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Las grafías sí muestran particularidades de Pedro Martínez de Aguilar: O con un entrante en la parte derecha de la panza (es lo corriente de él, aunque no invariable), R de cabeza pequeña y astiles muy largos, literalidad de la copulativa et obviando la nota tironiana, y se ve una letra encajada. En cuanto a las interpunciones, a estas alturas no es raro el abandono del encabalgado de puntos entre todas las palabras (véanse 31, 37, 40, 42 —atribuida— y 43). Surge la errata Leginis.
Nada que objetar a la leyenda exterior: anillo cerrado, tratamiento domini rregis también en el mayordomo y característica zeta final de alferiz.
2.11. M-XI (1232)
Las corroborativas de los originales 36 y 38 no especifican autor, pero pueden atribuirse a Gonzalo Martínez por la semejanza con M-VI, del que difieren principalmente en no encerrar la confirmación de mayordomo y alférez en una segunda orla. Ambas miden 52 mm Ø y esa sola corona, entre gráfilas dobles (en M-VI solo pareaba una en 19), ocupa el 37 y 38 % Ø.
Las cruces campales se parecen en particular a las de 17 y 19, salvo la nimiedad de que el rabillo inferior de 36 no llega a apoyar en la gráfila.

La orla deja de ir escindida abajo, el acople de su leyenda es normal y, fiel a sí mismo, Gonzalo Martínez sigue poniendo signum con U y obviando notas tironianas. No hay nexos (corrientes en M-I, decaen en M-VI, M-XIV y el dudoso M-XVI) ni abreviaturas. Interpunge todas las palabras como en 5, 6, 7, 8 y 9 de M-I (en el resto se limita a la punción final; solo faltan por completo en el original 51 y en sus copias 52 y 53), pero cambia el motivo: ahora hay de cuatro a seis puntos encabalgados.
La leyenda exterior termina de cerrarse prolongando el travesaño de la t final de ambos confirmat, sobre todo del primero. Asume el tratamiento domini rregis dado por Pedro Martínez de Aguilar en M-VIII para la ratificación del mayordomo, y que Gonzalo solo reiterará en M-XIV (sospechoso).
2.12. M-XII (1232-1236)
Además de M-V y la rueda que trasladan M-III y M-IV, Pascasio de Soria50 dibujó las originales 41, 46, 47 y 57 (sospechosa)51 y la que sirvió de modelo a la copia coetánea 44;52 la atribución de 45 es dudosa.53
La principal diferencia con aquellas es que ahora la confirmación de mayordomo y alférez no va orlada; en 45 y 46 una tenue circunferencia, de probable pautado, bordea la leyenda exterior. Oscilan de 46 a 66 mm Ø; la única corona, de gráfilas simples y mínimamente descentrada la exterior de 47, supone entre el 31 y el 43 % Ø.
Las cruces campales mantienen la otra vaciada y el par característico de abultamientos a los lados de cada brazo, que veíamos en M-IV y M-V, pero evolucionan:
— 41, 44 y 45 tocan la gráfila, imposibilitando potenzas, asta y remates de bodoque y rabillo en los brazos.
— 46 abocina mucho el patado y lo decora a contraste con adornos filosados.
— 47 y 57, también muy grandes, pero sin ocupar todo el campo, van sobre asta, minimizan el patado y acoplan potenzas incurvadas. 47 solo deja un bullón braquial.


Las coronas son continuas (salvo en 57, segada por la prolongación del asta) y el acomodo de su leyenda no disuena. Signvm lleva siempre V —característica de Pascasio de Soria—, solo 45 prefiere U. Igual que en el resto de sus originales, tampoco ahora hay nexo alguno, y 41 y 46 suplen los et por notas tironianas y señalan el resto de las abreviaturas montando el garabato yuguiforme; en cambio, 44, 45, 47 y 57 obvian braquigrafías. Siguen interpungiendo todas las palabras con tres puntos superpuestos 41, 44 (aritos), 45 y 46 (falta al final); en 47, son cinco o seis y los duplica al final, y en 57, tres o cuatro (no está el último). 44 va menguando el módulo de Gallecie para que quepa.
La leyenda exterior abrocha en 57 y subsana los pequeños huecos a nordeste y sudoeste del resto, como M-IV y M-V, prolongando la t final de ambos confirmat y, si no basta, añade un simple trazo. 44 y 57 tratan de domini al rey también en la ratificación del mayordomo, a diferencia de todas las demás ruedas seguras de Pascasio (sí lo volveremos a ver en los atribuidos 56 de M-XVII —sospechoso—, 58 de M-XVIII y 71 de M-XX).
Luis Sánchez Belda, Julio González y María Beatriz Vaquero Díaz estiman original el privilegio 45,54 cuya corroborativa no personaliza artífice. La cruz es casi idéntica a 41, sugiriendo la mano de Pascasio de Soria, pero ya sabemos que él nunca escribía signum con U, y hay ligeras variantes gráficas en la leyenda exterior: la s final de Garsias es alta, y no de doble curva, y solo aquí el caído de la z de alferiz termina incurvándose hacia la derecha. Resulta, asimismo, desacorde que la rueda interfiera arriba y abajo con la nómina de confirmantes del diploma (aunque ya ocurre en los originales 17 y 20 de Gonzalo Martínez). Si no estamos ante un original algo anómalo de Pascasio, cabe suponer otro escribano o incluso la copia de un original suyo como el que sirvió de base a 10 y 14, que alteran precisamente V por U en signum.

2.13. M-XIII (1232)
La anónima rota 42 presenta importantes similitudes con las de M-VIII, de Pedro Martínez de Aguilar, pero también divergencias que no permiten atribuírsela a la ligera. Sus medidas sí encajan: 58 mm Ø y orla única entre gráfilas simples, que supone un 45 % Ø.
La cruz semeja a la variante más sencilla de M-VIII (patada que cubre todo el campo), pero añade entre los brazos sectores con entrantes dentados opuestos en vértice y arco, lo cual podría asumirse como ensayo (igual que en 66 de M-XXIII), pero llama mucho la atención que la cruz esté tan descentrada, descuido impropio suyo.55

La leyenda principal sí que responde a lo esperable de Pedro: disposición habitual, peculiares O y R (véase M-X), literalidad de et y letras encajadas. Otros rasgos no estaban en sus primeras rotas, pero se van atestiguando después: simple punción final (31, 34, 37, 40 y 43) o aes de panza a medio astil (31, 32, 40, 43, 59, 61 y 66).
En cambio, la confirmación exterior disuena: el anillo no cierra (arriba alarga bastante la t de confirmat, pero aún queda hueco), falta el domini en lo del mayordomo, Garsias termina en s de doble curva56 y no aparece la típica zeta de Pedro.
2.14. M-XIV (1234)
La rota 50, obra probable de Gonzalo Martínez, combina la cruz campal de M-I con la segunda orla confirmativa que le vimos en M-VI. La corona principal ocupa el 26 % Ø y la secundaria el 34 %, con gráfilas sencillas bordeando campo y signo, y dobles entre ambas orlas; en la parte superior del campo, se entrevé otro arco junto a la gráfila, pero más parece fallo o tanteo que hecho a propósito. Como era típico de este escribano, una fina raya prolonga el astil de la cruz cortando todo hasta sobresalir, desviada hacia la izquierda para esquivar el nombre del alférez.

La cruz, semejante, recordemos, a las de M-I, tiene un patado muy leve, remata los brazos con largas potenzas rectas y bodoques, inscribe otra hueca y apoya en breve asta. Faltan los rabillos que remataban los bodoques en M-I.

La leyenda principal mantiene el amolde de Gonzalo, pero no así la escritura: en lugar de los habituales nexos en signum, Ferrandi y Legionis, aquí une s y t de Castelle (en M-XI no lo había); por vez primera, sustituye los et por notas tironianas, y no hay más abreviaturas (en M-XI tampoco, pero sí en el resto, casi siempre bajo el signo yuguiforme). Solo punge el final, igual que en M-VI y el dudoso M-XVI.
El texto de la segunda orla, fiel a su costumbre, termina de anillarse estirando algo los travesaños de las tes de ambos confirmat. Continúa llamando domini al rey en la ratificación del mayordomo como hiciera ya en M-XI.
2.15. M-XV (1235)
La rueda 54, muy dañada su mitad derecha y de autor ignoto, tiene 94 mm Ø y consta de dos orlas que suponen respectivamente el 32 y 38 % Ø, enmarcadas por gráfilas simples.
Preside el campo una cruz, quizá no intencionadamente latina, con desigual patado en los brazos (más marcado abajo), filamentos extremos que no nacen de los habituales lóbulos, sino de las largas potenzas rectas; todo ello sobre un asta cuya prolongación atraviesa ambas orlas, desviada a la izquierda en la segunda corona para sortear el antropónimo del alférez.

Distribuye al uso ambas leyendas. La principal nexa s y t de Castelle, lleva nota tironiana, abrevia bajo el trazo ayugado y punge el final. La secundaria estira el travesaño de la t de los confirmat para abrochar y trata de domini al rey en lo del mayordomo.
2.16. M-XVI (1235)
Julio González duda de la originalidad del privilegio 55,57 cuya corroborativa lo adjudica a Gonzalo Martínez indicando su oficio, igual que en M-VI: Gonçaluus Martini, scriptor domini rregis, scripsit. Mide 95 mm Ø y lleva dos orlas (22 y 38 % Ø). Parea las gráfilas que bordean el campo y deja el resto sencillas.
La cruz nada tiene que ver con lo peculiar de Gonzalo (M-I, M-VI, M-XI y M-XIV): potenzas curvas y de extremos enroscados, otra cruz a doble contraste contornea la principal llegando hasta el mismo borde del campo, y rellena todo el fondo sinuosamente.

Las orlas son continuas, sin su habitual raya divisoria abajo. Acomoda normalmente la leyenda principal, solo punge el final (a diferencia de M-I, pero igual que en M-VI, M-XI y M-XIV), literaliza los et y anexa ON en Legion(is), que ha perdido el signo abreviativo. Nunca Gonzalo abullonaba como aquí la parte anterior de los astiles de las letras, recurso exclusivo hasta ahora de Pascasio de Soria (originales 13, 15, 41, 45 y 46, y copias 11, 14 y 44) y Juan de Haza (originales 12, 16, 18, 33 y 35), pero nunca tan profuso.

Sí es típico de Gonzalo Martínez alargar los travesaños de la t de los confirmat, para anillar la leyenda secundaria, y prescindir del domini regio junto al mayordomo (aunque sí lo hace en M-XI y M-XIV, falta en los singularmente suyos M-I y M-VI).
2.17. M-XVII (1235)
De nuevo, tiene Julio González por original incierto el anónimo diploma 56,58 de 80 mm Ø y dos orlas que ocupan el 26 y el 34 % Ø, enmarcadas por gráfilas simples.
La cruz es semejante a la de M-XVI, pero de brazos más anchos, y va entrelazada con la inscrita, que, en vez de potenzas enrolladas, llega también hasta la gráfila; todo el campo vuelve a ir mechado, pero ahora de contorneos espiriformes.

En la leyenda principal, dispuesta al uso, desconcierta la V de signvm, grafía hasta aquí exclusiva de Pascasio de Soria (M-XII), pero que a partir de ahora repetirán M-XVIII y M-XX (ambos atribuidos al propio Pascasio)59 y, aunque minúscula, M-XXX (anónimo), M-XXXIII (Juan Pérez de Berlanga) y M-XXXIV (Juan Domínguez de Segovia). A pesar de las disímiles cruces campales, el atribuir a Pascasio M-XVII, M-XVIII y M-XX atiende no solo a esa uve, sino a la ausencia total de nexos (salvo uno en 14, pero es copia), a lo comprimido de las letras (particularmente estrechas y contiguas, lo que agudizarán M-XVIII y M-XX con la añadidura de Córdoba), al hecho de abullonar los astiles de algunas letras (sin llegar a tanto como M-XVI), a la semejanza gráfica (particularmente A, D, G, M y N, o los trazos finales de I, M y NI, que se alargan curvados fuera de la orla) y a lo de interpungir todas las palabras encabalgando puntos, generalmente tres o cuatro.
La vertical que prolonga el eje de la cruz vuelve a cortar las orlas abajo, lo cual repetirán M-XVIII, M-XX y, aunque no era corriente en Pascasio, el original 15 (M-V) y el dudoso 57 (M-XII).
El texto de la segunda corona, colocado a costumbre, deja un hueco a nordeste que cubre parcialmente el socorrido travesaño de la t de confirmat, pero extrañamente lo submarcan cinco puntos seriados, elemento ajeno a cualquier otra rueda. Trata al rey de domini con el mayordomo, lo cual no ocurre en los originales indubitados de Pascasio, pero sí en la copia 44, el sospechoso 57 (M-XII) y en los originales 58 (M-XVIII) y 71 (M-XX).
2.18. M-XVIII (1236-1243)
Los originales 58 y 81 constan de una orla, y dos orlas y fimbria respectivamente, y atraviesa todas abajo la consabida vertical, que 81 desvía algo hacia la derecha; en 58, la cruz descansa sobre un triángulo hueco que se adentra en la corona. 81 mide 109 mm Ø. La orla de 58 supone el 25 % Ø, y las de 81 el 22 % la interior y el 30 % la exterior. Las gráfilas son simples, y en 58, muy finas y con enmiendas de compás.
Las corroborativas no señalan autor, pero los rodados comparten con M-XVII y M-XX, atribuidos a Pascasio de Soria, y con sus originales seguros de M-XII la grafía V en signvm (abreviado, recordemos, en M-V), peculiaridad que 81 extiende a Cordvbe (58 pone solo Cord), y estos otros detalles de la leyenda principal: falta de nexos, letras muy juntas, bullones en los astiles, parecido grafismo y forma y sitio de las interpunciones.
Las cruces campales parecen una simplificación de las clásicas de Pascasio (recuerdan especialmente a 47 y 57): grandes, muy poco patadas, de potenzas alabeadas y con la inscrita vaciada; pierden los bullones de los brazos y los que, rematados en rabillo, podían ir a los extremos.

La leyenda principal sigue amoldada a costumbre. Aparte de las concomitancias con lo demás de Pascasio, 58 abrevia Cord(vbe) mediante un angulito sobre la letra precedente60 e injerta un tercer et, igual que vimos en 59 y 60 (M-VIII), a los tres despachados el día de Nochebuena de 1236; 81, que volverá a hacerlo casi siete años después, prescinde empero del que solía ir entre León y Galicia: signvm Ferrandi regis Castelle et Toleti, Legionis, Gallecie et Cordvbe.
En el caso de la confirmatoria de mayordomo y alférez, se mantiene la base externa que motiva sentido contrahorario, pero hay diversas opciones:
— En 58, como vimos en sus sincrónicos 59 y 60 de M-VIII, tiene que paliar con trazos los huecos que provoca la falta de alférez (alfe - recia - va - - cat), sin explayarse como Pedro Martínez de Aguilar (alferezia curie domini rregis vacat). Ambos cargos invierten la colocación habitual, como solo se echa de ver en la copia 30 y los originales 75, 76 y 80: el mayordomo queda a la derecha y el desocupado alferazgo a la izquierda.
— 81, aunque la enmarca en una segunda corona, adopta el tradicional flanqueo opuesto (Rodericus Gonçalui, maiordomus curie rregis, confirmat. Didacus Lupi de Faro, alferiz domini rregis,confirmat). El travesaño alargado de la t de los confirmat vuelve a dedicarse a cerrar el anillo.
La 58 trata de domini al rey en la parte del mayordomo, igual que 56 de M-XVII y 71 de M-XX y dos probables derivados de originales de Pascasio (copia 44 y sospechoso 57 de M-XII).
2.19. M-XIX (1237)
Solo la corroborativa del original 61 añade el gentilicio de procedencia al nombrar a Pedro Martínez: Petrus Martini de Aquilar, iussu predicti cancellarii,61 scripsit. A diferencia de lo suyo de M-VIII, la inacabada 34 (M-X) y la atribuida 42 (M-XIII), esta presenta dos orlas, pero ya hemos visto distintos escribanos que unas veces lo hacen y otras no,62 y más adelante saldrá 66 (M-XXIII), también de doble corona y cuya cláusula solo reza Petrus Martini. Agustín Millares Carlo, María Teresa Villar Romero, Julio González y Antonio José López Gutiérrez coinciden en que se trata de la misma persona.63
Mide 75 mm Ø, y las orlas ocupan el 31 y el 37 % Ø respectivamente, siempre entre gráfilas sencillas. Escinde solo la interior abajo esa insistente vertical a eje de la cruz, pero nunca lo había hecho Pedro Martínez, y sobreponerle tres bodoques no tiene parangón en todo el reinado.

La cruz sigue el tipo más sencillo de M-VIII: patada abarcando todo el campo.

Acopla la leyenda principal sin desviaciones y reitera el grafismo de Pedro Martínez: signum y Cordube con U; sin nexos ni notas tironianas; profusión de letras encajadas;64 a de panza a media altura,65 O con entrante a la derecha y R de cabeza muy pequeña tan característicamente suyas, e interpunciones tras cada palabra encabalgando de diez a catorce puntos. Sí es novedoso en él superponer el trazo yuguiforme a las abreviaturas, el cual, por lo ajustado de las letras, salta al campo, al otro lado de la gráfila. Como solía hacerse desde la conquista de Córdoba, pone tres et (entre Castilla y Toledo, León y Galicia, y Galicia y Córdoba).
Casi todas las leyendas exteriores de Pedro Martínez iban muy ceñidas al borde (24, 25, 26, 27, 28, 29, 30 —copia—, 31, 32, 48 —copia—, 59 y 60 —copia—), raramente se distanciaban un poco (34 —inacabada—, 37, 40, 42 —de atribución dudosa— y 43). Sin embargo, al ensayar esta segunda orla, la dilata mucho, pero sigue arrimando la base del renglón a la gráfila externa, aunque prolonga mucho más los astiles que los caídos, hasta casi rozar la otra gráfila (lo volveremos a ver en 66). El texto se anilla por completo.

Confirmación de mayordomo y alférez de 61 (M-XIX) y 66 (M-XXIII).
Recordemos que este escribano había ampliado la fórmula del oficio vacante, y así subsanaba huecos (véanse M-VIII y M-XVIII). Tampoco renuncia al domini regio con el mayordomo, según él mismo había introducido (M-VIII).
2.20. M-XX (1237-1238)
Los originales 6266 y 71 y la copia 63, todos anónimos, podrían atribuirse, como M-XVII y M-XVIII, a Pascasio de Soria: signvm con V en la leyenda principal, ausencia de nexos y, en los originales, letras muy apretadas, abullonados astiles, grafías similares y encabalgamiento de tres o cuatro puntos entre todas las palabras.
Oscilan entre 48 y 54 mm Ø, y tienen una sola corona que abarca el 38 y el 33 % Ø en 62 y 63, pero un escaso 19 % en 71. Las gráfilas son sencillas, y en 71 borrajea otra descentrada y un tanteo de arco en la zona superior. Atraviesa abajo todas las orlas la recurrente vertical a eje de la cruz, igual que en M-XVII, M-XVIII y los indubitados suyos original 15 y dudoso 57, porque lo nombran.

Es sorprendente que la cruz se descentre hacia abajo, algo solo visto hasta ahora en 103 de Alfonso VIII y 12 de Enrique I, probables copias.67 Formalmente, es muy sencilla, y extraña al proceder de Pascasio: patada, de largas potenzas rectas y apoyada en un triángulo (hueco en 62) de cuyo vértice sale el asta.

Acoplan las leyendas a lo esperado, pero en la principal de 63 son distintos el tipo gráfico y la fórmula, lo que, unido a tan descuidada cruz, induce a considerar el privilegio copia, aunque Martínez Díez, González Díez, Martínez Llorente y Herrero Liceaga lo tengan por original:68 faltan el antropónimo regio (sustituido por un domini impropio de esta leyenda)69 y la referencia a Córdoba, omnipresente desde su conquista (solo se volverá a echar de menos en 72, 94 y la copia 95),70 y es totalmente insólita la s alta
en Legionis.
La exterior de 62 y 63, aun con el recurso de Pedro Martínez para la vacante del alférez (alferezia domini rregis vacat), ha de prolongar algo el travesaño en la t de confirmat y, bastante más, en vacat, pues el texto ha mermado al prescindir del domini regio en la ratificación del mayordomo (recordemos que con Pascasio es optativo). Sí está en 71, donde, habiendo ya un alférez, es más factible cerrar el anillado.
2.21. M-XXI (1237-1243)
Aunque solo la corroborativa del privilegio 82 nombra a Domingo García de Segovia, también traslucen su mano los originales 64, 67, 68 (reproducido en el siglo xviii por 69 y 70) y 83. Oscilan entre 84 y 103 mm Ø (la copia 70 llega a 110 mm), y tienen dos orlas, suponiendo la interior del 27 al 31 % Ø, y la exterior, más variable, del 17 al 37 % (hasta el 39 % los dos facsímiles); en 64, 82 y 83 es más ancha la primera, en 68 y sus copias la segunda, y en 67 iguales.
Parea las gráfilas que separan del campo la primera orla, mientras que entre una y otra corona solo lo hacen 64, 82 y 83, y al borde del signo 82. Muestran deslices 67 y 82, que en 64 afectan a todas, llegando las de más adentro casi a duplicarse. Siempre, menos 83, atraviesa abajo esa asidua vertical la primera orla, pero no así la segunda ni los intergráfilos, por lo que no arranca de la cruz campal. En las copias, la raya va segmentada (69) o solo se puntea (70).

Las cruces son patadas y abarcan todo el campo con dos opciones:
— 64 y 68 (y sus copias 69 y 70) festonean a base de bullones polilobulados (dos a cada brazo en 64, uno en 68) y rellenan el fondo de puntos triagrupados. Las reproducciones del siglo xviii dejaron sin entintar la cruz principal y puntean todo sin orden ni concierto, desechando el triangulado.
— 67, 82 y 83 vacían del campo macizado una especie de cabeceras de báculo contorneando los brazos.

La leyenda principal no muestra sorpresas, arrancando abajo, de base externa y a contrahora. No emplea nexos, y solo 82 y 83 apocopan Cordub(e) elidiendo la e (en la primera falta el abreviativo). Signum y Cordube van con U, y no hay más que dos et, prescindiendo del que venía siendo habitual entre León y Galicia: signum Ferrandi regis Castelle et Toleti, Legionis, Gallecie et Cordube (64 fue la primera de todo el reinado en aplicarlo el 3 de septiembre de 1237).71 La escritura es muy homogénea, pero en 82 y 83 añade filamentos en el lado izquierdo de los astiles (muy diferentes a los semibulloncillos de M-XVI) y rabillea más los caídos.