experiencia vivida por las extranjeras en su paso por India.1 En el caso de las representaciones visuales del viaje, es decir, el conjunto de imágenes fotográficas producto de distintas situaciones vividas, tomamos la decisión de presentarlas intercaladas a lo largo de los capítulos del relato. De esta forma, las imágenes constituyen un medio de información adicional a lo estrictamente textual al posibilitar otras maneras de narrar desde el universo icónico. De igual manera, las imágenes evidencian que “el viajero estuvo ahí” y que ese pasado reciente se vuelve presente cuando apelamos de nuevo a ellas.