- -
- 100%
- +
Publicado en el diario La Tercera el 20 de septiembre de 2012.
Educación superior 2013: Desafíos y oportunidades
La educación representa una aventura apasionante; es más que incorporar contenidos y conocimientos. Es un proceso de crecimiento y transformación personal, en el cual entender, acompañar, querer y entregar forman parte de la labor docente. Así, la misión e identidad de cada institución es clave en el desarrollo de este proceso. El año académico que se inicia presenta grandes desafíos y oportunidades para la Educación Superior, que quisiera detallar en estas líneas, siendo prioritarios los primeros tres descritos.
1) Acceso: El informe internacional Pearson y el debate de los últimos años hacen imprescindible la incorporación de cambios al proceso de admisión universitaria, lo que requiere que el Consejo de Rectores implemente una nueva institucionalidad. Las modificaciones a la actual PSU, la reciente incorporación del ranking de notas y los eventuales nuevos instrumentos de selección requieren una nueva organización que lidere estos cambios. El objetivo central es avanzar en calidad y equidad en el proceso de selección de las universidades.
Es la respuesta a los niños y jóvenes del futuro de la nación lo que está en juego. Es nuestro gran desafío y a la vez nuestra oportunidad.
2) Acreditación y fiscalización: Los proyectos de ley de la nueva Agencia de Acreditación y de la Superintendencia de Educación Superior están aún en el Congreso y requieren ser perfeccionados y aprobados a la brevedad con el aporte de todos los actores. Estas iniciativas legales deben resguardar la calidad del sistema: ello es prioritario, está en el centro de nuestra misión y es el camino más apropiado para evitar que se repitan los ilícitos de reciente conocimiento.
3) Financiamiento y diferenciación de las universidades: Se ha avanzado en forma significativa en el financiamiento estudiantil, proceso que debe seguir e incorporar beneficios para un mayor porcentaje de estudiantes. También se requiere de un detallado análisis de los aranceles de referencia, los que son relevantes para el financiamiento del sistema. Así también, el Ministerio de Educación ha informado que este año se avanzará en perfeccionar el financiamiento estatal a las instituciones que aportan bienes públicos, en especial en las áreas de investigación, creación e innovación, debido a su influencia en el desarrollo integral del país.
4) Investigación y generación de nuevo conocimiento en todas las áreas del saber: Es una misión fundamental de las universidades. El desafío es avanzar de manera decidida en una nueva institucionalidad para las ciencias y en la formación de grandes centros de excelencia a nivel mundial, con inversión en capital humano avanzado. Son importantes tareas el incorporar activamente a los egresados de los programas de doctorado, potenciar los programas nacionales y formar redes internacionales en las áreas en que Chile tiene ventajas comparativas.
5) Duración de las carreras universitarias: Antes de considerar modificaciones en este ámbito, las instituciones universitarias deben identificar los factores que explican el retraso en la titulación de sus egresados. Se debe avanzar en las modificaciones curriculares, que orienten la duración de los programas hacia los contenidos y competencias establecidos.
6) Formación de profesores: La brecha socioeconómica de la educación requiere ser abordada de manera prioritaria, y las universidades cumplimos una labor fundamental en formar profesores de calidad que trabajen en los sectores más vulnerables.
7) Apoyo y relevancia de la Educación Técnico-Profesional: Es parte integral de la educación superior del país y elemento clave en su desarrollo; ciertamente debiera constituir un mayor porcentaje que el actual. Potenciarla y generar áreas de articulación con la formación universitaria es el desafío.
8) Educación continua: Se requiere estar atentos al progreso y avances en el desarrollo del conocimiento. La actualización de los egresados de la educación superior va a permitir un crecimiento sustentable y permanente.
Estos desafíos y oportunidades descritos son relevantes para Chile. Hay que asumirlos en un trabajo conjunto entre rectores, Ministerio de Educación, docentes, estudiantes, Congreso y todos los actores de la educación superior. Son desafíos en que está implicado el desarrollo integral del país, por lo que se requiere estar a la altura para responder. Es la respuesta a los niños y jóvenes del futuro de la nación lo que está en juego. Es nuestro gran desafío y a la vez nuestra oportunidad.
Publicado en el diario El Mercurio el 1 de marzo de 2013.
Fortalecer la libertad de enseñanza
La educación es más que entregar conocimientos o información. Supone un respeto esencial a las diversidades propias del desarrollo del ser humano y un compromiso con su fortalecimiento como persona. Considerando que el interés por saber más y por acercarse a la verdad es parte inherente del hombre, la educación promueve y facilita su desarrollo pleno, al permitirle ese acercamiento a la verdad y a un conocimiento nuevo y sustentable.
Universidad y calidad
El concepto de universidad parece casi inseparable de la calidad. Nuestro énfasis en la calidad incluye esa necesidad de apoyar de manera decidida el proceso de transformación de una persona que se prepara a dar un salto mayor en su formación humana, valórica, ciudadana, intelectual e integral.
En un sistema de libertad de enseñanza como el nuestro, las universidades son distintas en su vocación y proyecto. La UC, siguiendo su misión e identidad, junto con constituirse en un centro del diálogo fe-cultura, aspira a la formación integral de sus estudiantes y a la generación y transmisión de nuevo conocimiento hacia la sociedad. Sus diferencias deben quedar claras para el público, su calidad ser medida en correspondencia con esos objetivos y las políticas públicas acoger esas diferencias.
Los actos por los que se transmite la cultura, como es la educación, tienen una especial dignidad, directamente relacionada con la condición humana, una dignidad que exige que ella sea respetada por la sociedad y que este respeto, a su vez, se exprese en que exista libertad para su legítimo ejercicio.
La necesidad de mejorar la calidad de las instituciones de educación superior tiene que ser un punto central del proceso de reformas que se lleva a cabo en nuestro país. La riqueza y calidad de una universidad adquiere más fuerza si la presencia de estudiantes talentosos proviene desde diversas realidades culturales y sociales. La diferencia de sus miradas es clave para la construcción de un proyecto universitario variado.
Libertad de enseñanza
Los actos por los que se transmite la cultura, como es la educación, tienen una especial dignidad directamente relacionada con la condición humana. Una dignidad que exige que ella sea respetada por la sociedad y que este respeto, a su vez, se exprese en que exista libertad para su legítimo ejercicio. Esa libertad nace de la naturaleza misma de la persona, dotada de inteligencia y voluntad, ya que sin libertad para preguntar e investigar no habría desarrollo intelectual ni humano.
Considerando que la mirada de la educación desde la libertad de desarrollarse como individuos diversos y únicos es el sustento de la libertad de enseñanza, esta requiere de un reconocimiento social, con un rol subsidiario del Estado, de modo de proteger esa garantía fundamental de sus ciudadanos. En este contexto, cabe hacer la diferencia entre libertad para enseñar, necesitada de protección por parte del Estado y la sociedad, y la libertad para aprender y formarse, que debe ser exigida por los ciudadanos de una nación.
Para poder asegurar estas libertades de enseñanza y de aprendizaje, esenciales en un Estado democrático y sin las cuales no hay libertad de conciencia, se requieren algunos supuestos básicos: compromiso del Estado de promoverla en todos sus niveles, pluralismo y variedad de proyectos educativos, autonomía de los planes educativos y, sobre todo, valoración y reconocimiento social.
Al Estado le corresponde promover y garantizar la libertad de enseñanza, por cuanto esta ha representado un aporte significativo en la historia republicana de Chile y constituye una de las más preciosas conquistas de nuestra República, al favorecer la participación de diversas instituciones en la conformación de nuestra identidad cultural. Ello ha enriquecido la discusión social y ha permitido una sociedad actual más pluralista.
La libertad de educación y de enseñanza no es otra cosa que el reconocimiento, por parte de la sociedad y del Estado, del bien público que representa la existencia de una comunidad educativa como la nuestra, fundada en la búsqueda de la verdad, la libertad y la caridad, que acoge la sabiduría de la tradición cultural e introduce en ella a las nuevas generaciones, que la enriquecerán con su propia experiencia. Desde nuestro proyecto educativo, consideramos que la educación que incorpora el aporte de la trascendencia y la espiritualidad se hace más completa, inclusiva y comprensiva.
La riqueza de esta libertad radica en que permite una sociedad más pluralista, enriquece los bienes culturales, vela por una mayor calidad del sistema y profundiza las bases democráticas de una sociedad. En un entorno de esta naturaleza, profesores y estudiantes están llamados a comprometerse a respetar y estimular las ideas ajenas, ya que la diversidad nos enriquece y permite que podamos ver otros aspectos de la verdad. Así también, esa libertad exige responsabilidad, compromiso y un manejo maduro del balance entre deberes y derechos de todos los integrantes de una comunidad universitaria. Así, se cambia el foco, el que se traslada hacia la entrega y el servicio al prójimo. Ya no se trata solo de poseer algo (mi derecho), sino, más bien, de tener la posibilidad y el gozo de entregar algo (mi deber con el prójimo).
Creemos en una universidad que educa, investiga y que anhela estar muy conectada con la sociedad, para poder comunicar “una buena nueva”, que es “tener vida y tenerla en abundancia”. Seguiremos trabajando por lo que creemos importante para la formación de la juventud, junto con desarrollar nuestra pasión por conocer e investigar.
Publicado en el diario La Tercera el 3 de marzo de 2013.
Carta a los nuevos universitarios
Me dirijo especialmente a los jóvenes que han iniciado su vida universitaria. La educación es la aventura más fascinante de la vida. Es el proceso de transformación personal que se realiza en comunidad, por medio del cual una persona se desarrolla y adquiere un vuelo propio, original, creativo y de gran impacto para la sociedad. Los estudiantes universitarios que han iniciado este año su proceso de formación integral en las diferentes instituciones de educación superior del país son nuestro foco y principal preocupación.
Es importante concebir la experiencia universitaria de manera integral, amplia y multidisciplinaria. Los conocimientos y la formación rigurosa y actualizada en cada una de las disciplinas son muy importantes. Pero hay mucho más. El principal elemento que va a caracterizar este maravilloso período de la vida de ustedes, hombres y mujeres que inician este desafío, es el encuentro y el conocimiento personal. Las universidades son comunidades de estudiantes y profesores de diferentes generaciones que interactúan, se conocen, conversan, discuten, enfrentan ideas y, en conjunto, realizan el proceso de aprender a pensar. Así también, en estas instituciones trabajan profesionales, administrativos y personal de apoyo con gran dedicación y motivación para favorecer esta misión.
Las universidades son comunidades de estudiantes y profesores de diferentes generaciones que interactúan, se conocen, conversan, discuten, enfrentan ideas y, en conjunto, realizan el proceso de aprender a pensar.
Las universidades son lugares privilegiados, donde se conoce el pasado, se analiza el presente y, por sobre todo, se piensa el futuro. Y se piensa con una mirada de bien común, de aporte a la sociedad. Ustedes son protagonistas en esta historia. Por esto es tan importante la vida universitaria: es donde se aprende a compartir, a trabajar en equipo, se fortalecen los valores del respeto, diálogo, vida democrática y, en especial, la preocupación por los más vulnerables y necesitados. De esta forma, es muy importante que ustedes puedan aprovechar sus dependencias universitarias: salas de clases y seminarios, laboratorios, bibliotecas, espacios de convivencia y deportivos. Todos estos son lugares de encuentro, de desarrollo personal y comunitario. Utilicen todo lo que está disponible para aprender, entregar, compartir y conocer al otro.
El sistema universitario es rico y diverso: tenemos universidades complejas y completas en investigación y docencia, otras de orientación docente, universidades estatales, públicas que no son propiedad del Estado, católicas y laicas, regionales, privadas y algunas orientadas a áreas específicas del conocimiento. Es importante conocer el lugar donde cada uno de ustedes ha elegido ingresar, entender su identidad y misión para poder así aportar a ellas. Ustedes tienen el desafío de colaborar a cumplir en forma cabal el ideal de los fundadores. Los estudiantes son factor clave en la expresión del sentido de misión de cada universidad.
Así también, es relevante en su desarrollo personal que las tareas curriculares se complementen con las actividades deportivas, científicas, culturales, de representación estudiantil y de compromiso con el devenir de nuestro país. Los invito a desarrollar actividades pastorales y sociales que tengan como norte el servicio al prójimo.
La comunidad de cada una de las universidades está feliz de recibirlos. Ustedes son jóvenes privilegiados, que han podido acceder a estudios superiores gracias a sus talentos, al esfuerzo personal y al apoyo de sus familias. Y por esto hay que devolver los talentos que han recibido. Es la manera de responder con responsabilidad y generosidad a la sociedad. Los próximos meses estarán marcados por propuestas y debates sobre el programa y la conducción del país. Es el momento de aportar al debate con rigurosidad, esperanza, generosidad y mirada de futuro. El aporte de la juventud es crucial.
Bienvenidos a las universidades de nuestro país. Estudien y trabajen con optimismo, esperanza y gran motivación. La comunidad universitaria espera su aporte en los años que vienen. Trabajen con la pasión de la juventud en estos inolvidables años de sus vidas. Y sigan el mensaje de San Alberto Hurtado cuando dijo que “los universitarios no solo se preparan para ser profesionales y técnicos, sino que son los obreros de un mundo mejor”.
Publicado en el diario La Segunda el 4 de abril de 2013.
Calidad de la enseñanza
Hoy nadie discute la necesidad de hacer todos los esfuerzos por mejorar la calidad, que pasa por muy buenos profesores, nivelar las oportunidades desde la primera infancia, disminuir las brechas entre educación privada y pública, regular el sistema, entre otros.
Calidad 2.0: El desafío pendiente
Los últimos anuncios presidenciales en materia de educación superior han permitido retomar el diálogo. Es importante valorar que el tema sea prioritario en la agenda del país y todo lo que han hecho los estudiantes para lograrlo. Hoy la juventud nos está pidiendo con fuerza que apoyemos a los sectores más vulnerables y que seamos coherentes en nuestro actuar. Pero los jóvenes también deben entender que, como en todas las negociaciones, las partes deben debatir y ceder en algunos puntos, especialmente si lo estamos haciendo por el bien del país.
Pero ninguna intención, por buena que sea, será efectiva si no se pone énfasis en la calidad. Debe ser una aspiración y un deber en la educación preescolar, básica y media, de modo que permita un acceso en condiciones similares a nuevos estudios u opciones laborales para todos. La mayoría de los problemas que hoy observamos en alumnos de educación superior tiene su origen en batallas perdidas en la etapa escolar. Solo un dato: el 9% de los estudiantes que provienen de establecimientos privados obtiene el 70% de los mejores puntajes en la PSU. Son numerosas las pruebas nacionales e internacionales que hablan de la inequidad en la formación inicial, que luego se perpetúa en las etapas siguientes. Por este motivo, una tarea prioritaria debe estar enfocada a formar buenos profesores de educación básica y media, y a entusiasmar a los mejores para que hagan un aporte a Chile en este campo. Se hace necesario dignificar la carrera docente, pero eso se logra con una evaluación exhaustiva de las propias deficiencias, propuestas de mejoras concretas y mucho trabajo.
Calidad en la educación en todas las etapas de la vida es la demanda urgente y es también lo que verdaderamente hará de Chile un país con igualdad de oportunidades.
En el ámbito de la educación superior se requiere contar con equipos académicos sólidos, con currículos probados y niveles de exigencia adecuados. Es fundamental que existan procesos de calificación exigentes que desafíen la tarea académica, que llamen a nuestros profesores e investigadores a perfeccionar su quehacer en forma permanente. Debemos ser capaces de responder a las demandas de la sociedad y encuadrar nuestra labor en un apego irrestricto a la ética y a las leyes vigentes. No sacamos nada con aumentar los recursos si los alumnos reciben una preparación deficiente.
Es fundamental que se mejore la fiscalización y se eleven los requerimientos para la acreditación de todas las instituciones. No es posible que hoy existan entidades que tienen años de acreditación inferiores a la duración de las carreras que dictan. Se requiere, además, una mayor transparencia en la información para que los jóvenes, sus padres y la sociedad en general tengan una visión más clara de los diferentes tipos de instituciones del país, sus características, los programas que ofrecen y los resultados en materias como calidad de los alumnos, retención, empleabilidad y sueldos de sus egresados.
Por ello valoramos que el Gobierno plantee un camino de reformas, que la fuerza de la juventud nos interpele y que nos demos el tiempo para iniciar mesas de trabajo en las que participen todos los actores. Calidad en la educación en todas las etapas de la vida es la demanda urgente y es también lo que verdaderamente hará de Chile un país con igualdad de oportunidades.
Publicado en el diario La Tercera el 10 de julio de 2011.
La calidad, prioridad de la educación superior
La necesidad de mejorar la calidad de las instituciones de educación superior debe ser el punto central del proceso de reformas que se lleva a cabo en nuestro país. El aseguramiento de esta calidad tiene al menos tres ejes fundamentales: acreditación, fiscalización e información. Existe un cuarto eje correspondiente al aporte que las universidades realizan en la educación escolar para que los estudiantes que ingresen a la educación superior lo hagan mejor preparados.
Para lograr esos propósitos, es imperioso modificar ciertos aspectos, considerando el funcionamiento que ha tenido el sistema de Aseguramiento de la Calidad desde su implementación legal en el año 2006. Se debe transitar hacia una nueva etapa que permita distinguir la calidad de las instituciones según su complejidad y que entregue información relevante para la toma de decisiones a los estudiantes y sus familias. El nuevo sistema de acreditación podría apoyarse en una evaluación internacional que incorpore otros parámetros.
Es necesario reconocer la diversidad de instituciones que componen el sistema de educación superior. Estas se pueden diferenciar entre universidades complejas (con docencia e investigación avanzada) y otras de predominio docente. El fortalecimiento y obligatoriedad del sistema de acreditación debe hacer más exigente el proceso de evaluación, cuyo foco está puesto en los procesos de operación y funcionamiento. A estos habría que incorporar otros indicadores –lo que contribuiría a una mayor transparencia–, para evaluar la calidad a través de resultados y competencias de profesores y estudiantes, así como los conocimientos y capacidades de sus egresados.
El aseguramiento de esta calidad tiene al menos tres ejes fundamentales: acreditación, fiscalización e información.
Por otra parte, se requiere avanzar hacia una mayor participación de grupos relevantes, lo que implica visibilizar las necesidades y demandas de empleadores, siguiendo las buenas prácticas a nivel internacional. Además, sería conveniente reestructurar las atribuciones de la CNA, el CNED y las agencias acreditadoras, regulando los conflictos de interés y fortaleciendo la fiscalización de todos los procesos de acreditación. La Superintendencia de Educación Superior deberá jugar un papel central, fiscalizando no solo el ámbito financiero, sino también supervisando diversos temas asociados a la calidad, como la creación de sedes y de nuevas carreras por parte de las instituciones y la recepción y análisis de los reclamos de los estudiantes y sus familias.
Resulta imprescindible contar con información adecuada sobre los programas que dictan las instituciones, unificando los distintos sistemas de información hoy existentes. Para ello, es ilustrativo, por ejemplo, publicar el perfil de los estudiantes que ingresan a un programa; los puntajes de corte; la formación y grado de los profesores; el tipo de infraestructura (laboratorios, bibliotecas); las áreas y años de acreditación de la institución y sus programas; los convenios académicos –nacionales e internacionales–; la productividad científica; la innovación curricular, y las tasas de deserción y de empleabilidad, entre otros. Cada institución de educación superior debe aportar estos datos para permitir decisiones informadas y responsables.
Con el propósito de aumentar la calidad del sistema en su conjunto, es vital el aporte de la educación superior al mejoramiento de la calidad de la educación escolar, en la que hay que avanzar en la formación de profesores y en atraer a los mejores alumnos a estudiar pedagogía. Las universidades juegan un papel fundamental mediante el fortalecimiento de sus facultades de Educación. Junto con una sólida preparación teórica, es vital la temprana y adecuada práctica de la pedagogía por parte de los estudiantes en redes de escuelas y liceos. Además, es necesario contribuir a la formación de liderazgos en educación, con programas académicos que formen directores fuertemente comprometidos con la educación. Las universidades complejas deben aportar, además, investigación avanzada en materias de educación escolar, para fortalecer el desarrollo de políticas públicas en este tema.
Si bien el término calidad no es fácil de definir en educación, es evidente que incluye la necesidad de apoyar de manera decidida el proceso de transformación de una persona que se prepara a dar un salto mayor en su formación humana, valórica, ciudadana, intelectual e integral. Este camino requiere estándares exigentes, contrastados con el mejor nivel internacional. Nuestro país lo merece, y en especial los niños y jóvenes de nuestra patria lo anhelan.
Publicado en el diario El Mercurio el 11 de febrero de 2012.
Extensión de las carreras universitarias
En la última sesión del Consejo de Rectores, el ministro de Educación solicitó un análisis de la duración de las carreras universitarias. La educación superior es un período vital en la vida de los jóvenes, donde se adquieren elementos de formación integral y profesional.
Un aspecto crítico es la duración de las carreras y el tiempo que toma a los estudiantes completar sus estudios e incorporarse al mundo laboral. Previo al análisis de las causas de la mayor duración de los programas, hay que establecer que existen diferencias y variaciones entre universidades y carreras, por lo que el diagnóstico incluye variadas realidades. Revisemos algunos de los factores involucrados.





