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Diciembre

BILBAO
El 21 de diciembre.
Es una de las tradiciones más pintorescas de Bilbao y San Sebastián. Se remonta a la Edad Media, cuando los campesinos venían a la ciudad a pagar el alquiler a los señores y aprovechaban la ocasión para vender sus productos. Es una oportunidad para probar las especialidades de la región, principalmente la txistorra, protagonista indiscutible de esta fiesta. En Bilbao, se han instalado unos 300 puestos para la ocasión entre el Arenal y la plaza Nueva. En San Sebastián, hay más de 200 distribuidos por varias plazas de la ciudad.
Cocina local
Sabores tradicionales e innovación culinaria: estas son las palabras clave de la gastronomía local. En primer lugar con los pintxos, las tapas que han dado a la cocina en miniatura sus cartas de nobleza. La ebullición creativa y los efectos de moda han cambiado un poco las cosas. Una nueva generación de restauradores ofrece ahora una verdadera gastronomía en miniatura en forma de raciones. Sofisticada presentación, calidad del producto y creatividad en la composición: los días en que los pintxos eran solo rebanadas de pan que goteaban mayonesa ya han pasado.
Al mismo tiempo, los grandes chefs vascos han elevado la gastronomía de la región al nivel internacional. Con tres estrellas en sus respectivos restaurantes, los chefs Pedro Subijana, Juan Mari Arzak, Martín Berasategui y Eneko Atxa son los nuevos embajadores de la excelencia gastronómica vasca. Y para asegurar que la próxima generación de cocineros tomará el relevo, San Sebastián ha creado el Basque Culinary Center, una universidad gastronómica patrocinada por los más grandes chefs del mundo.
Este impulso de modernidad no debería hacernos olvidar las tradiciones locales, que están más vivas que nunca. Es el caso de las famosas sociedades gastronómicas, cuyos miembros se reúnen periódicamente para compartir una comida en la intimidad de un txoko, un local que podría confundirse con un restaurante, pero que está reservado a las hermandades.
Lo mismo ocurre con las sidrerías, que abren sus puertas de enero a abril, permitiendo a los visitantes disfrutar de la nueva cosecha de sidra extraída directamente de las kupelas (barriles) mientras degustan el menú típico: tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, costilla de ternera y queso servido con carne de membrillo y nueces.
Platos típicos
Productos de la tierra

Productos de la tierra - Pintxos.
© Franck Boston – Fotolia
El pescado y el marisco desempeñan un papel esencial en la cocina popular, especialmente el bacalao, que se utiliza en muchas recetas tradicionales (bacalao al pil-pil, a la vizcaína, en salsa verde, ajoarriero). En general, el pescado se prepara en salsa, guisado o a la parrilla, acompañado de pimientos, patatas, etc. Muchos de los productos tienen una denominación de origen controlada o una etiqueta regional y se utilizan para crear una cocina sabrosa.






Platos típicos







Quesos
Las raíces pastorales del País Vasco y la vecina Navarra dan lugar a la producción de quesos hechos con leche de oveja de gran calidad, como demuestran los numerosos premios internacionales cosechados anualmente. Hay dos Denominaciones de Origen Controladas:


Postres
Los postres son una parte esencial de la cocina vasca, aunque no sean tan reconocidos, pues suelen estar relegados por la creatividad del resto de platos. Entre los más conocidos están:





Vinos y bebidas
Txakoli
El txakoli es un vino joven con una ligera acidez. Se suele servir muy frío como aperitivo o con una tapa. Este vino blanco se produce en la costa vasca, principalmente en Getaria y Zarautz, pero también en la provincia de Araba y Bizkaia. Su producción es relativamente pequeña, con una superficie estimada de alrededor de setecientas hectáreas. Cada uno de sus viñedos tiene una denominación de origen controlada: Getariako Txakolina, que abarca los viñedos de Gipuzkoa, representa la mitad de la producción, con aproximadamente 350 hectáreas de viñedos; Bizkaiako Txakolina, en Bizkaia, abarca aproximadamente 250 hectáreas, gran parte de las cuales se concentran en torno al municipio costero de Bakio; y Arabako Txakolina, en Álava, que abarca aproximadamente cien hectáreas.
Sidra
El consumo de sidra («sagardo» en euskera) en el País Vasco se remonta al siglo XI. El consumo se daba principalmente en las provincias de Bizkaia y Gipuzkoa, desde donde se extendió al norte de Navarra y al País Vasco francés.
Las manzanas son recogidas entre los meses de septiembre y noviembre, y en enero comienza la época de las sagardotegis, sidrerías a las que acudía la gente para probar la nueva sidra, acompañada de algunos productos para picar. Hoy las sidrerías están abiertas principalmente entre los meses de enero y abril, y ofrecen un menú compuesto por una tortilla de bacalao, bacalao con pimientos y una chuleta, y toda la sidra que se quiera beber. Si hemos de seleccionar un lugar para probar la sidra y el menú de las sagardotegis, este debe ser Astigarraga, en Gipuzkoa, que concentra el mayor número de sidrerías por metro cuadrado.
Además de sidra y txakoli, podemos acompañar la comida o los pintxos con cualquiera de los buenos vinos de la Rioja Alavesa, y finalizarla con un pacharán, un licor elaborado ya en la época de los reyes navarros a base de endrinas. Más moderna y propia de los jóvenes es el calimocho, una bebida que mezcla vino tinto y refresco de cola.
Recetas

Recetas - Marmitako.
© Sirozorg – Fotolia
Marmitako


Bacalao al ajoarriero


Juegos, ocio y deportes
Deportes

Deportes - Gran chistera
© Bernard BRETON – Fotolia

Otros deportes de equipo como el baloncesto o balonmano cuentan con representación de equipos vascos en las máximas categorías. Mención aparte merece el ciclismo, muy popular en el País Vasco y Navarra gracias a las hazañas de ciclistas como Miguel Indurain, cinco veces ganador del Tour de Francia, Abraham Olano, campeón del mundo, Marino Lejarreta, Joseba Beloki, Haimar Zubeldia, Mikel Landa..., o del equipo Euskaltel- Euskadi, ya desaparecido.
El deporte tradicional y autóctono más popular es la pelota vasca, que también se practica en Navarra, La Rioja y en el suroeste de Francia. Es, sin duda, una de las especificidades más conocidas de la cultura vasca. Hay varias especialidades de este deporte, dependiendo del material y del espacio de juego. Se puede jugar en un frontón, en un jai alai (un frontón cubierto reservado para la cesta punta) o en un trinquet (un espacio cerrado con cuatro paredes). Este deporte utiliza un vocabulario que merece algunas aclaraciones: la txistera es una especie de guante de mimbre que se utiliza para jugar a la cesta punta; la pala es el nombre que se da a la raqueta de madera rígida que se utiliza para jugar a la paleta o pala; y, por último, la pelota a mano aún se sigue practicando hoy en día, especialmente por los veteranos que todavía creen que es la forma más pura del deporte. Los juegos de fuerza (herri kirolak en euskera) animan las fiestas de los pueblos al enfrentar a varios equipos entre sí en una serie de eventos. Estos juegos tradicionales, que comprenden un total de dieciséis disciplinas, suelen ser la herencia de antiguas labores agrícolas, como el lasto altxari, que consiste en izar un fardo de paja de 45 kilogramos atado al final de una cuerda y repetir este movimiento tantas veces como sea posible; el aizkolariak, en el que el participante debe cortar gruesos troncos lo más rápidamente posible con un hacha; o el lokotxa, una competición de recoger mazorcas de maíz en una cesta lo más rápidamente posible. Entre los diversos eventos, la harri altxatzea (levantamiento de piedras) es probablemente el más espectacular, ya que cada participante debe levantar una piedra de entre 250 y 300 kilogramos sobre su hombro. Otro juego popular es el soka, en el que dos equipos de ocho hombres tiran de los extremos opuestos de una cuerda.
Finalmente, cabe destacar la enorme popularidad que tienen en el País Vasco las ya citadas regatas de traineras o de arrastre, un deporte tradicional que tiene sus orígenes en los barcos que se utilizaban para la pesca y la captura de ballenas. La tripulación de arrastre está formada por trece remeros y un timonel, la persona al mando. Los equipos participan en grandes competiciones, la más famosa de las cuales es la Bandera de La Concha, que se celebra cada año en San Sebastián.
Athletic Club de Bilbao
Aunque el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid dominan actualmente la escena futbolística española, el Athletic Club de Bilbao sigue siendo un fuerte rival y, junto a ellos, el único equipo que siempre ha jugado en Primera División desde su creación en 1928. El Athletic es el tercer club con más títulos de España. La particularidad única del equipo es que está compuesto enteramente por jugadores vascos o formados en territorio vasco. Junto con el Barcelona, es uno de los pocos clubes españoles que mantiene el estatus de asociación deportiva, es decir, que pertenece a sus socios.
Actividades para hacer en el lugar
Surf
Las playas de la costa vasca son populares entre los surfistas porque ofrecen excelentes condiciones para la práctica de este deporte. Entre los mejores spots se encuentra la playa de Zurriola, en San Sebastián, y las famosas olas de Sopelana, Zarautz y Mundaka.
Deportes de aventura
Los amantes del montañismo y la escalada tendrán multitud de opciones en las montañas de Euskadi, desde la práctica del barranquismo, escalada, espeleología... Dene tener en cuenta la tradición montañera de la región, que ha dado al deporte vasco grandes alpinistas como Juanito Oiarzabal, Edurne Pasaban o Alberto Iñurrategi.
Golf
Los exuberantes paisajes verdes del País Vasco ofrecen un escenario ideal para la práctica del golf, con campos de perfiles y categorías diversas. En total, hay unos diecisiete campos de distintas categorías repartidos por todo el territorio.
Senderismo
En el País Vasco no hay que perderse la Ruta del Flysch, que sigue los imponentes acantilados de Mutriku, Deba y Zumaia, testigos de sesenta millones de años de historia escrita en la roca.
Con nueve parques naturales, las posibilidades de la práctica del senderismo en la Comunidad son múltiples, especialmente en los espacios de Aralar, Gorbeia, principal punto de referencia del montañismo vasco, o Urkiola. Además, siempre podremos seguir los diferentes PR y GR que cruzan la comunidad, o animarnos a transitar por los caminos que conducen a Santiago de Compostela, bien sea siguiendo la ruta de la costa o las siete etapas que atraviesan el interior del País Vasco en un itinerario de 220 kilómetros.
Personajes ilustres
Cristóbal Balenciaga
Nacido en Getaria (Gipuzkoa) en 1895 y muerto en Valencia en 1972, fue uno de los más grandes diseñadores de moda españoles. Desde muy joven se familiarizó con el mundo de la moda observando el trabajo de su madre, costurera de los marqueses de Casa Torres. Balenciaga descubrió los gustos de la élite europea de la época a través del espléndido vestuario de la marquesa, que compraba en las más bellas boutiques de París y Londres. Entre 1907 y 1916 se formó en los talleres más prestigiosos de la época, primero en San Sebastián y luego en Burdeos. Abrió su casa de moda en San Sebastián en 1917 y pronto tuvo un gran éxito entre las clases pudientes, con la reina María Cristina y la infanta Isabel como fieles clientas. En 1936, cuando estalló la Guerra Civil, Balenciaga dejó San Sebastián y se trasladó a París. Ese mismo año presentó su primera colección de alta costura, que obtuvo un rotundo éxito. Durante la década de 1940, el estilo de Balenciaga se distinguió por sus reminiscencias del traje tradicional español y el uso de bordados. A partir de los años 1950, sus creaciones con líneas de fluidos alteraron los códigos de la época. Su estilo limpio le valió la admiración, y la fidelidad como clientes, de las familias reales española y belga, la princesa Gracia de Mónaco, Greta Garbo o Marlene Dietrich — esta última dijo que Balenciaga conocía su cuerpo perfectamente y que sus vestidos no necesitaban ser alterados—. Muchos de sus colaboradores crearon su propio sello, como en los casos especialmente famosos de André Courrèges y Emanuel Ungaro. El Museo Balenciaga, inaugurado en 2011 en Getaria, presenta una colección de unas 1200 piezas del modisto. La casa de moda Balenciaga está actualmente bajo la dirección de Nicolas Ghesquière.
Pío Baroja
Nacido en San Sebastián en 1872, su primera obra, Vidas sombrías, fue publicada en 1900 y constituyó una especie de preludio a la trilogía que dedicaría a la tierra de sus ancestros, Tierra vasca, que agrupa La casa de Aizgorri (1900), El mayorazgo de Labraz (1903) y Zalacaín el aventurero (1909). La trilogía se inscribe en el género novelístico, el que más cultivó, aunque también escribió teatro. Su obra más célebre es indiscutiblemente La lucha por la vida, una inmersión en los bajos fondos de Madrid que integra La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Brillante escritor, no dejó nunca de publicar. Entre 1913 y 1935 salieron a la luz los veintidós volúmenes de una saga histórica, Memorias de un hombre de acción, en la que retoma el género picaresco. También se dedicó pronto a escribir sus propias memorias, entre 1944 y 1948, que salieron bajo el título de Desde la última vuelta del camino. En total, publicó más de cien libros. Maestro del retrato realista, su estilo sobrio y poderoso influenció a escritores como Camilo José Cela o Ernest Hemingway. Representante de la Generación del 98, es considerado como uno de los grandes escritores españoles del siglo XX. Su novela El árbol de la ciencia (1911), en cierta manera autobiográfica, está considerada como su obra capital. Pío Baroja murió en Madrid en 1956.