- -
- 100%
- +
El concepto de poder político se refiere a las decisiones sobre la integración y continuidad de la organización. Es decir, los temas sobre: a) la estructura y los procesos de gobierno; b) las relaciones entre objetivos y políticas sectoriales; c) la base ideológica y los acuerdos sobre las líneas prioritarias de dirección; d) la tensión entre la estabilidad, los momentos de transición y de cambio; e) los criterios para la elección de proyectos compartidos; f) las formas de superar las diversas posiciones y conflictos de fines e intereses; g) las áreas destinadas a evaluar y controlar las decisiones de gestión; h) la negociación de criterios para la apropiación de recursos (presupuesto); i) la definición de códigos y reglas de juego cohesivas, y j) las bases de libertad, equidad y derechos humanos en el trabajo. Mientras que con respecto al entorno, trata sobre la responsabilidad social y sustentabilidad ambiental, la colaboración con fuerzas comunitarias y la definición de imagen (identidad) y posicionamiento.
Las formas y estrategias de poder son temas del análisis político. Se busca un modelo de organización sustentable y participativa, con unidad en la diversidad, diferenciada e integrada, con centralización y delegación. En el marco de dicha organización, los criterios de gobierno deben definirse y expresarse en forma de proyectos reconocidos y compartidos, incorporando aportes desde la diversidad de fines y capacidades propias de una organización compleja. No se trata de controlar, uniformar o disciplinar el pensamiento o imponer los criterios de los grupos de interés dominantes. Respecto de la comunicación directiva, la idea es superar los riesgos del poder en el manejo especulativo de símbolos, imágenes y significaciones con un sentido sectario. El texto reafirma la necesidad de considerar principios y valores sociales en la estructura de las relaciones y de las reglas de juego.
Esta realidad compleja de la organización y sus formas de gestión no implica descontrol o desorientación. Desde las funciones de gobierno se busca una lectura de conjunto respecto de las áreas críticas y de las prioridades, pensada en términos de la estabilidad y el desarrollo en el contexto pertinente de la organización. Se incluye en la agenda el marco reconocido para los espacios de poder legitimados y otros en una etapa de transición negociada, siempre en el mismo sistema. La transición no es un espacio negativo, sino que permite, con ciertas dualidades, avanzar en el proceso de cambio. Por ejemplo, como ocurre entre las demandas sociales y los condicionantes de la tecnología.
La realidad política muestra brechas o fisuras producto de la defensa de posiciones de grupos de interés y sus presiones sobre los recursos disponibles. En este sentido, el poder político favorece la gobernabilidad cuando se utiliza orientado hacia una organización participativa con criterios de equidad en las retribuciones. La política, como actividad que atraviesa la organización, incluye apoyos y también pone límites en el manejo de proyectos. En su versión constructiva aporta a la coordinación entre fines e intereses diversos, en el marco más amplio de la estabilidad y el desarrollo de la organización como sistema integrado. El ejercicio del poder político integrador implica una perspectiva amplia, y la toma de decisiones capaces de superar los intereses puntuales de sectores aislados con visiones cerradas de la realidad organizacional.
El ejercicio constructivo del poder político incluye: a) actualizar la agenda de proyectos y temas seleccionados como prioritarios, reunir a sus responsables, acordar rumbos, debatir y resolver en conjunto; b) elegir a referentes o delegados para que participen en la comunicación, negociación y activación de temas considerados críticos y que requieren un respaldo directivo; c) redefinir espacios en la estructura para asignar nuevos proyectos que impliquen a diversos sectores; d) asignar recursos y capacidades para reforzar procesos que se consideran vitales para la gestión; e) manejar los tiempos en cuanto a los momentos adecuados para concretar los cambios o dar visibilidad a los problemas críticos; f) formar equipos que aporten una lectura ampliada de escenarios, proyecciones y estrategias referidas a la dinámica del contexto.
Los acuerdos, divergencias y negociaciones, en un marco de relaciones de poder (buscadas y operando), constituyen parte de la realidad política de la organización. Es este un enfoque distinto del esquema de la relación lineal entre medios y fines. En política, las formas legitimadas de poder son recursos para procesar diferencias, reducir la conflictividad y ofrecer caminos aceptables por los diversos actores, quienes también necesitan de la organización. En su versión constructiva, la política cuenta con una capacidad reconocida para reducir las brechas e integrar las voluntades en la búsqueda de salidas para todo el conjunto. La complejidad reside en que la voluntad política también implica construir poder (desigual) para llegar y mantenerse en el gobierno, de modo tal que establece una posición dominante, con metas seleccionadas y conflictos con los mandos medios.
La versión constructiva del poder político se relaciona con el aporte a proyectos compartidos, si bien con diversidad de posiciones pero no excluyentes. Lo político requiere de unidad en la diversidad; un modelo de organización que respete el marco de los derechos humanos, los valores sociales y culturales que la hagan responsable en un sentido amplio; es decir, involucrada en la atención de las demandas de la comunidad. La inteligencia política no se limita a formas efectivas de concentrar y aplicar recursos del poder, sino que supone la búsqueda de acuerdos y prioridades entre los grupos constitutivos para incluir la diversidad de capacidades.
El texto no propone estrategias solo basadas en cuestiones de eficacia o de optimización en resultados financieros. La propuesta es configurar las relaciones de influencia, autoridad y poder en el marco de proyectos compatibles dentro de una organización sustentable. Ello implica disponer de las estrategias y capacidades para negociar tensiones y dualidades (transiciones) en una realidad compleja, en el sentido de que deben atenderse varios frentes a la vez. La estrategia compleja no es solo considerar la competencia sino también las prioridades y decisiones responsables en el ámbito comunitario.
2. Grupos de interés y proyectos de conjunto
La obra se propone analizar y explicar la estructura y la dinámica de las relaciones de poder y la política, sus formas de expresión y de aplicación en las decisiones de gobierno en el campo de las organizaciones e instituciones sociales. Se trata de una realidad compleja donde la organización construye y avanza con proyectos de conjunto, integradores, pero en su camino también debe enfrentar y procesar tensiones y dualidades derivadas de la competencia por los recursos limitados y de la presión ante la diversidad de intereses en juego. La búsqueda de consensos y de acuerdos conjuntos forma parte de los procesos de negociación necesarios y limitados por las diferencias de intereses, posturas ideológicas y diversidad de conocimientos requeridos.
La complejidad del concepto de organización, tanto en su composición y funcionamiento interno como en sus relaciones con el contexto, está dada por la presencia de variables, condiciones y decisiones no siempre congruentes o cohesionadas. No significa incapacidad, sino que es producto de la diversidad de intereses y fines en juego en un entorno cambiante. En la realidad operan exigencias contrapuestas. Por ejemplo, la necesidad de estabilidad e innovación, de lo planeado y construido, del poder movilizador y las resistencias derivadas, de esquemas fijos y sus adaptaciones. En la realidad compleja, el hecho de “ser parte” de la organización no brinda seguridad en cuanto a que los individuos y grupos hayan sido ubicados y operen en un esquema integrado y congruente.
La complejidad no supone fallas de programación o proyectos incompletos. El desorden, lo imprevisto y la sinrazón tienen que ver con la complejidad emergente de avanzar en varios frentes, en un campo de fuerzas desiguales y en un entorno incierto. Están presentes también la ambigüedad de los objetivos múltiples y demandas específicas, los actores con sus intereses particulares y la diversidad de capacidades implicadas en los procesos productivos. En el marco de lo político opera la influencia de los diversos grupos de interés con respecto a los proyectos de conjunto, así como los procesos continuos de negociación de nuevos acuerdos y alianzas internas donde los grupos tratan de mejorar sus posiciones en la estructura de poder.
La política debe tratar con la presión cotidiana de los participantes, sus demandas y visiones sobre los cambios necesarios en la organización. Es lo que sucede en un periódico con las presiones desde diferentes áreas sobre la línea editorial o la relación con el gobierno. O en un hospital para influir en la elección de laboratorios o sistemas de salud, o en la fábrica cuando se intenta participar en las negociaciones laborales. Las decisiones de política se refieren a una lógica necesaria e integradora de visiones diversas. Constituye un espacio de intercambio para tratar las divergencias, ponderar nuevas alternativas y prioridades frente a presiones de los grupos afectados o con ideas renovadoras. No se trata de la política como capacidad excluyente y concentrada en la cúspide, sino de un espacio construido y representativo donde se negocian y logran acuerdos sobre temas que involucran la estabilidad y desarrollo de la organización.
Respecto de las decisiones de política y poder y de las formas de comunicación desde el gobierno, el texto profundiza en la vigencia de ciertos pares dialógicos (criterios duales), que son propios de la complejidad organizacional. Las razones y limitaciones que requieren procesarse desde las decisiones de política, propias de las funciones de gobierno, implica pensar en términos de ambivalencias, tensiones y dilemas como parte del análisis político. Es decir, una mirada de conjunto que articule procesos de diferenciación e integración en los proyectos compartidos, como consecuencia de la diversidad de fuerzas que operan en la organización compleja y que explican la necesidad de la función de gobierno, no solo de conducción y control.
Los pares dialógicos en el análisis organizacional surgen de las condiciones y variables que deben considerarse en los procesos directivos de la organización. Ejemplos de pares relevantes son: la autonomía-dependencia, el pluralismo-sectarismo, el liderazgo-jerarquía, los acuerdos-divergencias, la apertura-límites, las razones-intereses, lo legitimado-impuesto, lo sectario-convocante, la competencia-colaboración, lo participativo-excluyente, lo discursivo-pragmático o la lectura interna puesta en contexto. Entonces, deben analizarse los factores complementarios y críticos para explicar las fuentes de la complejidad, y la necesaria consideración y respeto por la diversidad de necesidades y fines en las propuestas de cambios del sistema.
La racionalidad en la política y en el poder en las organizaciones no se reduce a definir la relación coherente entre medios y objetivos comunes. La visión política incluye el problema de superar las dualidades y tensiones asociadas con los criterios de gobierno. Participan cuestiones relacionadas con los niveles de centralización y delegación, la autonomía-dependencia, los fines compartidos e intereses particulares, o la participación o postergación en proyectos de la organización. La lectura desde la complejidad también considera la trama, el tejido de acuerdos con sustento ideológico. Incluye la legitimidad de las pautas de convivencia, de reglas de juego y de valores aceptados en la organización, con prioridades y criterios que deben articularse para lograr una organización viable en lo interno y sustentable en su contexto.
En las decisiones de la función de gobierno y la alta dirección se considera la diversidad de condiciones requeridas por quienes integran la organización. La decisión de política opera con proyectos, pero también en un campo de fuerzas, con apoyos y resistencias. Y allí interviene el factor poder no solo como un medio, sino también con una lógica propia. El poder que se basa tanto en la búsqueda de consolidar posiciones como en avanzar en los espacios de la estructura, movimientos que condicionan la gobernabilidad del sistema.
El texto se propone indagar y destacar la complejidad de las relaciones de poder, considerando los objetivos, las políticas y proyectos que movilizan el sistema como conjunto. Analiza estas relaciones en el marco del espacio político que establece líneas de acción prioritarias. Espacio en el cual también se negocian y reconocen las condiciones mínimas de las decisiones directivas según el peso de las múltiples capacidades y fuerzas de los diversos actores que impulsan sus convicciones.
Lo político, en el texto, se refiere al análisis y decisiones en las siguientes áreas temáticas: a) la construcción de proyectos de conjunto y su marco ideológico; b) el debate sobre las formas participativas de gobierno; c) el estudio comparativo de las posiciones de diferentes referentes y grupos de interés en los proyectos integradores y compartidos; d) el desarrollo de formas de legitimación que sostienen las decisiones de gobierno; e) la negociación para avanzar con cambios y superar las brechas respecto de las políticas controvertidas en la organización; f) la definición de espacios y canales abiertos de comunicación con referentes de grupos de interés para conocer sus posiciones; g) la búsqueda de construir acuerdos sobre criterios para mejorar la asignación y apropiación de recursos generados por la organización; h) el tratamiento explícito de los conflictos laborales y otras brechas origen de tensiones de carácter estructural, e i) activar la definición de la imagen de la organización en cuanto a su relación responsable con la sociedad.
En un ambiente complejo, con procesos de integración y diferenciación, importan las formas en que los directivos toman compromisos, hacen acuerdos y alianzas en una realidad que plantea demandas cambiantes. La política y el poder involucran negociar y lograr acuerdos en el marco de coincidencias, pero también procesan (bajo un esquema de prioridades) las tensiones y demandas pendientes. Nuestro análisis destaca las dualidades y tensiones derivadas del poder establecido o legitimado en interacción con las fuerzas emergentes; con efectos activadores pero también restrictivos.
En el texto se analizan los siguientes criterios o prioridades relacionadas con la realidad del poder y la política en la gestión de gobierno de organizaciones complejas:
a) Analizar las diversas formas de relación asociadas con el poder político y los participantes en la organización, así como las negociaciones e inconsistencias que llevan al conflicto entre grupos.
b) Identificar las diferentes fuentes o recursos de poder que intervienen en las decisiones de poder y las formas de resistencia derivadas de los dispositivos usados por la conducción.
c) Describir cuáles son los factores que operan e influyen desde diversas estrategias y políticas de poder. Respecto de los equilibrios de fuerzas: las relaciones con las minorías, la influencia de grupos de interés diferenciados, las alianzas con factores de poder externos.
d) Comprender cómo los diversos contextos de la organización pueden afectar a las estrategias de poder y a las políticas internas por parte de los directivos y gobernantes. Por ejemplo, debido a cambiantes demandas relacionadas con la delegación y centralización, programación y situaciones de crisis, de racionalización y disposición de espacios para la creatividad.
e) Entender las decisiones y dispositivos de poder movilizados desde los niveles de dirección y gobierno a efectos de enfrentar las situaciones de conflicto, por razones de orden estructural.
La configuración de estos elementos, en el modelo político vigente en la organización analizada, implica evaluar factores críticos para la estabilidad y desarrollo de la organización en cuanto a sus objetivos y relaciones de poder. Se trata de factores que permiten gobernar la unidad en la diversidad con adecuados grados de autonomía e integración en su contexto. Otros, relacionados con la representación y participación de los actores y grupos de interés en las decisiones de gobierno, los criterios de apropiación de recursos, los esquemas ideológicos dominantes, las relaciones institucionales, las reglas de juego y los modos legitimados de superar temas en conflicto.
3. Objetivos y condiciones de gobernabilidad
En sus conceptos básicos, el análisis del poder y la política considera las tensiones y equilibrios de fuerzas entre las capacidades y demandas de los actores que intervienen en decisiones críticas que afectan a la organización en su conjunto. Debates y decisiones sobre prioridades, alianzas, proyectos, presupuestos, estrategias y estructuras. Con un enfoque constructivo, el texto orienta sus propuestas a la gestión de un sistema viable en cuanto a la aceptación, cohesión y factibilidad de sus estructuras y procesos socioproductivos. En el plano de lo externo, busca una organización sustentable en cuanto a la legitimidad de sus propósitos y la interacción responsable y compatible con las demandas y aportes de su medio social.
El texto analiza la política como el sistema de acuerdos constitutivos de diversos grupos que forman la organización, destinado a sumar capacidades, decidir y sostener los objetivos y proyectos prioritarios de conjunto. En su dinámica, la política se refiere a la integración de intereses y de actores diversos en un campo de voluntades y fuerzas que articulan sus diferencias para darle continuidad y desarrollo a la organización. A partir de los acuerdos básicos y los proyectos políticos, su aplicación requiere definir la función y composición del nivel de gobierno. Función que incluye la planificación, la estructuración con los espacios de poder legitimados, las decisiones de centralización y delegación, la definición del presupuesto y las competencias de los directivos.
La función de gobierno incluye la capacidad de lograr acuerdos en un ámbito de diversidad. Se trata de la búsqueda de equilibrios inestables, debido a las brechas de los diferentes intereses en juego en las áreas críticas de la organización. Esta realidad compleja tiene que ver con las presiones cambiantes, propias de la dinámica de los diferentes grupos de interés que actúan en la organización y que deben controlarse desde el gobierno. En este sentido, la negociación en política incluye criterios para definir la agenda, condiciones y temas prioritarios con márgenes de maniobra para no quedar atados a esquemas rígidos que afecten a la función de gobierno.
En el marco de la estructura organizacional, la función de gobierno es un espacio de carácter político, con lecturas diferentes con respecto a los esquemas decisorios que prevalecen en las funciones de conducción y operación. Desde el gobierno corresponde fijar prioridades para el conjunto, orientar, enmarcar y equilibrar las fuerzas de grupos diversos en la estructura. Un orden donde los actores aportan y también tienen posiciones críticas en cuanto a los múltiples objetivos y proyectos del sistema. Una realidad compleja por situaciones de ambigüedad sobre los cursos de acción requeridos, así como por ciertas incoherencias propias de la diversidad de objetivos relacionados con la producción, desarrollo humano, finanzas y mercados.
En el texto se hace referencia a la estrategia directiva y al discurso del poder político en las organizaciones. Se explica la diversidad de fuerzas y sentidos que operan en la realidad organizacional compleja, interna y puesta en contexto. En dicha realidad coexisten, en el marco de una interacción cambiante: a) la intención constructiva de obtener el compromiso y participación de los actores en el marco de un proyecto de conjunto no reconocido; b) la necesidad de controlar o delimitar las relaciones de dominación emergentes asociadas con el orden instituido o establecido, y c) la voluntad del poder en sí mismo, sus fuerzas de concentración y expansión. Esta diversidad es parte de la complejidad que le es constitutiva, no algo impensado. Se trata de una realidad compleja debido a los diferentes fines e intereses en juego, como también por las tensiones entre las posiciones personales y grupales.
Desde la perspectiva política, la función de gobierno implica una lectura sistémica de la organización. Es la capacidad de aplicar los acuerdos constitutivos de la sociedad en un ámbito de complejidad. Constituye el planeamiento, articulado con los procesos de control y adecuación al contexto, en un sistema complejo por causa de presiones y equilibrios inestables, como ocurre entre la cultura interna y las demandas del contexto. En cuanto a las relaciones de poder, la función de gobierno atiende las brechas que emergen debido a los diferentes intereses en juego en áreas críticas de la organización. La negociación en la dimensión de lo político incluye criterios para definir prioridades de agenda, las áreas involucradas y los alcances del cambio requerido en los proyectos de la organización.
En este modelo de organización sustentable, la política se analiza como concepto y actividad relacionada con la definición de los acuerdos constitutivos, objetivos y proyectos compartidos por los diversos actores que sostienen a la organización. En su dinámica, la política trata sobre la capacidad de integrar intereses y capacidades requeridos. Implica definir el proyecto como también la articulación de las diferencias pensando en la continuidad y el desarrollo del sistema. La aplicación de los acuerdos básicos y la dirección de la organización requieren disponer de una función de gobierno, función que incluye temas prioritarios, tales como la definición de políticas globales, la planificación estratégica, la estructura de poder legitimado y procesos asociados con el control de los impactos de las decisiones directivas.
Cuando en el texto se hace referencia a la estrategia y el discurso del poder político en las organizaciones complejas, la idea es explicar la diversidad de fuerzas y sentidos que operan en esta relación. Ellas son: a) la intención constructiva de obtener el compromiso respecto de un proyecto explicitado; b) el objetivo no declarado de instalar formas de dominación en el marco de un orden instituido, y c) la voluntad del poder en sí mismo, sus fuerzas de concentración, expansión y concentración.
Esta diversidad es parte de la complejidad que se intenta procesar y superar a través del diálogo y la transparencia en la comunicación, buscando una actitud de colaboración en los proyectos. Se trata de una realidad compleja debido a los diferentes fines e intereses en juego, así como por las tensiones entre las posiciones personales y grupales. La idea de gobernabilidad implica trabajar sobre estas tramas y variables, asociadas con el poder político.
4. Gráfico O. Organización sustentable. Interacciones

El Gráfico O muestra tres enfoques o prioridades aplicados en el análisis y las propuestas sobre la construcción y el desarrollo de organizaciones complejas, tales como hospitales, periódicos, escuelas, fábricas, burocracias públicas y privadas. El análisis reconoce tanto las conexiones ambientales como los procesos internos de diferenciación e integración. Los enfoques prioritarios son: a) la visión de gobierno que destaca la fuerza de los procesos de planificación, decisión y control, que orientan a la organización desde el poder, definiendo los objetivos, estructuras y reglas de juego, b) el enfoque de los procesos de autonomía y construcción de fuerzas internas cohesionadoras, a través de la comunicación, la motivación y el liderazgo en grupos sociales, que se superponen a la estructura formal de la organización, c) el análisis institucional que destaca la influencia de las presiones y regulaciones del contexto socio-político. Con las tramas de poder e intereses que buscan prevalecer en la organización, fijando las condiciones de su funcionamiento, las divergencias y movimientos de cambio. Los enfoques mencionados, enfrentados con una realidad compleja, son aportes parciales que llevan hacia la visión ampliada de la organización sustentable. Como sistema dinámico, que integra conocimientos y realidades asociadas con factores de orden socio-cultural, económico y político. El análisis de la complejidad implica reconocer la particular configuración de estos factores en la organización analizada, en un contexto determinado. El Gráfico O muestra tres áreas o espacios diferenciables, en los cuales opera la organización sustentable, con sus capacidades e interacciones. El área I refiere al orden instituido desde la función de Gobierno, incluyendo estatutos, políticas, proyectos y estructura centralizada. También las negociaciones de poder con fuerzas e intereses del contexto. El área II refiere a la actividad instituyente o constructiva incluyendo la cultura interna, las capacidades y procesos productivos de la organización, considerando su particular contexto socio-económico. El área III refiere al orden de lo público, las leyes, los mercados y actores externos. Fuerzas que operan desde un marco cambiante de posibilidades y condiciones a cumplir. Espacio donde la organización realiza sus transacciones y atiende las demandas de responsabilidad social.