El rodado regio hispánico

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Signum, Ferrandi y Legionis en los originales de M-XXI.
Peculiaridad de los originales de Domingo García de Segovia, salvo 64, es montar la segunda ele de Castelle y Gallecie sobre la primera. Las copias 69 y 70 lo hacen en Gallecie, pero en Castelle encajan la ele previa entre las letras adyacentes; ambas redundan en la errata Ferrindi, y 70 recalcitra con Castclle.

Castelle y Gallecie en los originales y copias de M-XXI.
Interpungen todas las palabras montando de cuatro a siete puntos. En las copias, a veces el inferior se vuelve coma.
Las leyendas secundarias siguen también la pauta normal, pero con llamativos signos generales de abreviación en forma de lazo, bastante levantados, que alternan con el semicolon (sobrepuesto, pero no tan elevado para la desinencia us, o más grande y alineado al renglón cuando equivale a con); no los lleva 82, donde hay simples trazos.
Nunca falta el domini regio junto al mayordomo. En el alferazgo hay dos circunstancias extrañas:
— 64, 67 y 82 dicen Didacus Lupi del Faro, en lugar del habitual de Faro, variante solo repetida en 66.
— El original 68 (7 de julio de 1238) y sus copias 69 y 70 dan anacrónicamente como alférez a su padre Lupus Didaci de Faro, que venía figurando desde agosto de 1217 hasta el 17 de octubre de 1236, poco antes de fallecer y sustituirlo don Diego a partir del 2 de septiembre de 1237.72 Ni rueda ni privilegio levantan sospechas,73 lo que hace pensar en un lapsus, aunque hemos visto los previos 64 y 67 de la misma mano, con el hijo ya de alférez.
2.22. M-XXII (1237)
La cruz del anónimo privilegio 65 recuerda, por su sencillez, a las de M-XX o a los tipos más simples de M-II y M-VIII, pero importantes diferencias impiden atribuir el signo a ninguno de sus artífices:
— M-II (Juan de Haza) solo lleva una orla y es continua; en la leyenda principal, ayuguea el signo general abreviativo, casi siempre recurre a notas tironianas, y escribe signum con U y completo; en la exterior, conserva un pequeño vano cenital, pese a prolongar los travesaños de la t de los confirmat, y trata de domini al rey en la ratificación del mayordomo.
— M-VIII (Pedro Martínez de Aguilar) es también de corona única y corrida, y pone signum entero y con U, frecuentes letras encajadas, y domini en la parte del mayordomo.
— M-XX (atribuido a Pascasio de Soria), asimismo de una sola orla, adelgaza más los brazos de la cruz, bastante menor y desplazada hacia abajo; las grafías de la leyenda principal abullonan sus astiles y encabalga puntos entre palabra y palabra.

Por el contrario, 65 presenta dos coronas74 entre gráfilas simples, que suponen el 29 y el 39 % Ø, alcanzando 72 mm Ø. Aunque la circunferencia exterior sea tan sutil que pudiera hacer dudar de una segunda orla, el hecho de que llegue justo hasta ella la vertical que prolonga el asta parece decisivo; sin embargo, deja en el aire que, al igual que en 45 y 46 (M-XII), se trate de una mera plantilla. La cruz es patada, de potenzas rectas y abarca casi todo el campo.

Acopla al uso la leyenda principal, pero suspende casi todas las palabras: sign(um), Ferr(andi), Cast(elle), Tol(eti), Legi(onis), Gall(ecie) y Cord(ube).75 No hay más significante que un punto al final.
El texto de la segunda orla, también con el acomodo típico, deja un mínimo hueco abajo, entre ambos confirmantes, segado por la vertical dicha. Elide el domini regio en el mayordomo.
2.23. M-XXIII (1238)
La rota 66, obra de Pedro Martínez de Aguilar, tiene dos orlas (es lo que hace en M-XIX, pero todo lo anterior suyo es de corona única) con muy desigual anchura: 25 y 47 % Ø, continuas y de gráfilas sencillas y desajustadas.
Cruz patada y de poco grosor que cubre todo el campo, recordando a otras del propio Pedro en M-VIII, M-XIII (atribuido) y M-XIX. Igual que la de M-XIII (42), perfila los cuatro sectores, pero ahora sin lobulaciones y con relleno sinuoso.

La leyenda principal, de acople corriente, reitera el grafismo de Pedro: signum y Cordube con U, ausencia de nexos y notas tironianas (con los tres et posteriores a la conquista de Córdoba —59 y 60 de M-VIII, y 61 de M-XIX—), profusión de letras encajadas, alguna a de panza a medio astil, R capirreducida e interpunciones tras cada palabra montando de siete a diez puntos.
La secundaria, como en M-XIX, se ajusta al borde del signo y estiliza mucho los astiles para abarcar la ancha corona exterior, que coge casi medio diámetro. Se anilla por completo, pone domini en la parte del mayordomo (recordemos que el propio Pedro Martínez lo introdujo en M-VIII) y, lo mismo que Domingo García de Segovia en 64, 67 y 82, apellida al alférez Lupi del Faro, y no de Faro. A diferencia de modelos anteriores (M-VIII y M-X), al final de alferiz, su peculiar zeta tiene aquí forma de tres, que era la más frecuente en el texto de sus privilegios y se deja ver en alguna otra rueda (alferezia en 59 y 61).
2.24. M-XXIV (1239)
El diploma 72 fue despachado en San Esteban de Gormaz por un sucinto Martín, nombrado en la corroborativa y señalado como escribano (detalle hasta ahora solo visto en Gonzalo Martínez) y natural de Soria: Martinus, scriptor Soriensis, iussu cancellarii scripsit. Julio González lo identifica con el Martín de Soria de otro privilegio, dado trece años antes en Segovia el 16 de junio de 1223 cuando Fernando III solo era rey de Castilla: Martinus de Soria iussu cancellarii scripsit.76
La rueda mide 97 mm Ø y tiene dos orlas continuas que suponen el 25 y el 31 % Ø, entre gráfilas sencillas. La cruz, patada, cubre todo el campo e inscribe otra vaciada; pone en el cruce un arito, como ya hiciera en M-VIII Pedro Martínez de Aguilar, pero en este caso hay además un punto centrado.

En la leyenda principal, asentada a costumbre, choca la ausencia de Córdoba, que, desde su conquista, solo faltaba en la copia 63. Prescinde de abreviaturas y nexos e interpunge montados de cinco puntos, seis al final, tras cada palabra, menos los et. Todas las letras repuntean delante su primer trazo vertical a semejanza de 73, 98, 99 y 100 (M-XXV), 74 (M-XXVI), 75, 78 y 80 (M-XXVII), 82 y 83 (M-XXI) y 101 y 104 (M-XXXIV).

La secundaria tampoco altera el acople, se abrocha y reproduce el domini regio en la parte del mayordomo.
2.25. M-XXV (1239-1252)
Se trata de cuatro rotas muy afines,77 pero cuyas corroborativas no se avienen:
— La del original 73 (18 de octubre de 1239) indica el oficio:78 Sancius Dominici scriptor, iussu cancellarii, scripsit.
— La de la copia 98 (16 de enero de 1251): Sancius scripsit de mandato magistri Raymundi, Segobiensis episcopi et domini rregis notarii.
— Las de los originales 99 y 100 (26 de abril de 1251 y 20 de marzo de 1252): Sancius Segobiensis scripsit de mandato magistri (viciado magister en 100) Raymundi, Segobiensis episcopi et domini rregis notarii.
Bien hacen María Teresa Villar Romero y Julio González cuando distinguen al Sancho autor de M-XXXI y de los perdidos originales que reproducen 95 y 98 de Sancho de Segovia.79 Quizá el segundo copiara un privilegio del primero, igual que probablemente hizo Juan Pérez de Soria en 78 (M-XXVI) a partir de un original del anónimo amanuense que saldrá en M-XXIX; la relativa sincronía avala esta hipótesis, pues a don Julio le parece «de la época».80
En cuanto a ese Sancho Domínguez, Villar Romero lo ignora, y Julio González cree que se trata de otro tercer Sancho,81 probablemente por los más de once años que van desde el único privilegio cuya corroborativa lo cita así (73) hasta los que sabemos fijos de Sancho de Segovia, pero los rodados se parecen tanto entre sí que sugieren la misma mano. Refuerza esta hipótesis el hecho de que, a la sazón, había en Segovia una familia de escribanos apellidada así: Juan Domínguez de Segovia (1252), tal vez pariente o incluso hijo de Domingo García de Segovia (1237-1243); y no olvidemos que el privilegio que lo llama Sancho Domínguez se destina a la catedral de Segovia.
Oscilan de 90 a 119 mm Ø, y constan de una fimbria de entre 6 y 9 mm (más estrecha en la copia: 3) y de dos orlas que suponen cada una algo más de la quinta parte del signo. Todas las gráfilas son sencillas.
De cruces griegas, patadas y rematadas con tres aritos, que inscriben otra a contraste. 73 se apoya en una barrita puntiaguda que penetra en la fimbria, y el resto, en un triángulo invertido hueco cuyo vértice toca el borde del campo. La copia ajusta en cada vértice un par de pequeños arcos encerrando un arito.

Adapta la leyenda principal sin distorsiones. La de 73, sin otra excepción conocida, menciona Badajoz y Baeza:82 signum Ferrandi regis Castelle, Toleti, Legionis, Gallecie, Badallocio,83 Baecie, Cordube, lo cual es difícil de justificar por remoto, pues Badajoz había sido tomada por Alfonso IX en 123084 y Baeza por Fernando III en 1226, cuando aún era solo rey de Castilla,85 y tampoco hay vinculación aparente con la destinataria catedral de Segovia; quizá Sancho acudió a la corroborativa86 en lugar de atenerse a lo que acostumbraban a hacer los signos rodados en torno a 1239, tal vez pecó de inexperto. Las demás rotas, del postrer bienio del reinado, comparten la lista habitual de conquistas fernandinas, dando prioridad a Sevilla y sin copulativas (99 mantiene la final): signum Ferrandi regis Castelle, Toleti, Legionis, Gallecie, Sibille, Cordube, Murcie, Iahenni.87 Llevan U en signum, Cordube y Murcie (abreviada en el original 100), y, salvo 73, Fernandi (como solo había hecho antes la copia 30 de M-IX), y no Ferrandi. Las similitudes gráficas de las cuatro ruedas refuerzan la idea de pertenecer a la misma mano, y repuntea por delante el primer astil de cada letra.88 Emplean abreviaturas análogas y tres posibles braquigráficos:
— El signo general es prácticamente siempre un trazo ondulado sobre la letra precedente; por falta de sitio en la orla, pasa a la fimbria (volverá a ocurrir en M-XXXIV).89 En 98 y 100, se coloca sobre las dos eles de Cast(e)ll(e), supliendo a la vez tanto la e anterior como la posterior; el de 99 es expletivo, pues el topónimo va completo. En la copia 98, lo pone al suspender Sibill(e), mientras que en los originales 99 y 100, aun con el literal íntegro, lo mantiene.
— Difiere Iah(e)n(n)i: suple la E una línea que corta el astil de la h (perdida en 99).
— Murcia alterna: 99 lo literaliza, 100 contrae M(ur)cie bajo el signo específico de ur, y la copia 98 apocopa Murc(ie) con el general.
En 73, la S de signum inscribe un arito en cada curva, y solo abajo en la de Sibille de 98. Interpungen todas las palabras cuatro aritos montados (alguna vez pueden ser tres o cinco).

Adecúan al uso la leyenda secundaria, no tratan de domini al rey bajo el mayordomo, y la escritura de las cuatro es afín.90 73 y 99 apellidan al mayordomo Gundissalui, 100 Gonçalui, y la copia 98 Gonçaluez, ya plenamente romanceado. Todas doblan la p del apellido Luppi del alférez, lo cual reiterarán el original 104 y las copias 102 y 103 de M-XXXIV.91

Entre agosto de 1252 y agosto de 1255, actuó en la cancillería de Alfonso X el hermano de Sancho Domínguez, y aun así tocayo Sancho Fernández, canónigo de la catedral de Sevilla,92 cuyos rodados son muy parecidos, si bien recuperan los tetraseparadores de la orla principal.

Ruedas de Sancho Fernández en dos privilegios de Alfonso X (5 y 8 de agosto de 1252).93
2.26. M-XXVI (1239)
En el repertorio de Julio González, solo el privilegio 74 se adjudica a Esteban Díaz.94 Su signo rodado tiene 90 mm Ø y consta de dos orlas del 26 y el 23 % Ø, entre gráfilas simples, hendidas ambas por la vertical que prolonga el asta.
La cruz es manifiestamente latina, atrompetada, con un bullón al extremo de cada brazo, inscribe otra a contraste, e inusitadamente durante el reinado conjunto de Fernando III el asta lleva adorno central.95

Ajusta la leyenda principal a usanza, punteando los astiles96 y anexando s y t de Castelle. Prescinde de abreviaturas y del et que tradicionalmente se colaba entre Legionis y Gallecie. Solo punge el final y lo remata un adorno geométrico.

La secundaria tampoco se desvía, cubre dos amplios huecos a nordeste y sudoeste alargando el travesaño de la t de los confirmat, en particular el del mayordomo, cuya parte cuenta con el domini regio.
2.27. M-XXVII (1241-1242)
La corroborativa atribuye el original 75 a Juan Pérez de Soria, y suyos han de ser también el 80 y la copia 7897 por lo similar de las cruces, si bien el aspecto de las tres ruedas es diferente:
— 75, con 116 mm Ø, tiene dos orlas del 22 y el 17 % Ø. Cortada abajo la interior por un segmento vertical de cabos triangulares, filamentado al borde izquierdo; no se aploma exactamente al eje de la cruz, ni cruza el ancho intergráfilo de 5,5 mm (casi el 10 % Ø), que prácticamente podría considerarse fimbria. También son dobles las gráfilas exteriores y distanciadas entre sí 3 mm.
— 78 y 80 son más pequeñas (65 y 54 mm Ø)98 y tienen una sola corona (28 y 26 % Ø) sectorizada por diez sagitas, filamentadas del lado horario; 78 incorpora además una fimbria de 6 mm (18 % Ø). Las gráfilas son simples. En 78, se entrevé un arco por fuera a noroeste. Recordemos lo inusuales que resultan esos divisores durante el reinado conjunto de Fernando III; solo se repite en 10, 11 (ambas copias), 28 y 34 (inacabada).

Además, 75 y aquella copia 10 de M-III son las únicas coloreadas. En 75, se repasaron de rojo o azul gráfilas, cruz y ribetes del campo, y dos dentados de triangulitos azules festonean los intergráfilos. Es evidente que todo ello se interpoló a mano alzada, como demuestra el grafilado vacilante y, debajo, el diseño original monocromo.99 Esa postiza ornamentación, que se extiende al crismón y a la U inicial del diploma, se aplicaría como pronto bajo Alfonso X, que es cuando los oficiales de la cancillería acuden a las tintas de color, y pudo deberse a lo singular de este privilegio, que concedía fuero a Córdoba, la antigua capital de al-Ándalus, conquistada hacía menos de cinco años.
Las cruces son patadas, surtidas de bodoques y entre alones en el corto travesaño, que deja de serlo en la copia 78. Además, 75 y 78 bordean el campo de arquitos escarzanos: seis en el original (luego rellenos de rojo con un botoncillo azul) y cuatro en la copia, cuyos brazos alcanzan la gráfila.

La leyenda principal sigue la disposición sabida. Solo 75 encabalga tracitos para interpungir todas las palabras (salvo el primer et), función que en 78 y 80 cumplen los escisores. Filamenta los astiles igual que Domingo García de Segovia (82 y 83 de M-XXI), Martín (M-XXIV), Sancho de Segovia (M-XXV),100 Esteban Díaz (M-XXVI) y Juan Domínguez de Segovia (M-XXXIV), no hay nexos y solo 80 abrevia sign(um) —como hacen algunas de Pascasio de Soria y la anónima 65—, cuyo literal va con U, lo mismo que Cordube, como era normal. Solo lleva dos et: entre Castelle y Toleti y entre Gallecie y Cordube.
La secundaria (orlada en 75 pero abierta en 78 y 80) mantiene el sentido antihorario por basarse fuera, pero contraflanquea a mayordomo y alférez: en 75 y 80 caen a derecha e izquierda respectivamente,101 y en 78 abajo y arriba.102
Para cerrar el anillo, prolonga el trazo superior de algunas eses finales en 75 (Rodericus, maiordomus, ambos rregis y Didacus) y 78 (maiordomus, el primer rregis y primogenitus); pero en 80, con bastante menor diámetro, el último confirmat hubo de desviarse porque pisaba ya el comienzo. En 78, un segmento horizontal a oeste delimita el período.

En 78 y 80, y en 77 y 79 de M-XXIX, el futuro Alfonso [X] suplanta al alférez Diego López de Haro:103 infans dompnus Alfonsus, primogenitus domini rregis, alferiz rregis, confirmat (80 prescinde de dompnus y no hay domini regio junto al mayordomo).
2.28. M-XXVIII (1241)
El privilegio 76 es de rodado abigarradamente cubierto como ningún otro, y el único de la colección de Julio González104 cuya corroborativa lo asigna a un notario: Petrus Martini, domini rregis notarius; Iohanne, Burgensi episcopo, existente cancellario, iussit scribi.
Mide 83 mm Ø y consta de dos orlas, del 22 % Ø la interior y 17 % la otra, enmarcadas por gráfilas simples. La cruz campal llega casi al borde, es patada, de breves potenzas curvas y un bullón a cada brazo cerca del vértice; el resto del campo va repleto de menudas e intrincadas filigranas.

La rutinaria leyenda principal pone signum y Cordube con U, no lleva abreviaturas, interpunge tres aritos montados y emplea dos et entre Castilla y Toledo y entre Galicia y Córdoba. Dos pequeños vanos que flanquean la punción final están atiborrados como el campo.

La secundaria mantiene la base externa y el consiguiente sentido contrahorario, pero trastoca el mayordomo a la derecha y el alférez a la izquierda, como solo hemos visto en 30, 57, 75 y 80. Eso sí, el amplio hueco que hay tras el alférez, semicerrado por el travesaño de la t de confirmat, certifica que el texto empezó desde abajo y por el mayordomo, junto al cual no se trata de domini al rey. Pero lo que singulariza esta corona es que embute todo el vacío sobre el renglón de un festón afiligranado que solo respeta los astiles.

2.29. M-XXIX (1242-1249)
Estriba en los originales 77, 84,105 85, 86, 87, 89, 90, 91, 92, 93 y 96 y la copia isócrona 79 (de 77),106 sin que ninguna corroborativa nombre al artífice.107
Miden entre 73 y 109 mm Ø, y todas tienen dos orlas, la primera de las cuales oscila entre el 15 y el 26 % Ø y la segunda del 9 al 22 %.108 77, 89, 90 y 91 incorporan además una fimbria de entre 3,5 y 4 mm. Unas y otras siempre continuas, menos en 89, donde el triángulo hueco que soporta la cruz campal se aguza y alarga hendiendo todo hasta la última gráfila, sencilla como las demás; hay frecuentes deslices de compás o plantilla (79, 84, 85, 87, 89, 90 y 93), y en 91 la que bordea el campo está algo descentrada.

Las cruces son griegas —aunque 89, 90, 91, 92, 93 y 96, por leves desplazamientos del travesaño, propendan a latinas—, grandes, potenzadas y de ligero patado (más marcado en la copia 79 y ausente en 91). Presentan diversa ornamentación:
— 84, 86, 87 y el brazo derecho de 89 vuelven los extremos de las potenzas.
— 84, 85, 86 y 87 perfilan la cruz de una raya fina que, a lado y lado de los brazos, hace un bulloncillo lobulado, que 87 propaga a la potenza del cabecero.
— 85, 89, 90 y 91 inscriben otra cruz vaciada.
— 89, además de enrollar la potenza derecha, remata con un bodoque cabecero y brazos, y es la única astada con el ya comentado triángulo hueco que se afina y alarga hasta el borde.

Invierten por completo la disposición de la leyenda principal: arranque cenital, base interna y sentido horario. Las dos más antiguas mantienen los reinos de Castilla, Toledo, León, Galicia y Córdoba, pero con un solo et entre los dos primeros; para abrochar el anillo, duplican la punción final, y 77 intercala ahí un segmento con dentado céntrico. A partir del 9 de septiembre de 1243 (84), vemos también Murcia, donde había entrado victorioso el infante Alfonso [X] el 1 de mayo anterior tras el pacto de Alcaraz;109 la adición del topónimo determina suprimir todos los et (84, 85, 87 y 91) o dejarlo solo antes de Murcia (86, único vuelto nota tironiana, y 90), excepto en 89, que comprime las letras a nordeste para poder injerir tres: signum Ferrandi regis Castelle et Toleti, Legionis et Gallecie, Cordvbe et Murcie. Desde el 11 de enero de 1248, aparece Jaén, rendida a últimos de marzo de 1246,110 y suprimen todos los et las dos leyendas de aquí que lo nombran (92 y 93).111 En la última (96), del 26 de marzo de 1249, y también sin ningún et, entra ya Sevilla, conquistada en noviembre de 1248; su prestigio hizo ubicarla no al final como cada nueva conquista de Fernando III, sino tras Galicia, donde permanecerá en lo sucesivo: signvm Ferandi (sic) regis Castelle, Toleti, Legionis, Gallecie, Sibille, Cordvbe (la leyenda completa de los últimos años de Fernando III con todos los territorios será: signum Ferrandi regis Castelle, Toleti, Legionis, Gallecie, Sibille, Cordube, Murcie et Iahenni).112
La escritura en conjunto es sumamente característica, con letras redondeadas, bastante anchas y trazos gruesos muy marcados. Signum va siempre con U, pero aparecen uves en Cordvbe (84, 85, 89 y 90) y Mvrcie (90 y 91). Solo hay nexos en 84 (st en Castelle) y 85 (UM en signum y st en Castelle). Las abreviaturas menudean más, indicándose llegado el caso las de Castell(e), Gall(eci)e o Iah(e)ni113 con una rayita que corta las eles o la hache; la de Cordub(e) con un espoloncillo en la parte alta de la B, y la de Murc(ie) volando un rasgo sobre la C o, más excepcionalmente, repitiendo el mismo signo que en Cordube. Únicamente 89 encaja la I de regis y la primera de Legionis en la letra precedente. Interpunge todas las palabras (salvo después del Legionis de 89 por coincidir con la prolongación del asta que atraviesa el anillo), encabalgando invariablemente tres aritos.






