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24 de julio de 2012 > Con 68 años, John Atta Mills muere repentinamente siendo presidente de Ghana.



El período colonial
La llegada de los europeos en el siglo XVI transformó el comercio de la región. Los primeros en establecerse en el golfo de Guinea fueron los portugueses en 1456. Esta región de la costa occidental africana se encuentra inmediatamente a continuación del Sahel. Hasta principios del siglo XVII, el oro y el marfil eran los principales productos exportados desde el litoral ghanés. Pero muy rápidamente, a partir de 1625, comenzó la trata de esclavos y en la década de 1650 ya era el comercio más lucrativo, tanto para los traficantes de esclavos europeos como para los reyes africanos.
Los europeos construyeron fuertes y edificios auxiliares para alojarse, protegerse y almacenar los bienes (principalmente armas y pólvora) que intercambiaban por esclavos.
La historia de los diferentes fuertes muestra la rivalidad de las naciones europeas por comerciar con los monarcas locales y acceder al golfo de Guinea. En 1631, por ejemplo, los holandeses recuperaron el fuerte de Elmina. Solo dos pequeñas agrupaciones territoriales que formaban parte de la Costa del Oro resistieron al invasor inglés en 1750, los reinos de los asante y los fante.
Fue más o menos en esta época cuando el reino de Asante adquirió realmente entidad en la región de Kumasi bajo el mando de Osei Toutou (1695-1731). Y casi un siglo después, bajo el liderazgo de Osei Bunsu, el reino de Asante alcanzó su pleno apogeo, hasta el punto de ofrecer una verdadera resistencia a las tropas británicas.
La resistencia de los asante
Desde principios del siglo XVIII, los asante habían establecido un reino propio con una administración unificada. Conscientes de la importancia de tener influencia sobre otros pueblos para proteger sus fronteras, a partir de 1807 y durante unos veinte años, decidieron controlar a las tribus fulani y fante, situadas a lo largo de la costa. Pero rápidamente tuvieron que enfrentarse a las tropas británicas, que no tenían la intención de abandonar sus fuertes. La batalla de Akatamanso, en 1827, supuso la primera derrota para los asante, lo que condujo a un tratado que socavó sus pretensiones. Más tarde, en 1851, tras el Tratado de Fomena, los asante tuvieron que abandonar sus reclamaciones sobre los territorios del sur. Su situación se complicó aún más por el hecho de que, ocho años antes, la Gold Coast se había convertido en una colonia inglesa.
En 1871, Inglaterra logró arrestar a los líderes de los fante. Esto supuso una escalada en el conflicto entre los asante y la corona británica, que desembocó, en 1873, en una verdadera guerra que terminaría al año siguiente con el incendio en Kumasi, la capital del reino Asante. Posteriormente, en 1901, el territorio del reino Asante fue anexado a la Gold Coast. A partir de ese momento, la corona británica estableció definitivamente su dominio, que ya existía de facto desde 1844 entre los jefes de las regiones costeras. En 1874, el Reino Unido ya controlaba toda la costa y una parte significativa del interior. Sin embargo, aunque en 1901 la mayor parte del territorio estaba bajo control administrativo directo de los ingleses, el territorio asante y parte del norte del país conservaban cierto grado de autonomía. Eran los albores de la Ghana moderna. Las tradiciones asante y fante consiguieron sobrevivir bastante bien a la dominación británica.
La independencia
En 1925 aparecieron los primeros signos de independencia, al menos de cierta autonomía. Los británicos celebraron sus primeras elecciones en Ghana para elegir un consejo legislativo de jefes locales. Son los primeros pasos balbuceantes de la vida política de Ghana, nacionalizados de esta manera.
El segundo momento importante fue tras la Segunda Guerra Mundial. Inglaterra salió del conflicto muy debilitada y la política exterior era un elemento demasiado pesado para ponerlo sobre unos hombos tan mermados. La India obtuvo su independencia en 1947. Entre los intelectuales ghaneses, la señal era clara. Aquí es donde Kwame Nkrumah y su Partido de la Convención Popular (CPP) entran en escena, ganando las elecciones de 1951. Nkrumah participó activamente en el movimiento panafricano que se desarrolló por primera vez en el Reino Unido y Estados Unidos, antes de aunar gradualmente la conciencia de las élites africanas en el continente.
Las negociaciones por la independencia duraron unos seis años, y en un clima relativamente estable, la joven Ghana despegó. El 6 de marzo de 1957 se proclamó la independencia del país. Gracias a este éxito, Kwame Nkrumah se convirtió en primer ministro.
Con la fiebre de la victoria de la nación ghanesa, los primeros años de gobierno fueron tranquilos. En la joven escena política nacional, Kwame Nkrumah logró, a veces de manera polémica, eliminar a toda la oposición. Fue en el seno de su partido donde surgieron las primeras críticas, entre ellas las del poderoso secretario general del CPP, Tawia Adamafio, quien fue adquiriendo cada vez mayor protagonismo, especialmente tras convertirse en el responsable de los asuntos presidenciales, y consiguió reunir en torno suyo a la mayor parte de la militancia. En agosto de 1962, Kwame Nkrumah consiguió escapar a un atentado. Tawia Adamafio y otros dos miembros prominentes del CPP fueron arrestados por complicidad en el asesinato. Para el tribunal, la prueba irrefutable de su deshonestidad radica en el hecho de que, unos segundos antes de la explosión que debía acabar con la vida del presidente, alejaron su coche del de este. Así, pues, fueron condenados a muerte, aunque finalmente la pena fue conmutada por 20 años de prisión incondicional.
Los inestables primeros años republicanos
Conmocionado por el incidente, Kwame Nkrumah empezó a temer por su vida en todo momento. Para reforzar su seguridad, su partido se convirtió en el único autorizado tras un referéndum. Y por medio de una ley parlamentaria, estableció que solo un candidato se pudiese presentar a las elecciones presidenciales. En estas circunstancias, Kwame Nkrumah fue fácilmente reelegido como jefe del Estado en 1965.
Pero aprovechando un viaje diplomático del presidente a Asia, la oposición, frustrada por la falta de representación política, promovió y llevó a cabo un golpe de Estado en febrero de 1966. El fundador de Ghana nunca regresó a su país después del incidente.
Para los golpistas, la acción fue legítima dada la falta de libertades individuales y la supuesta corrupción en la cúpula del gobierno; críticas comunes de un nuevo gobierno al anterior después de una toma del poder por la fuerza. Se había escrito una de las primeras páginas de la era política bajo la independencia. Muchos de los problemas antiguos seguían persistiendo. Pocos ghaneses confiaban en la legitimidad y la utilidad de un líder nacional. La mayoría prefería confiar en los jefes locales. No obstante, ante un escenario político que había vuelto a crear espacio para otros partidos, las elecciones de 1969 fueron las más competitivas desde 1951. El Partido Progresista (PP), dirigido por Kofi Busia, entró en contienda contra la Alianza Nacional Liberal (NAL) de Komla A. Gbedemah. Finalmente, el PP ganó las elecciones con el 74% de los escaños del Parlamento.
Consciente de las esperanzas depositadas en él por todo el pueblo de Ghana, el PP trató de empezar con las reformas lo antes posible. Las dos principales medidas adoptadas por Kofi Busia poco después de llegar al poder fueron una ley que limitaba la inversión extranjera en las pequeñas empresas y la expulsión del país de miles de extranjeros. Desafortunadamente para él, tuvo poco tiempo para observar el alcance de estas medidas en la sociedad. Un nuevo golpe de Estado le obligó a dejar el cargo, 27 meses después de las elecciones, el 13 de enero de 1972. La impaciencia por las dificultades económicas parece haber sido el detonante de este nuevo incidente y la falta de respeto por el derecho de los trabajadores a la huelga también. Con su llegada a la cabeza de la Primera Brigada de Accra, el coronel Kutu Acheampong llevó a cabo un sangriento golpe de Estado. Esto supuso la sentencia de muerte de la joven democracia ghanesa, que primero por medio de un sistema de partido único bajo Nkrumah y luego de otro multipartidista bajo Busia, había tratado de entender las prioridades para sacar a la nación de la pobreza.
Nkrumah, la cara de Ghana
Si hay un nombre en el mundo de la política en Ghana que debe ser recordado por encima de todos es el de Kwame Nkrumah. Como líder principal de la causa de la independencia de Ghana en los años cincuenta, hizo también una importante contribución al crecimiento del movimiento panafricanista en los años sesenta. Para muchos africanos, Kwame Nkrumah es uno de los mayores héroes de la historia moderna.
Nació en 1909 en Madam Nyaniba, en lo que entonces se llamaba la Gold Coast, un territorio en manos de la corona británica. A diferencia de muchos niños de su edad, tuvo la suerte de poder estudiar y obtener su primer título a la edad de 21 años en la Universidad de Achimota, en el norte de Accra. Luego continuó sus estudios en Estados Unidos, donde obtuvo dos licenciaturas y una maestría en filosofía en la Universidad de Pennsylvania en 1942. Fue en las universidades estadounidenses donde nació su compromiso con el activismo. A principios de la década de 1940, llegó a ser presidente de la Organización de Estudiantes Africanos de Canadá y Estados Unidos.
Al estar tan alejado de los centros donde se tomaban las decisiones que concernían al futuro de la Gold Coast, decidió trasladarse a Londres. A continuación, desempeñó un importante papel en la organización del V Congreso Panafricano, que se celebró en Manchester en 1945. Amigo del fundador del panafricanismo, el antillano George Padmore, Kwame Nkrumah también organizó la sexta y séptima conferencias panafricanas, esta vez ya en la Gold Coast, en 1953 en Kumasi y en 1958 en Accra. Esta última reunión sería la primera conferencia de los Estados Independientes de África.
Aprovechando los conocimientos adquiridos en Estados Unidos y su carisma, lanzó una campaña para convencer a la opinión pública ghanesa de que luchara por la independencia del país. Luego se fijó tres objetivos: aprender a gobernar, unificar los cuatro territorios de la Gold Coast en uno solo y lograr la independencia. El 6 de marzo de 1957 proclamó la independencia de su país. La Gold Coast pasó a convertirse en Ghana. A la cabeza del joven Estado, tres años más tarde decidió trabajar en la redacción de una nueva constitución para convertir en república el primer país del África subsahariana que lograba la independencia. En abril de 1960, el texto fue ratificado y, tras las primeras elecciones, fue nombraron presidente.
En uno de sus ensayos publicados en 1967, African Socialism Revisited, definió claramente su punto de vista sobre la política. En un momento en que ambos bandos de la Guerra Fría buscaban nuevos aliados, Kwame Nkrumah estaba convencido de que el modelo socialista se adaptaba mejor a la condición africana de la época y permitiría el desarrollo del continente. Sin embargo, se negó a seguir las teorías marxistas.
Con esto en mente, decidió industrializar su país con dinero y préstamos del gobierno, en lugar de utilizar capital extranjero. Esta era la única manera, en su opinión, de ser verdaderamente independiente de las potencias occidentales. Lamentablemente, en la década de 1950, el mercado del cacao experimentó su primera crisis y el coste de la presa de Akosombo pesó mucho en las arcas del Estado. Pronto, la rica Ghana se convirtió en uno de los países más pobres de África. La acritud en sus relaciones con la oposición empezó a crecer. Asustado por la posibilidad de un golpe de Estado, Nkrumah presentó dos leyes ante el Congreso para limitar las libertades individuales: se prohibieron las huelgas y su administración tenía la potestad de detener a todos los sospechosos de conspiración contra el presidente sin tener que pasar por un tribunal. En adelante, tuvo una vida pública bastante discreta por temor a ser asesinado. Reapareció en 1964 para aprobar una nueva enmienda, que nombraba a su grupo político, el CPP, como único partido oficial autorizado y lo designaba a él como presidente vitalicio. El 22 de enero de 1966 inauguró (finalmente) la gran presa de Akosombo, símbolo de su poder e importancia en la historia del país. Pero aprovechando un viaje diplomático a Asia, la oposición organizó un golpe de Estado con éxito en febrero de 1966. Kwame Nkrumah nunca más recuperaría el poder y, de hecho, nunca regresó a Ghana.
Primero se estableció en Conakri, la capital de Guinea, donde fue nombrado copresidente del país por el jefe de Estado y amigo Ahmed Sékou Touré. Tras enfermar de cáncer, se desplazó a Bucarest, donde nunca se recuperaría de la enfermedad. Murió allí en abril de 1972, a la edad de 62 años.
Un régimen autoritario
El Consejo Nacional de Redención (NRC), encabezado por Kutu Acheampong, trató de defender su legitimidad acusando al anterior gobierno de corrupción y, sobre todo, de llevar al país a la ruina financiera. La NRC estaba convencida de que un régimen militar garantizaría la estabilidad que el país necesitaba para reactivar la economía y pagar sus deudas.