Cartas II (Edición crítico-histórica)

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24b
Motivos
Esta manera de proceder, hijas e hijos míos, es una exigencia fundamental de nuestro espíritu: porque nuestro apostolado es eminentemente laical, y no podemos emprender ninguna actividad que implique una transigencia en este punto. Además es también exigencia —por eso nos ha dado el Señor este espíritu— de la mayor eficacia de nuestro trabajo apostólico, en servicio de la Iglesia y de todas las almas.
24c
Y así, nuestros centros de enseñanza no comprometerán jamás a la Jerarquía eclesiástica, aunque en ellos se imparta una sólida formación cristiana y se sigan con esmero las orientaciones del Magisterio en materia de enseñanza. Nuestra labor es de seglares católicos y responsables, que usan en servicio de Dios todos sus derechos de ciudadanos corrientes y sienten en su alma la urgencia de la misión apostólica, que todos los fieles cristianos tienen, como miembros del Cuerpo de Cristo.
25a
Medios económicos: los colaboradores
¿Y los medios económicos para toda esa labor? La Obra es pobre —lo será siempre— y no puede sostener estos gastos. Pero tenemos un sistema encantador, que consiste en crear esos instrumentos apostólicos con el dinero de los demás: de los padres de los alumnos, de los colaboradores, de los amigos, a quienes se asegurará una renta justa, por el capital que hayan invertido, y se les ofrecerá la ocasión de cooperar activamente y con generosidad para su mismo bien, para el bien de sus familias y para el bien de la sociedad, en una fecunda labor cristiana.
25b
De este modo, además, el centro de enseñanza será algo suyo, que defenderán como ciudadanos, si llega el momento de tener que defenderlo; y fácilmente extenderán su colaboración a los demás aspectos —y no sólo al económico— de la actividad docente y apostólica, como cooperadores de la verdad[33].
25c
Ayuda del Estado
Por otra parte, será justo contar con las ayudas y subvenciones, que el Estado tiene la obligación de conceder a este género de instituciones, por el servicio que prestan a la sociedad: porque principalmente corresponde al Estado, en orden al bien común, promover de muchas maneras la educación y la instrucción de la juventud. Ante todo y directamente, favoreciendo y ayudando a la iniciativa y a la acción de la Iglesia y de las familias[34].
25d
Colaboración de otras entidades
Se podrá pensar también en la colaboración económica de entidades privadas —industriales o de otro género—, a cambio de trabajos de investigación científica, útiles para su actividad o para sus fines. Esta colaboración, mutuamente provechosa, deberá quedar vinculada al centro docente de que se trate, y no al profesor o al grupo de profesores que en un momento determinado trabaje allí: de este modo se garantiza la continuidad, y se facilita también una mayor retribución económica para todos los que trabajen profesionalmente en esas obras corporativas.
26a
Las Residencias universitarias
Entre las labores corporativas de la Obra en el campo de la enseñanza —que serán muy variadas: también aquí puedo deciros que es un mar sin orillas—, no han de faltar nunca las Residencias universitarias, instrumentos espléndidos para el apostolado de la doctrina, que hemos procurado tener desde el comienzo.
26b
Eficacia y características
Quiero ahora recordaros, hijas e hijos queridísimos, algunas características de este importante trabajo apostólico, en el que con tanto fruto venís trabajando muchos de vosotros, llenos de amor de Dios y con espíritu de sacrificio. Los que conmigo habéis vivido el principio de esta labor, sabéis que no es un trabajo fácil, pero también habéis tenido ya tiempo de ver su necesidad y de agradecer a Dios la eficacia apostólica de esta tarea. A los demás, a cada uno, cuando haya de experimentar las dificultades iniciales, digo con el Apóstol: el labrador ha de fatigarse antes de percibir los frutos. Entiende bien lo que quiero decir, porque el Señor te dará la inteligencia de todo[35].
27a
Ambiente de familia
Nuestras Residencias reúnen, en un ambiente sereno de familia cristiana y de estudio, a jóvenes universitarios decididos a dedicarse seriamente a su preparación profesional y dispuestos a mejorar su formación humana y, si son cristianos, su vida sobrenatural.
27b
El ambiente de familia es un elemento esencial de la Residencia, que no puede faltar nunca, que es indispensable para el apostolado. Por eso, es necesario cuidar —desde el primer año de su funcionamiento— la selección de los residentes. A muchos, se les deberá haber conocido previamente a través de la obra de San Rafael, que debe preceder, acompañar y seguir toda actividad corporativa de apostolado con la juventud. No importa si al principio no se llenan todas las plazas disponibles: en cuanto el primer grupo de residentes haya comenzado a vivir nuestro espíritu y se haya formado nuestro ambiente, la Residencia se llenará, y no habrá plazas suficientes para atender todas las peticiones que lleguen.
27c
Por la misma razón, para conservar el tono de familia de que vengo hablando, si la Residencia fuese muy grande, se hará necesario formar grupos reducidos, como si fueran distintos vecinos de la misma casa; y la misma disposición del edificio deberá acomodarse a este criterio.
28a
Trato con los residentes
Los residentes, por su parte, han de saber que —al ser admitidos— se establece un acuerdo entre la Residencia y ellos, y que contraen así unas precisas obligaciones, correlativas a los derechos que adquieren. La Residencia les ofrece los medios de formación —cultural, humana y religiosa—; un ambiente de familia y de estudio, alegre y sereno; y unas condiciones dignas de alojamiento, alimentación, servicio, etc. Y ellos se obligan a respetar las normas del reglamento, que son bien poca cosa, y que no constituyen ninguna disminución de su libertad: al contrario, son precisamente una manifestación de su recto ejercicio, para quien tenga la suficiente madurez humana.
28b
Responsabilidad
Habéis de procurar que todos los residentes colaboren desde el principio y activamente en el buen funcionamiento de la labor: que se sientan en su casa, con responsabilidad, sin interferir en el gobierno que corresponde sólo a la dirección de la Residencia, y sin pretender alterar el espíritu que la anima. Que aprendan a ejercitarse en buenas obras, para atender a las apremiantes necesidades, y que no sean hombres infructuosos[36].
28c
Libertad
A nuestras Residencias nadie viene forzado, sino libremente. Y el que viene, sabe que tenemos un espíritu determinado y un cristiano modo de vivir. No puede nadie pretender, en nombre de un falso concepto de la libertad, que la vida en la Residencia se adapte a las pretensiones de alguno que quisiera llevar, dentro de nuestra casa, una conducta que no fuera noble y digna. Si un estudiante no se encuentra bien en el ambiente de la Residencia, habrá que aconsejarle que vaya a otro sitio, al mismo tiempo que se le asegura que podrá contar siempre con nuestra amistad y con nuestra ayuda.
28d
Nosotros respetamos la libertad de todos —incluida la de quien no encaja en nuestro plan de trabajo—, y es justo que los residentes respeten nuestra libertad, para disponer las cosas como mejor nos parezca: es preciso que todos vivamos como libres, y no como quien tiene la libertad por cobertura de la maldad, sino como siervos de Dios[37].
29a
Ambiente de estudio
Decía que nuestras Residencias son lugares de formación humana y espiritual, donde los estudiantes adquieren la honda persuasión de que, como buenos ciudadanos y como buenos católicos, tienen el deber grave de alcanzar una sólida formación profesional.
29b
De ahí, que sea necesario un ambiente de estudio intenso y constante, que todos deben contribuir a mantener. Habrá que conseguir de nuestros amigos y colaboradores, y también de los residentes más antiguos, que pongan con alegría parte de su tiempo a disposición de los estudiantes más jóvenes, para orientarles y ayudarles en su estudio, y para facilitar de este modo su formación profesional. En éste y en los demás aspectos de la vida de la Residencia, es muy importante que los residentes colaboren con generosidad, sintiéndose responsables de los demás y de la marcha de la casa.
30a
Gran peso económico
Nuestras Residencias nacen todas con un defecto original: porque destinamos espacios no pequeños a esos locales que deben servir para la labor de formación: oratorio, sala de estudio, biblioteca, salas de estar, etc.; sin contar, además, la casa destinada a la Administración. Esto, entre otras cosas, supone un peso económico muy grande, bastante mayor que el de las demás Residencias universitarias.
30b
Vale la pena
La Obra es y será pobre: vivimos de nuestro trabajo. Sin embargo, no dejaremos nunca de poner Residencias, porque son un instrumento prácticamente necesario para el apostolado de la doctrina, que tenemos la obligación de hacer; y no ahorraremos sacrificios, para poder cumplir gustosamente con este deber. Quaerite primum regnum Dei, et iustitiam eius: et haec omnia adiicientur vobis[38]; buscad con rectitud de intención el cumplimiento de la voluntad de Dios, su gloria en servicio de todas las almas, y no nos faltarán los medios necesarios.
31a
Conclusión: eficacia del apostolado en el campo de la enseñanza
Hijas e hijos queridísimos, la labor apostólica, que nos espera en el campo de la enseñanza, es inmensa y urgente. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos[39].
31b
Preparación profesional
Rezad y trabajad con sentido sobrenatural y con alegría, amorosamente fieles a vuestra vocación, esforzándoos por ser santos, que éste es el fundamento de toda eficacia apostólica. Estudiad con seriedad, adquirid una sólida y profunda preparación profesional, procurad mejorar cada día vuestra formación doctrinal. Tened la firme esperanza de que el Señor, que está empeñado en que se haga la Obra de Dios sobre la tierra, hará pronto realidad estos sueños que Él mismo pone en nuestro corazón, y su luz penetrará todos los sectores de la enseñanza.
31c
Que Nuestra Madre Santa María, Sedes Sapientiae, os bendiga: y que su intercesión os acompañe siempre en vuestro camino de apóstoles, portadores de luz, de paz y de alegría.
31d
Madrid, 2 de octubre de 1939
6. Notas del texto
[1] Matth. XXVIII, 19.
[2] Matth. XXVIII, 20.
[3] Numquid non sapientia clamitat, et prudentia dat vocem suam? In summis excelsisque verticibus supra viam, in mediis semitis stans, iuxta portas civitatis, in ipsis foribus loquitur (Prov. VIII, 1-3).
[4] ...ad consummationem sanctorum in opus ministerii, in aedificationem corporis Christi: donec occurramus omnes in unitatem fidei, et agnitionis Filii Dei, in virum perfectum, in mensuram aetatis plenitudinis Christi (Ephes. IV, 12 y 13).
[5] Iamvero in iis omnibus rebus, in quibus eius educandi munus versatur, hoc est «in fide atque in institutione morum, divini magisterii Ecclesiam fecit Deus ipse participem, eamdemque divino eius beneficio falli nesciam: quare magistra mortalium est maxima ac tutissima, in eaque inest non violabile ius ad magisterii libertatem» (Ep. enc. Libertas, 20 Iun. 1888) (Pius XI, enc. Divini illius Magistri, 31-XII-1929: AAS XXII (1930), p. 54).
[6] ...instaurare omnia in Christo (Ephes. I, 10).
[7] Quod est in corpore anima, hoc sunt in mundo Christiani. Dispersa est per omnia corporis membra anima: et Christiani per mundi civitates. Habitat quidem in corpore anima, sed non est e corpore: et Christiani in mundo habitant, sed non sunt e mundo (Epistula ad Diognetum, 6).
[8] Iustitia elevat gentem; miseros autem facit populos peccatum (Prov. XIV, 34).
[9] Benedictione iustorum exaltabitur civitas, et ore impiorum subvertetur (Prov. XI, 11). →
[10] Quam sine fictione didici, et sine invidia communico, et honestatem illius non abscondo (Sap. VII, 13).
[11] ...in ipso vita erat, et vita erat lux hominum: et lux in tenebris lucet, et tenebrae eam non comprehenderunt... Erat lux vera, quae illuminat omnem hominem venientem in hunc mundum. In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognovit. In propria venit, et sui eum non receperunt. Quotquot autem receperunt eum, dedit eis potestatem filios Dei fieri, his, qui credunt in nomine eius (Ioann. I, 4 y 5, 9-12).
[12] ...studium ad scientiam ordinatur: quae sine caritate inflat, et per consequens dissensiones facit, secundum illud Prov. 13, 10, inter superbos semper sunt iurgia; sed cum caritate aedificat, et concordiam parit (S. Thomas, S. Th. II-II, q. 188, a. 5 ad 2).
[13] Etenim, quoniam omnis educandi ratio ad eam spectat hominis conformationem, quam is in hac mortali vita adipiscatur oportet, ut destinatum sibi a Creatore finem supremum contingat, liquido patet, ut nulla veri nominis educatio esse potest, quae ad finem ultimum non ordinetur tota, ita, praesenti hoc rerum ordine Dei providentia constituto, postquam scilicet se ipse in Unigenito suo revelavit qui unus «via, veritas et vita» est, plenam perfectamque educationem dari non posse, nisi eam, quae christiana vocatur (Pius XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 51). →
[14] ...maxime institutio ipsa catholicae fidei omnino conformis in litteris et disciplinis vigeat, praesertim autem in philosophia, ex qua recta aliarum scientiarum ratio magna ex parte dependet... (Leo XIII, enc. Inscrutabili, 21-IV-1878: ASS X [1877-1878] p. 590). →
[15] Cfr. Pius XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 77 ss.
[16] Tertullianus, De idololatria, 14. →
[17] Sed religiosis competit principaliter intendere studio litterarum pertinentium ad doctrinam quae secundum pietatem est, ut dicitur Tit. 1, 1. Aliis autem doctrinis intendere non pertinet ad religiosos, quorum tota vita divinis obsequiis mancipatur, nisi inquantum ordinantur ad sacram doctrinam (S. Thomas, S. Th. II-II, q. 188, a. 5 ad 3).
[18] Cfr. Pius XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 63.
[19] Dirige me in veritate tua, et doce me, quia tu es Deus, salvator meus, et te sustinui tota die (Ps. XXIV, 5).
[20] Natura enim parentes habent ius suum instituendi, quos procrearint, hoc adiuncto officio, ut cum fine, cuius gratia sobolem Dei beneficio susceperunt, ipsa educatio conveniat et doctrina puerilis. Igitur parentibus est necessarium eniti et contendere, ut omnem in hoc genere propulsent iniuriam, omninoque pervincant ut sua in potestate sit educare liberos, uti par est, more christiano (Leo XIII, enc. Sapientiae christianae, 10-I-1890: AL vol. X, p. 39). →
[21] Quae quidem norma iustae libertatis scientiae provehendae simul est norma, quae violari nequit, iustae libertatis docendi probe intellectae; eaque servari debet quotiens aliis doctrina traditur, at ex graviore sane iustitiae officio cum traditur iuventuti, tum quia in ipsam praeceptor, publicus privatus, non absolutum sed participatum ius habet; tum quia omnis puer seu adolescens christianus sanctissimum ius habet ut secundum Ecclesiae doctrinam, veritatis quidem columen ac fundamentum, edoceatur (Pius Xl, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 68).
[22] Ego sum lux mundi: qui sequitur me, non ambulat in tenebris, sed habebit lumen vitae (Ioann. VIII, 12).
[23] Sed quia per divinos effectus in Dei contemplationem manuducimur, secundum illud Rom. 1, 20, Invisibilia Dei per ea quae facta sunt, intellecta conspiciuntur: inde est quod etiam contemplatio divinorum effectuum secundario ad vitam contemplativam pertinet, prout scilicet ex hoc manuducitur homo in Dei cognitionem (S. Thomas, S. Th. II-II, q. 180, a. 4 c). →
[24] Si vos manseritis in sermone meo, vere discipuli mei eritis: et cognoscetis veritatem, et veritas liberabit vos (Ioann. VIII, 31 y 32).
[25] Matth. V, 19.
[26] Hic erat edoctus viam Domini: et fervens spiritu loquebatur, et docebat diligenter ea, quae sunt Iesu (Act. XVIII, 25).
[27] Ioann. VIII, 50.
[28] Vae enim mihi est, si non evangelizavero (I Cor. IX, 16).
[29] ...ut iam non simus parvuli fluctuantes, et circumferamur omni vento doctrinae in nequitia hominum, in astutia ad circumventionem erroris. Veritatem autem facientes in caritate, crescamus in illo per omnia, qui est caput Christus (Ephes. IV, 14 y 15).
[30] Cfr. Pío XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 59 ss.
[31] Habet igitur familia proxime a Creatore munus proptereaque ius prolis educandae; quod quidem ius cum abiici nequeat, quia cum gravissimo officio coniunctum, tum cuivis societatis civilis et reipublicae iuri antecedit, eaque de causa nulli in terris potestati illud infringere licet (Pius XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p.59).
[32] Itaque nefas est, Civitatem educationis institutionisque causam ita ad se redigere totam, ut familiae, contra christianae conscientiae officia vel contra quam legitime malint, physice aut moraliter ad Civitatis ipsius scholas liberos suos mittere cogantur (Pius XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 64).
[33] ...ut cooperatores simus veritatis (III Ioann. 8).
[34] Praecipue vero Civitatis est, ut commune bonum postulat, educationem ipsam iuventutis atque eruditionem pluribus modis promovere. Primum ac per se, operae ab Ecclesia familiisque susceptae favendo atque opitulando (Pius XI, enc. Divini illius Magistri, loc. cit., p. 63).
[35] Laborantem agricolam oportet primum de fructibus percipere. Intellige quae dico: dabit enim tibi Dominus in omnibus intellectum (II Tim. II, 6 y 7).
[36] Discant autem et nostri bonis operibus praeesse ad usus necessarios: ut non sint infructuosi (Tit. III, 14).
[37] ...quasi liberi, et non quasi velamen habentes malitiae libertatem, sed sicut servi Dei (I Petr. II, 16).
[38] Luc. XII, 31.
[39] Vos estis lux mundi. Non potest civitas abscondi supra montem posita. Neque accendunt lucernam, et ponunt eam sub modio, sed super candelabrum ut luceat omnibus, qui in domo sunt. Sic luceat lux vestra coram hominibus: ut videant opera vestra bona, et glorificent Patrem vestrum, qui in caelis est (Matth. V, 14-16).
7. Aparato crítico
1aVerdad m51,1 i5,3 ] Verdad, v5,51bobscuridad m53,1 ] oscuridad v5,5 i5,31caún v5,6 i5,4 ] aun m51,22aenseñar5; m53,2 ] enseñar5: v5,6 i5,42ccristianos, sin excepción, m52,3 i5,5 ] cristianos sin excepción v5,73btemporales, m52,4 i5,5 ] temporales v5,83cde nuestra Obra— m52,4 i5,6 ] del Opus Dei— v5,85cobscurece m53,6 ] oscurece v5,11 i5,75daún i5,8 ] aun v5,11 m51,77adesarrollan, desde hace siglos, m52,9 i5,9 ] desarrollan desde hace siglos v5,137breligiosos, con su actividad docente, m52,9 i5,10 ] religiosos con su actividad docente v5,149aes secular, profesional—, m52,11 i5,11 ] es profesional—, v5,169bpuedan hacer v5,16 i5,12 ] pueden hacer m51,1110aque el Opus Dei v5,17 ] que la Obra m51,12 i5,12 || enseñanza. v5,15 ] enseñanza: éste ha sido el motivo que, durante años, me ha llevado a disponer —y aún hoy, en 1948, cuando añado estas palabras, mantengo esta indicación— que no hemos de abrir colegios de segunda enseñanza. Por ahora, no los necesitamos, y no convendrá tenerlos mientras no quede bien demostrado —mientras no entre por los ojos a la gente— que nuestro principal apostolado es el trabajo que cada uno realiza entre sus iguales, allá donde ha recibido la llamada divina. m51,12-13 i5,1210bTú eres m52,13 i5,13 ] tú eres v5,1713ade nuestro Opus Dei; v5,20 ] de nuestra Obra; m51,15 i5,1513bhaciendo del estudio y de la docencia —vuestro trabajo profesional— también un medio de santidad personal, v5,21 ] porque el estudio y la docencia —vuestro trabajo profesional— son en nuestro caso medio de santidad personal, m51,16 i5,1514aesa labor que v5,21 ] esa labor, que m51,16 i5,16 || de la enseñanza v5,21 ] de la enseñanza, m51,16 i5,1614bSueño con que haya pronto profesionales m52,17 i5,16 ] Sueño con que, junto a los Directores y siguiendo sus indicaciones, haya pronto profesionales v5,22 || transmitiendo m51,17 i5,16 ] trasmitiendo v5,2215ala Obra no constituirá m51,18 i5,17 ] el Opus Dei no constituirá v5,2315bse haga; porque —aprovechando este modo de proceder tan habitual en la sociedad civil— será m52,18 i5,17 ] se haga, porque será v5,23 || apostolado; m52,18 i5,17 ] apostolado, v5,23 || Casa; y porque m52,19 i5,17 ] Casa, porque v5,2317adel Opus Dei; v5,24 m51,20 ] de la Obra; i5,1817by de todos i5,18 ] y todos v5,24 m51,2017dy que estén dispuestos m52,21 i5,19 ] que estén dispuestos v5,2517ehacia la Iglesia, m52,21 i5,19 ] hacia la Iglesia v5,26 || y con una delicada m52,21 i5,19 ] y una delicada v5,2618aporque el Opus Dei, v5,27 ] porque la Obra, m51,22 i5,2018cintervenciones extrañas, m52,23 i5,20 ] intervenciones extrañas v5,2719anuestras obras corporativas m52,23 i5,21 ] las obras corporativas del Opus Dei v5,28 || han de ser m53,23 ] son v5,28 i5,21 || estarán m53,23 ] están v5,28 i5,2120cmarcha, con hondura, m52,25 i5,22 ] marcha con hondura v5,2921adelante la m51,25 v5,29 ] delante de la i5,2222apor las que, en m52,27 i5,23 ] de que, en v5,3123bde la Obra o no—, m52,28 i5,24 ] del Opus Dei o no—, v5,3223co contra sus m52,29 i5,25 ] o aun contra sus v5,3324alabores corporativas de la Obra m52,29 i5,25 ] obras corporativas del Opus Dei v5,3324cY así, nuestros m52,30 i5,26 ] Por eso, nuestros v5,3426bmuchos m51,32 v5,36 ] varios i5,2728aobligaciones, m52,34 i5,28 ] obligaciones v5,37 || disminución m52,34 i5,28 ] constricción v5,3729by para facilitar m52,36 i5,30 ] y facilitar v5,3931bla Obra de Dios sobre la tierra, m52,36 i5,31 ] el Opus Dei sobre la tierra, v5,41nt9subvertetur i5,6 ] subvertetur v5,9 | subvertatur m51,40nt13Unigenito suo i5,9 ] Unigenito suo v5,12 | Unigenito sua m51,41nt14ASS X [1877-1878] p. 590). ] ASS X (1877-1878) p. 590). i5,9 | ASS X, 1877-1878, pp. 585-592). v5,12 | ASS X (1908). m51,41 nt16Tertullianus, De idololatria, 14. v5,13 ] Tertullianus, De idolol. 14. i5,9 | ...compossesores mundi, non erroris (Tertullianus, De idolol. 14). m51,41nt20Natura enim parentes i5,14 ] Natura (...) parentes v5,18 | Natura parentes m51,42 || instituendi, i5,14 ] instituendi v5,18 | instituendi m51,42 || doctrina puerilis. i5,14 ] disciplina puerilis. v5,19 | disciplina puerilis. m51,42 || omninoque i5,14 ] omninoque v5,19 | omnique m51,42 || educare liberos, ] educare liberos, v5,19 | educere liberos, m51,42 i5,14 || uti par est ASS22,403 ] ut par est v5,19 | ut par est m51,42 i5,14nt2320, Invisibilia i5,16 ] 20. Invisibilia v5,21 | 20. Invisibilia m51,43 || cognitionem i5,16 ] cognitionem v5,21 | contemplationem m51,43[1] Nota 23/65 (nv), del 21 de enero de 1966, en AGP, serie E.1.3, 244-3.
[2] Cfr. Onésimo DÍAZ, Posguerra. La primera expansión del Opus Dei durante los años 1939 y 1940, Madrid, Rialp, 2018, pp. 113-120.
[3] Cfr. Camino, OC,I/1, p. 112.
[4] Cfr. Ramón POMAR, “San Josemaría y la promoción del Colegio Gaztelueta”, SetD 4 (2010), p. 114.
[5] Sobre la historia de este colegio, ver Ramón POMAR, Gaztelueta, un estilo educativo, Las Arenas, Fundación Gaztelueta, 1997, además del artículo de SetD apenas citado.
[6] Cfr. Madonna M. MURPHY, “Educación y enseñanza”, en DJE, p. 363.
[7] Cfr. Ramón POMAR, “San Josemaría y la promoción...”, p. 118.
[8] Cfr. John L. ALLEN JR., Opus Dei. An Objective Look Behind the Myths, New York, Doubleday, 2005, pp. 33-35.
[9] En los últimos años han ido apareciendo múltiples estudios históricos y conmemorativos sobre iniciativas de este tipo, en todo el mundo. Remitimos a los elencos bibliográficos de Studia et Documenta, que dan noticia prácticamente exhaustiva de ellos: cfr. SetD 4 (2010), pp. 528-538; SetD 9 (2015), pp. 478-490; SetD 12 (2018), pp. 522-531.
[10] Se puede excluir que el párrafo fuera añadido después de 1968 pues el texto mecanografiado en las cuartillas m5 coincide con v5, excepto en el párrafo en cuestión y en algunas pequeñas enmiendas autógrafas correspondientes a la fase m52, posterior al volumen II de 1968.