En esta obra, Saint Germain dedica sus enseñanzas a exponer su única verdad: el concepto del «YO SOY» (que designa la presencia divina en cada ser). La Vida en todas sus actividades, donde quiera se manifieste, es Dios en Acción y es solo por falta de comprensión, de pensamiento y de sensación que la humanidad constantemente interrumpe la corriente pura de Esa Esencia Perfecta de la Vida, la que sin interferencias expresa naturalmente su Perfección en todas partes.
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La tendencia natural de la Vida es Amor, Paz, Belleza, Armonía y Bienestar, pues a la Vida no le interesa quien hace uso de Ella; emana constantemente para manifestar su Perfección, siempre con ese proceso ascendente, que es inherente en Ella misma.