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TRÍPTICO DE LOS SIETE INVIERNOS
Míguel Ángel Martínez

Ediciones Trébedes
Foto del autor: C. Gutiérrez
Foto de la cubierta e ilustraciones interiores: Miguel Ángel Martínez
1ª edición impresa. Agosto 2008. Bubok Publishing S.L.
Portada: Miguel Ángel Martínez
© Ediciones Trébedes, 2011
© Miguel Ángel Martínez, 2011
Rda. Buenavista 24, bloque 6, 3º D – 45005 – Toledo (España)
www.edicionestrebedes.com
ISBN DIGITAL: 978-84-939085-9-1
Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.
Contenido
Portadilla
Créditos
Nota a la primera edición
Nota a la segunda edición
Presentación
SIETE INVIERNOS
Desahogos
I. Desahogos de Oficina
LA LUCHA
HAN DESPEDIDO A UN COMPAÑERO
REUNIÓN DE TRABAJO
CANCIÓN DEL FINANCIERO
LA CRISIS
PREFIERO TU AMOR
CORREOS ENTRE SEMANA
LO QUE HAY QUE AGUANTAR
EXCESO DE TRABAJO
LA CUEVA
II. Desahogos a la Sombra...
EL BUZO DE LA ISLA
EL JARDÍN DE LOS PROYECTOS
POETA
POETA (DESDE OTRO ÁNGULO)
CUATRO LUCEROS
LAS MANOS MAGAS
DICEN
LA NIEBLA
QUIÉN SOY YO
QUIERO SER LUZ Y VIENTO
III. A la Sombra de una Iglesia
LIBERTAD
HOJAS QUE EL VIENTO SE LLEVA
IGLESIA EN RUINA
PASAR A MI LADO
QUÉ POCO ENTIENDES
TU EMPEÑO
DAVID
PERDÓN Y OLVIDO
LA TORRE
CIENTO POR UNO
¿Dónde está la esperanza?
I. Oscura canción de noche
¿DÓNDE ESTÁ LA ESPERANZA?
EL AGUA QUE DA MÁS SED
EN LA NOCHE
INVENTAR LA ESPERANZA
MUERTO VIVIENTE
UNA LUZ EN LA NOCHE
II.Primer Interludio Onírico
SALUDOS A TUS PADRES
III. En los niños habita la esperanza
EN LOS NIÑOS HABITA
¿QUÉ VIDA SE ESCONDE EN LA RISA DE UN NIÑO?
DUERME NI NIÑA DUERME
EN LA ALAMEDA VERDE
QUÉ SERÁ DE TI
TRISTE CANCIÓN DE CUNA
IV. Segundo Interludio Onírico
SUEÑO DE LOS DOS HOMBRES
V. Eternidad
SIN ETERNIDAD NO HAY ESPERANZA
LA PUERTA DE LO ETERNO ES LA ESPERANZA
ETERNIDAD
LA ESPERANZA DEL APOCALIPSIS
Huérfanos poemas
I. Entre la niebla
ENTRE LA NIEBLA
A MI AMIGO
MI PEQUEÑO HERMANO
TE REGALO ESTA FLOR
GRITOS Y SILENCIO
AUTOBÚS
CUANDO LA MUERTE PASA
DOLOR
II. Paisajes
AMAPOLAS
PAISAJE DE LA SAGRA
EL VIEJO MAR
FIN DE OTOÑO
FLOR DE ALMENDRO
AMANECER DE PRIMAVERA
RADIANTE
III. Fatiga, cansancio
FATIGA, CANSANCIO
DESAZÓN
GESTIÓN POR ESPASMOS
EL PROVEEDOR
AIRE NEGRO
IV. Incienso en tu presencia
INCIENSO EN TU PRESENCIA
ORACIÓN DE NUESTRO PADRE
NAVIDAD
TÚ, EL AMANTE
LEVADURA EN LA MASA
TODOS POR UNO
NO NOS MIRES
V. Amor en tiempos de crisis
AMOR EN TIEMPOS DE CRISIS
SONETO DEL BESO
ME LLAMASTE AMOR
ENTRE TÚ Y YO
INVENTARIO DE TI
PALABRAS
Comentario final
Nota a la primera edición
Aunque no he respetado el orden cronológico, sólo apuntar que los primeros versos, de los incluidos en este libro, fueron escritos al inicio del invierno de 1999 y los últimos al final del invierno del año 2005, ya iniciado el 2006.
Esta colección está dividida en tres partes. Se puede comenzar la lectura por cualquiera de ellas, como si fueran tres puertas que dan acceso a tres salas comunicadas.
La primera parte (Desahogos) estuvo prácticamente concluida en el año 2003, la segunda (¿Dónde está la Esperanza?) fue escrita como un único poema largo y estuvo terminada a mediados del 2004. La tercera (Huérfanos Poemas) es una colección de poemas diversos que abarcan todo el periodo.
Nota a la segunda edición
He revisado esta colección de poemas eliminando algunos de ellos, que fueron incluidos más por un deseo recopilatorio que por el valor que aportaban al conjunto.
También he corregido levemente algunos de los que mantengo.
Agradezco a mis amigos que me han apuntado alguna necesaria corrección y me han animado a publicar esta segunda edición, mucho más cuidada y digna que la primera.
Presentación
“Ando buscando un verso que supiese
parar a un hombre en medio de la calle…”
Blas de Otero
SIETE INVIERNOS
Siete inviernos duermen en las pocas líneas
que cubren estas hojas temblorosas.
Tres puertas entreabiertas, generosas,
esperan su mirada peregrina.
Pido perdón, disculpen el desorden,
la cama no está hecha y la comida
hace tiempo que espera y está fría,
y la limpieza… En fin, que me perdonen.
Recuerden que escondida en un poema
la vida siempre oculta la jugada
del amor y del gozo y de la pena…
Espero que este abrazo de palabras
conforte su camino aventurado
que yo no puedo más que dar las gracias.
Desahogos
I. Desahogos de Oficina
LA LUCHA
Me pongo la corbata con su máscara.
Encierro en el libro mis poemas,
el libro en el cajón
y allí mis sueños.
Me pongo la chaqueta y la armadura,
ajusto bien su cuello, el yelmo y la visera.
¡Vamos a luchar, que espere el verso!
Nadie sabe de esto. Ni imaginan.
A luchar con ingresos y con gastos,
beneficios, retornos, inversiones...
Oculto tras la cota late el viento,
la brisa entre los truenos
silenciosa.
Chocan las espadas, caen valientes,
corta el aire el acero de mi mente.
Mano de hierro, diestra en la batalla,
somete objetivos,
gráficos y cuentas,
costes unitarios, rediseños.
La misma mano, antes, con palabras,
creadora de universos en mis sueños.
Nadie sabrá de esto, es mi secreto.
Viento escondido,
arrastra corazones.
Sólo verán corbatas y guarismos,
espadas afiladas que empujan las razones.
HAN DESPEDIDO A UN COMPAÑERO
Han despedido a un compañero,
una tarde fría antes del invierno,
sin causa que sea razonable,
no más que un apunte contable.
Importó bien poco cuál era su edad, sus hijos,
su esposa, su calamidad.
Helados le hablamos, le dimos la mano,
le oímos por dentro llorar,
se oyó la tormenta presta a devorar su rota esperanza,
le vimos marchar.
En pleno silencio
hablan los corderos del destino injusto
que comparten juntos en el matadero.
Han despedido a un compañero.
Ha sido el primero,
luego vendrán más, que se irán marchando
por la triste puerta que el viento va helando.
Y los que se queden en el frío pasillo
vendrán comentando, haciendo corrillos.
Vienen murmurando,
hablan los corderos del destino injusto
que comparten juntos en el matadero.
REUNIÓN DE TRABAJO
Hablamos de humo, de sombras, de reflejos,
cuando el tiempo se agota y la vida agoniza.
Los frívolos juegan a dioses y reyes. Ríen,
olvidando su destino. Lloran,
porque el sol les molesta.
Cadáveres podridos se visten de traje y corbata,
se reparten el futuro de una tumba,
invierten en acciones del infierno
y se frotan las manos.
Se preocupan por el largo de las uñas
cuando el cáncer avanza.
El tiempo corre y se ríe.
¡Que Dios nos perdone!
CANCIÓN DEL FINANCIERO
¡Cuidado, cuidado!
Que viene el financiero.
Yo veo mesas y sillas,
él ve sólo dinero.
¡Cuidado, cuidado!
Que viene la tijera.
Nos visten de cochinos
que San Martín se acerca.
Dinero poderoso,
por todos adorado,
para tu sacrificio
estamos preparados.
¡Peligro, peligro!
Hay que ajustar los costes:
Castigos al currante,
lisonjas al preboste.
¡Peligro, peligro!
Que viene el consultor.
Es la gallina ciega,
cerebro de extintor.
Dinero poderoso,
por todos adorado,
para tu sacrificio
estamos preparados.
¡Alarma, alarma!
Los santos inocentes:
Herodes financiero,
quiere hablar con la gente.
¡Alarma, alarma!
Estemos preparados.
No entendemos por qué
pero nos ha tocado.
Dinero poderoso,
por todos adorado,
para tu sacrificio
estamos preparados.
LA CRISIS
Aquí está la crisis con su mano invisible,
te coge de las tripas
y aprieta.
Aquí está de visita el gélido despido,
de visita, esperamos,
algunos desesperan.
Aquí vienen los nervios amargos
que todo emborronan
y confunden.
Aquí pega la violencia del pánico,
que a tantos transforma
y envilece.
Sapo de hiel, hachazo de amargura,
precipicios de odio me amenazan.
Aliento de Medusa (¡no la escuches!)
susurra:
“disfruta de esta caza,
odia y serás libre”
(¡no la mires!
Tu corazón se helará como una piedra).
Qué difícil caminar contra el viento huracanado.
Qué difícil no rodar por la pendiente.
Qué difícil decir no al odio.
Aquí está la crisis con su negra mano,
te tapa la boca
y te asfixia.
PREFIERO TU AMOR
Un nuevo milagro cada primavera,
aunque haya crisis, aunque la acción baje,
aunque el futuro sea oscuro,
y cada día más duro.
Un concierto en trinos cada amanecer,
aunque suba el paro y suba el IPC,
aunque la cuesta sea cada vez más terrible
y el crecimiento del PIB insostenible.
Un amor ardiente en tu corazón,
aunque los EBITDAs se vistan de rojo,
aunque el financiero nos mire sediento
y siempre rememos en contra del viento.
Una risa fresca entre tú y yo,
aunque quiebre hasta el apuntador.
Porque la vida es amar yo prefiero
tu risa, los trinos, la luz, tu calor.
Me río de la crisis si tengo tu amor.
CORREOS ENTRE SEMANA
¿Quién puede detener esta diarrea
de nosecuantas mierdas por segundo?
Este mail que tortura mis minutos
llenándolos de espinas.
El barco de mi tiempo se me hunde
achicando basuras.
El peso de los temas escabrosos
me sepulta hasta el cuello,
y nada les detiene,
ahí siguen cayendo,
sobre mis brazos rendidos,
impotentes, como clavos torcidos.
Hasta el cuello me llega la agonía esperando a mañana,
que seguro que será peor y más duro,
y estaré más cansado.
Pero será mañana, al fin y al cabo, con un poco de suerte.
Y mañana: mañana,
en pocos días llegaremos al viernes.
Bendito viernes gozoso que todo lo redime.
LO QUE HAY QUE AGUANTAR
Lo que hay que aguantar,
¡Señor! Todos los días.
Lo que hay que aguantar.
Que te pisen la memoria,
que te hurguen en la herida.
Que te escupan el esfuerzo,
que te compliquen la vida.
Lo que hay que aguantar,
sin derecho a quejarse,
sin poder reprochar.
Porque otros hay peor
que no pueden respirar,
al menos, yo tengo aire
aunque huela un poco mal.
Lo que hay que aguantar,
¡Señor! Y lo que queda,
que no ha hecho más que empezar.
Cuando vienen los bufones
con sonrisas de cartón,
se me revuelven las tripas
y se encrespa el corazón.
Si yo tuviera una espada
afilada, medieval...
... ¡Lo que hay que aguantar, Señor!
Y yo, tan enfurecido,
y con este mal humor:
¡lo que tendrán que aguantar
los que tengo alrededor!
EXCESO DE TRABAJO
Las redes se colmaron de alegría,
las líneas bromeaban,
los routers recitaban poesías.
El firmware se llenó de primavera,
un interfaz cantaba y otro se reía,
el software meneaba las caderas.
Los bits estaban locos,
jugando a los vaqueros,
corrían sin descanso, unos y ceros,
de un lado para otro.
Contando cotilleos
el SNMP parloteaba
hablando sin parar de esto y de aquello.
El sol resplandecía.
Untado bien en crema,
el BGP moreno se ponía.
El ISIS se tomó una Coca-Cola.
La brisa refrescaba.
El firewall me invitó a una gominola.
Y así pase la noche
de picnic y soñando con las redes.
Y estaban todas locas.
LA CUEVA
Si pudiera subirme a una nube
para dar volteretas
y, colgando las piernas,
saludar a los niños que juegan.
Si pudiera nadar por los mares,
bucear el océano,
con delfines saltar entre olas
y cantar con sirenas.
Pero no. Yo trabajo en la cueva
de cristales ahumados,
encerrado entre luces sin sombra
con aire sin viento.
Así me gano el pan,
sin sudor en la frente.
Van mis dedos bailando furiosos
por las teclas crujientes.
Con los nervios tensados, al borde
de saltar en pedazos,
y la copa de las ambiciones
tendiendo su lazo.
En el fondo, hago cosas bonitas
para quien las entienda:
en mis manos sujeto el timón
hacia el sol que despierta,
y disfruto,
pero en el aire hay algo nocivo,
con dolor lo presiento;
no es normal descubrir con sorpresa que
de lunes a viernes
también sale el sol y recorre su trecho,
mientras yo, recluido en mi cueva
me entero de que es primavera
porque viene marcado en mi agenda.

II. Desahogos a la Sombra...
EL BUZO DE LA ISLA
Mi mundo interior, la verdad rocosa,
mi luna, sus estrellas,
mi sol y mis poemas,
la playa de mi cuerpo rodea mi extraña isla.
Los demás, nadan y viven en el mar inhóspito.
¿Y el aire, no necesitan aire?
De vez en cuando asoman y no parecen verme.
Mi trabajo es estar bajo el agua con ellos,
se creen que soy un pez un poco raro.
Pero vuelvo a la orilla y vuelvo solo.
¿No necesitan aire? Me pregunto.
Soy un buzo no un pez,
pero ellos no entienden,
se creen que mis agallas son de aluminio y goma.
Por más que les explico,
ellos no, no me entienden.
Pero ellos no son peces tampoco,
son buzos que olvidaron su regreso.
Pero tampoco entienden,
por más que les explico
no me escuchan,
no me entienden.
EL JARDÍN DE LOS PROYECTOS
Si regreso al jardín de los proyectos
de aquella juventud llena de fuerza,
fractura y soledad llenan mi mundo,
caminando entre ruinas y tristeza.
¿Dónde quedaron tantas ambiciones
de gracia, de heroísmo? ¿Vanidad?
En vez de hacerse humildes e invencibles,
se perdieron en difusa vaguedad.
Vosotros, compañeros de camino,
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