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El problema de naturaleza intrínseca lo plantean muchas unidades léxicas que designan clases de referentes ausentes en la experiencia cotidiana de los habitantes de España, pero que son comunes y corrientes en el Ecuador, las Antillas, América, el mundo tropical o en un país con un sistema político, económico o social del tipo establecido en el Ecuador o en una cultura con las características de la ecuatoriana. En la mayoría de los casos, no puede afirmarse que las unidades léxicas que designan estas clases de referentes no sean usuales en el español de España. Cuando un hispanohablante español quiera referirse, por ejemplo, a una especie botánica o zoológica existente en el Ecuador, pero inexistente en España, o a realidades que son características de la sociedad y cultura ecuatorianas, pero ajenas a la peninsular o a la europea, lo hará, en muchos casos, usando la misma voz que el hispanohablante ecuatoriano; pero, debido a la diferente importancia del mismo concepto en los dos países, la respectiva voz tendrá otra jerarquía según el grado de familiarización con la respectiva clase de referentes.
En el DEEc, se ha optado por registrar también aquellos elementos léxicos que, debido al hecho de que en España se usen únicamente cuando se habla o se escribe sobre un tema relacionado con realidades generalmente inexistentes en la España actual, pero que, perteneciendo a la experiencia diaria de muchos o de la mayoría de los ecuatorianos, pueden considerarse como un tipo de exotismo en el español peninsular. El registro de estos elementos va acompañado de una indicación sobre su carácter como unidades léxicas referidas a algo propio de la realidad ecuatoriana o americana. A pesar de ello, no siempre pudo delimitarse claramente qué es una realidad ecuatoriana con la cual una persona española común y corriente, sin relación profesional o biográfica alguna con el Ecuador, no estaría familiarizada (véase 13. 3).
El segundo problema que se ha planteado con respecto al manejo del criterio diferencial es de índole empírica. En la redacción del diccionario, el juicio de varios hablantes de cada una de las dos variedades lingüísticas significó la última instancia para la decisión sobre si un determinado elemento lingüístico debía considerarse usual o no usual en el Ecuador, en España, o a la vez en el Ecuador y en España. En muchos casos se consideró suficiente la competencia lingüística de los redactores hispanohablantes del diccionario; en muchos otros, especialmente en el caso de vocabulario relacionado con algún campo temático que no fuera del dominio común de los hispanohablantes de uno de los dos países, se consultó a una serie de informantes ecuatorianos y españoles, expertos en la respectiva esfera.
Somos conscientes del hecho de que el desconocimiento de un concreto elemento léxico por parte de un mayor o menor número de hablantes no comprueba que este nunca se use en la variedad lingüística de los respectivos hablantes. Pero esto ocurre con gran parte de toda la información que proporciona un diccionario.
Para apreciar el grado de objetividad del criterio, aparentemente subjetivo, adoptado al dar tanta importancia al dictamen de redactores e informantes, se puede considerar los siguientes casos: al delimitar elementos léxicos como usuales en el Ecuador y no usuales en España, se descartaron un gran número de voces y acepciones cuya ocurrencia está atestiguada por uno o por varios textos ecuatorianos, porque, según el dictamen de los informantes ecuatorianos, eran elementos no usuales o poco usuales en el habla ecuatoriana actual; sin embargo, no se descartaron otros elementos, a pesar de que su uso consta en algún que otro texto cuyo autor es español, porque, según los informantes españoles de lengua materna castellana, se trata de elementos poco usuales en su variedad lingüística.
¿Merecería la pena, teniendo en cuenta la finalidad de este diccionario, considerar como ecuatoriano un elemento léxico por haber sido encontrado en dos textos de origen ecuatoriano cuando, sin embargo, los propios informantes ecuatorianos lo consideraron como un elemento inusual en el Ecuador? La misma pregunta se plantea con respecto a las discrepancias entre los datos encontrados en textos provenientes de España y los resultados de encuestas hechas a personas cuya lengua materna es el español peninsular.
Por supuesto, los autores del DEEc no ignoran ni niegan las posibilidades de objetivar la información lexicográfica basándose en un análisis riguroso de un corpus de textos. Sin embargo, este método aún no se puede aprovechar como base de información exclusiva para la elaboración de un diccionario diferencial del tipo al que pertenece el DEEc. Para esto habría que analizar dos corpora, uno para cada una de las dos variedades lingüísticas cotejadas. Uno de los resultados del análisis comparativo sería que la mayoría de las unidades léxicas que ocurren en uno de los corpora ocurren también en el otro. Esto no sería un problema insuperable si la selección de unidades léxicas destinadas a tratamiento en el diccionario se pudiera restringir a aquellas unidades que ocurren en uno de los dos corpora sin ocurrir en el otro y, tal vez, a aquellas que ocurren en uno con una frecuencia significativamente más alta que en el otro; pero, al proceder de esta manera, se descartarían también todas aquellas unidades léxicas que ocurren en uno de los dos corpora con acepciones o valores estilísticos con los que no ocurren en el corpus de referencia. Descubrir las numerosas diferencias léxicas con respecto a formas léxicas comunes entre el español ecuatoriano y el peninsular mediante el análisis de corpora con medios electrónicos no sería rentable.
Esta ha sido una de las varias razones por las que, para la elaboración del DEEc, si bien la documentación en forma de textos primarios constituyó una fuente de información muy importante, la ocurrencia o no ocurrencia en los textos no representó la única instancia para el examen diferencial del uso de elementos léxicos en las dos variedades lingüísticas cotejadas. Por lo tanto, la importancia que se ha adjudicado a la conciencia lingüística de redactores e informantes restringe, en cierta medida, la validez empírica de la información que contiene el DEEc. Esto lo debe tener en cuenta el usuario del diccionario a la hora de interpretar la información que se le ofrece.
Aunque casi todos los llamados diccionarios de americanismos y diccionarios de ecuatorianismos publicados hasta ahora se basan, si bien con ciertas inconsecuencias, en un criterio diferencial para la selección de los elementos léxicos que recogen, carecen generalmente de una presentación sistemática de información contrastiva en relación con el cotejo de la respectiva variedad lingüística americana y la que consideran la base de diferencia que determina la selección diferencial. Algunos no ofrecen prácticamente información comparativa alguna en sus artículos y otros la brindan en cierta cantidad, pero de manera más o menos aleatoria. Tampoco la presente obra proporciona toda la información contrastiva que podría ser de interés en cada unidad léxica registrada en ella. Por ejemplo, en el caso de formas léxicas comunes al español ecuatoriano y al peninsular, se explican las acepciones usuales en el Ecuador e inusuales en España, pero, generalmente, no al revés: las usuales en España e inusuales en el Ecuador.
Sin embargo, el DEEc contesta de manera bastante sistemática a dos preguntas que puede plantearse el usuario que sabe que los elementos léxicos explicados en el diccionario son siempre propios del español ecuatoriano los cuales presentan una diferencia de uso lingüístico en comparación con el español peninsular. La primera pregunta es la que se plantea acerca del tipo de diferencia en el uso: ¿se trata de una unidad léxica no usual en el español peninsular o de una unidad léxica común al español ecuatoriano y al peninsular, que presenta una diferencia de uso entre este y aquel (véase 13. 1)? La segunda pregunta atañe al sinónimo en el español peninsular: ¿qué unidad léxica se usa en España en vez de la registrada para el Ecuador con la acepción indicada para esta (véase 15. 1)?
Estos dos componentes estructurales de los artículos van coordinados con otras características del diccionario, tales como: un lenguaje de explicaciones en el que se evitan, con excepciones bien delimitadas, elementos lingüísticos no comunes al español ecuatoriano y al peninsular; además, muchas observaciones que precisan algún detalle con respecto a las diferencias entre las dos variedades lingüísticas cotejadas, cuando el caso presenta cierta complejidad (véase 13. 2 y 13. 4).
3 Los destinatarios del diccionario
El DEEc es, evidentemente, un diccionario especializado que presenta estructuras textuales condensadas en alto grado, y se dirige a un grupo de destinatarios relativamente amplio, y específicamente a tres tipos de usuarios que podrían distinguirse según la finalidad con la que consultarán la obra. El objetivo de la consulta determina también en qué medida necesita el usuario familiarizarse con los diferentes elementos componentes del texto lexicográfico y con sus estructuras específicas.
Podríamos distinguir como un tipo de usuario a toda persona no ecuatoriana que, en un texto de procedencia ecuatoriana o en la conversación con gente ecuatoriana, se tropiece con elementos léxicos desconocidos para él, pertenecientes a otra variedad del español y que no encuentre explicados en un diccionario no especializado en el habla ecuatoriana. Pues bien, este tipo de usuario puede, mediante el DEEc, informarse sobre lo que significan determinadas unidades léxicas no usuales en España o sobre lo que significan otras unidades léxicas en el Ecuador, además de lo que significan en España, o lo que significan en el Ecuador a diferencia de lo que significan en otras partes. Quien consulte el DEEc solo con la finalidad de entender, con su significado actualizado, una unidad léxica que ha leído en un contexto determinado u oído en una situación concreta, puede hacer caso omiso de gran parte de la información que ofrece el diccionario acerca de esta unidad léxica, y concentrarse en una comprensión grosso modo de las definiciones (véase 9). Cuando estas resulten muy largas o muy complejas, el usuario podrá deducir con frecuencia, y más rápidamente, la información deseada de la parte del artículo en la que se presentan unidades léxicas sinónimas del español peninsular y del ecuatoriano (véase 15). El usuario tendrá que poner la información obtenida en relación con los datos que deduzca del contexto y con la situación en la que se tropiece con la unidad léxica por la que consulta el diccionario (véase 9. 5. 4). Entre los usuarios así caracterizados puede encontrarse un filólogo que necesite de este diccionario a la hora de leer una obra literaria de un autor ecuatoriano, un traductor enfrentado con un texto de procedencia ecuatoriana o una persona que lea ocasionalmente un texto periodístico ecuatoriano sin ninguna meta profesional. Lo que se le exige a este tipo de usuario son buenos conocimientos del español de otro país hispanohablante y cierta paciencia para entresacar la información deseada de entre la multitud de información que no necesite y que está destinada para otros tipos de usuarios.
Un segundo grupo de destinatarios lo constituyen aquellos quienes, con un interés filológico, lingüístico o profesional de otra índole, busquen información detallada sobre el léxico del español ecuatoriano o sobre diferencias entre el vocabulario del español ecuatoriano y el del español peninsular, o indirectamente del español de otros países. Este tipo de usuario hallará una rica oferta de datos semánticos, enciclopédicos, gramaticales y contrastivos, entre los que podrá escoger los que le interesen en su tarea concreta. También puede extraer del texto lexicográfico información pertinente para todo un determinado tipo de unidades léxicas como, por ejemplo, unidades fraseológicas, unidades léxicas de una determinada categoría gramatical, unidades léxicas relacionadas con determinados temas o actividades, unidades léxicas pertenecientes a un determinado nivel estilístico, fitónimos, zoónimos, etc. Para todo esto habrá de familiarizarse, en mayor o menor medida, con, por lo menos, parte de las instrucciones de uso contenidas en la introducción del diccionario, sin necesidad de conocer con detalle la totalidad de los principios que subyacen a la redacción del texto lexicográfico. Usuarios de este tipo pueden ser, por ejemplo, filólogos ecuatorianos que quieran realizar estudios acerca de diferencias entre el léxico del español ecuatoriano y el del peninsular.
Un tercer tipo de usuarios son aquellos que desean realizar ellos mismos algún tipo de tarea lexicográfica a quienes, se les exige una familiarización más profunda con los principios teóricos y la metodología en los que se basa la elaboración del DEEc, así como un acercamiento muy técnico y, además, crítico.
Uno de los objetivos de este diccionario es poder servir como fuente de documentación para otros tipos de trabajos lexicográficos en los que se quiera incluir datos sobre el léxico del español ecuatoriano. Entre las ventajas que con respecto a esta finalidad ofrece este diccionario cabe destacar sus estructuras en alto grado homogéneas, que, en parte, son consecuencia de la redacción con medios informáticos y que, a su vez, favorecen el aprovechamiento sistematizado por parte del usuario.
A los lexicógrafos profesionales, a los que el DEEc les ofrece una gran cantidad de información detallada, se les invita a estudiar una serie de soluciones técnicas realizadas por primera vez, a veces de modo experimental, para examinar su viabilidad en otros tipos de obras lexicográficas. Por supuesto, los autores de este diccionario tienen plena conciencia de que no han podido resolver satisfactoriamente muchos problemas metodológicos y técnicos importantes que serán susceptibles de soluciones más apropiadas. El DEEc puede, en algunos casos, proporcionar, por lo menos, ideas aprovechables para mejoras metodológicas y posteriores desarrollos técnicos.
4 La selección de los elementos léxicos registrados en este diccionario
4. 1 Enumeración de los criterios de selección
La selección de los elementos léxicos que se registran y cuyo uso se explica en el DEEc se basa en una combinación de criterios. El criterio diatópicamente diferencial propiamente dicho es solo uno de ellos. En total, pueden distinguirse los siguientes criterios:
•criterio geolectal (4. 2),
•criterio sincrónico (4. 3),
•criterio diferencial (4. 4),
•criterio de la difusión geográfica mínima (4. 5),
•criterio de frecuencia y actualidad mínima (4. 6),
•criterio restrictivo con respecto al vocabulario onomástico (4. 7).
4. 2 El criterio geolectal
Según el criterio geolectal, se registran en el DEEc elementos léxicos del español usual en el Ecuador y aquellos procedentes de otras lenguas existentes en el Ecuador, que han sido atestiguados como usuales por hispanohablantes monolingües residentes en el Ecuador.
4. 3 El criterio sincrónico
Según el criterio sincrónico, solo son objeto de tratamiento lexicográfico los elementos léxicos del español ecuatoriano reconocidos, por informantes ecuatorianos, entre 1985 y 2010, como usuales en el Ecuador o, en algunos casos, como, por lo menos, de uso obsolescente en el Ecuador, pero pertenecientes a la competencia lingüística pasiva de muchos ecuatorianos. El mismo criterio sincrónico se ha aplicado también en la selección de los elementos léxicos del español de España, que constituye el marco de referencia para la selección diferencial de los elementos del español ecuatoriano. Asimismo, la información contrastiva sobre las unidades léxicas del español ecuatoriano registradas en el diccionario obedece a este criterio sincrónico.
4. 4 El criterio diferencial
Según el criterio diferencial, solo se registran en el DEEc unidades léxicas del español ecuatoriano que presentan en su uso actual algún rasgo diferenciador con respecto al español peninsular. En la mayoría de los casos se trata o bien de formas léxicas no usuales en España o bien de formas léxicas comunes al español ecuatoriano y al peninsular, pero que en el Ecuador tienen una o varias acepciones ausentes en el peninsular. Menos frecuentes son los casos en los que una unidad léxica se registra debido a diferencias gramaticales, a diferente marcación estilística o a alguna restricción de uso no compartida entre el español ecuatoriano y el peninsular (véase también 13).
4. 5 El criterio de la difusión geográfica
Según el criterio de la difusión geográfica, casi todos los elementos léxicos registrados por el DEEc como usuales en el español ecuatoriano son usuales en todo el Ecuador. No se han registrado los elementos de uso solo local o regional en el Ecuador, salvo en el caso en que hay algunas unidades léxicas o acepciones que están documentadas como de uso en la costa o la región austral del Ecuador, pero que, en general, son conocidas por los habitantes del resto del país como elementos típicos del habla de aquellas zonas. Estos elementos léxicos sí han sido registrados. Su registro va acompañado de una acotación que indica que su uso activo ha sido comprobado in situ en esa zona del país (véase 10. 3).
4. 6 El criterio de frecuencia y actualidad mínima
Según el criterio de frecuencia y actualidad mínima, solo se registran en el DEEc elementos léxicos encontrados en varios textos primarios de procedencia ecuatoriana y cuyo uso ha sido confirmado por distintos informantes. El mero hecho de que un elemento se encuentre en un texto de procedencia ecuatoriana no se consideró como suficiente para la decisión de registrarlo en el diccionario. Los elementos léxicos observados en los textos primarios fueron consignados solo tras previa confirmación de su uso corriente o, por lo menos, del conocimiento pasivo por parte de varios hablantes del español ecuatoriano. En los casos de elementos léxicos cuyo uso está restringido a la comunicación dentro de los límites de determinadas ramas del saber o de determinados sectores o grupos específicos de la sociedad, se acudió a informantes especialistas en los respectivos ámbitos. Al aplicar el criterio de frecuencia y actualidad mínima, no se pudieron emplear métodos estadísticos, por lo que las afirmaciones implicadas por los datos que ofrece el diccionario tienen que interpretarse con las debidas reservas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la actitud de quienes han elaborado el DEEc ha sido muy restrictiva con respecto a la comprobación del uso corriente de elementos léxicos en el Ecuador. En casos de duda se ha preferido la supresión de un elemento documentado a la presentación de datos no apoyados por los conocimientos de un suficiente número de hablantes y, en el caso del vocabulario especializado, por el juicio de expertos de reconocida competencia.
4. 7 El criterio restrictivo con respecto al vocabulario onomástico
Según el criterio restrictivo con respecto al vocabulario onomástico, no se registran, en el DEEc, nombres propios (antropónimos, topónimos, nombres de instituciones, etc.). Lo que sí se registra son unidades léxicas que, aunque se consideran como nombres propios originariamente, han adquirido una o varias acepciones genéricas por las que el uso lingüístico ecuatoriano se distingue del peninsular. En el caso de voces que se registran como nombres comunes, pero con una acepción genérica desarrollada a partir de su función como nombre de marca, queda indicado este hecho, aunque sin más información sobre el respectivo producto comercial (véase 16. 1).
5 Las partes componentes del diccionario y las principales vías de acceso a la información lexicográfica
El presente diccionario consta de cuatro partes:
•La primera parte, que antecede a la parte principal, se compone a su vez de varios textos, de entre los que se destaca, por su importancia, la Introducción. Esta ofrece información sobre el marco metodológico en el que se inserta el DEEc y contiene instrucciones para el uso del diccionario.
•La segunda parte, la principal, consta de aproximadamente 10500 artículos que ofrecen información sobre unidades léxicas del español ecuatoriano –univerbales y pluriverbales–, para muchas de las cuales se registran varias acepciones. La estructura de estos artículos se comenta más detenidamente en los capítulos siguientes (6 – 18).
•La tercera parte comprende dos índices que abarcan los términos de la nomenclatura científica: el primero los de botánica y el segundo los de zoología. Estos índices corresponden a las especies a las que se refieren los fitónimos y zoónimos de las nomenclaturas populares del español ecuatoriano registrados en los artículos de la parte principal. Nótese que no ha sido posible identificar con el nombre científico todas las especies encontradas; en estos índices solo se encuentran aquellas que sí fueron identificadas con los nombres científicos. En el cuerpo del diccionario se encontrarán más especies solo con el nombre popular ecuatoriano.
•La cuarta parte presenta una bibliografía de referencia en la que figuran las obras consultadas a lo largo de la elaboración del DEEc.
Las estructuras del DEEc permiten acceder a la información sobre una voz del español ecuatoriano por dos vías diferentes: la primera vía conduce a datos sobre el uso y sobre los sinónimos ecuatorianos y peninsulares, partiendo de una forma léxica del español ecuatoriano en concreto; la segunda vía de acceso implica la consulta de uno de los índices de nomenclatura científica.
La primera vía supone que el usuario del diccionario parta de la forma gráfica de una voz del español ecuatoriano en búsqueda de información sobre su significado, sobre otros detalles de su uso o sobre voces, bien del español peninsular o bien del español ecuatoriano, que signifiquen lo mismo. En este caso se ha de buscar en la parte principal del diccionario el lema que corresponde a la respectiva voz del español ecuatoriano. Para esto hace falta saber las reglas de lematización aplicadas en los artículos, las cuales determinan, por ejemplo, qué formas de flexión de una palabra aparecen como lemas (véase 6. 2) o en qué artículo se proporciona la información sobre una determinada unidad fraseológica (véase 6. 4. 2. 2 y 6. 4. 2. 3) y en qué orden están consignadas las unidades pluriverbales dentro de un artículo (véase 6. 4. 2. 4).
La segunda vía de acceso implica la consulta de uno de los índices de nomenclatura científica. Los lemas de los índices de nomenclatura científica son nombres populares ecuatorianos que figuran como lemas en la parte principal del diccionario con sus términos latinos correspondientes. La información que se brinda en las entradas de los dos índices es de índole complementaria. Estas entradas no contienen más indicaciones acerca de las respectivas unidades léxicas del español ecuatoriano que su mera enumeración. Para encontrar más datos, el usuario del diccionario tiene que recurrir a los artículos de la parte principal, en los que las voces ecuatorianas tienen las explicaciones semántico-pragmáticas completas.
6 El acceso a la información lexicográfica dentro de la parte principal del diccionario
6. 1 Los lemas principales de los artículos y su ordenación alfabética
La parte principal del diccionario consta de artículos lexicográficos encabezados por lemas que corresponden a palabras del español ecuatoriano. El orden de los artículos resulta de la ordenación alfabética de estos lemas. Para efectos de esta ordenación alfabética no se consideran como letras, sino como grupos de dos letras, los dígrafos
Para saber dónde ha de buscarse la información deseada sobre determinadas palabras del español ecuatoriano, hay que conocer las reglas de lematización, según las cuales se han escogido las formas léxicas, y las reglas según las cuales se han subordinado unidades léxicas pluriverbales (las que constan de varias palabras) a unidades léxicas univerbales (las que constan de una sola palabra). Se entienden como palabras aquellas unidades léxicas que, según las reglas ortográficas del español, forman una unidad gráfica en el sentido de que les antecede y les sigue un espacio en blanco o un signo de puntuación y, además, los pronombres enclíticos le, lo, la, estos últimos independientemente de que les preceda un espacio en blanco o no.