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Entre sus múltiples publicaciones destacan el artículo "In the Hurricane's Eye: A Supraparadigmatic Integrative Model"(autor, 1997). Y los libros Los Afectos en la Práctica Clínica (editor y coautor, 1988), Integración en Psicoterapia (editor y coautor, 1992), "Integración en Psicoterapia: Manual Práctico (editor y coautor, 2004), Psicoterapia Integrativa: Delimitación Clínica (autor, 2001), Historia del Modelo Integrativo en Chile (coautor, 2009), Biblioterapia para el Desarrollo Asertivo (autor, 2004), Cuando Vivir No Basta (autor, 2012) y Psicoterapia Integrativa EIS, Profundizando la Comprensión... Potenciando el Cambio (autor, 2017).
Prólogo Nacional ~
Dr Jorge Gissi
Una teoría ‘superficial’ pero acertada, pasa a ser más profunda que una teoría ‘profunda’ pero equivocada. Como lo he señalado antes, hablar de cosas profundas, no es lo mismo que hablar profundamente de las cosas.Roberto Opazo Castro, Psicoterapia Integrativa EIS
Hay que aprender, en el diluvio de las razones psicopatológicas, lo que se sabe y lo que no se sabe, cómo y en qué sentido y en qué límites se sabe algo, con qué medios es adquirido y cementado este saber. Porque la ciencia no es un frasco liso de exactitudes equivalentes e iguales, sino un ordenamiento estructurado de especies muy distintas de validez, de importancia y de esencialidad.Karl Jaspers, Psicopatología General
Al nacer lo que hoy normalmente se considera la psicoterapia moderna, a fines del 1800, algunas creaciones como la hipnosis y el psicoanálisis produjeron un optimismo intenso. Pero luego ambos fueron no solo criticados, sino incluso rechazados o abandonados, o antitéticamente idealizados. El conductismo produjo otra ola de optimismo, poco después los humanismos otra aun, a mitad de siglo.
Así llegamos al siglo xxi, con hasta trescientas corrientes psicoterapéuticas en pugna teórica y práctica, con frecuentes espíritus estrechos de sectas como diversos partidos políticos o religiones (de "re-ligare") que no religan nada.
A Roberto Opazo Castro esta situación de conflictos puberales entre tales escuelas o paradigmas le parece mal, a mí también. Pero a él no solo le parece mal desde hace décadas, cuando editó su primer libro Los Afectos en la Práctica Clínica en Santiago, en 1988, sino que desde la década de los setenta, cuando creó el Centro Científico de Desarrollo Psicológico – cecidep – hasta el actual 2017 en que publica este último libro; a diferencia del primero, como único autor. En estos años él ha trabajado, investigado, leído, escrito, terapeutizado, enseñado, dialogado, divulgado y perfeccionado el estatus de la Psicoterapia no solo en Chile, sino – excepcionalmente – en el mundo. Después él y su equipo crearon el actual icpsi, el año 2000: su creatividad y esfuerzo, su inspiración y transpiración, su sensibilidad científica y semiartística, su "rigor e imaginación" (G. Bateson) lo hicieron ganar el Premio internacional Sigmund Freud (2004), otorgado por la Ciudad de Viena en coordinación con el World Council for Psychotherapy.
Hasta hoy (!) en las escuelas de psicología de occidente los profesores y alumnos se preguntan "¿de qué corriente eres tú?". Cuando ellos mismos quieren hacerse psicoterapia suelen pedir "la escuela mejor, o mejor para mí". La evidencia científica, desde hace décadas, es que no hay algunas escuelas o corrientes psicoterapéuticas buenas y otras malas; es que todas tienen virtudes y limitaciones, y al evaluar con rigor los resultados de éxitos y fracasos de las terapias, las escuelas tienden a tener porcentajes semejantes.
Esto llevó a que Lazarus pragmáticamente publicara su libro Terapia Multimodal, invitando a un "eclecticismo técnico"; las últimas décadas del siglo xx los autores y/o terapeutas no ortodoxos se pasaron en masa a tal eclecticismo.
Opazo demuestra en éste, su último y más importante libro, que la "integración" en psicoterapia trasciende epistemológica, teórica y prácticamente a las heterogéneas y confusas formas de eclecticismos. En breve, éstos reconocen que no hay corrientes buenas y malas, o sea, superan el splitting precedente. Toman, pues, aspectos de diversas escuelas, tanto teóricos como técnicos, pero sin rigor. Lo adecúan a su parcial formación y a sus gustos, de modo arbitrario e ingenuo, dependiendo unilateral y muy predominantemente de aquella escuela que por azar conocen algo mejor.
En las formaciones y deformaciones de postítulos y posgrados, los institutos y universidades compiten entre sí en casi todo el mundo, con objetivos predominantemente mercantiles. Para asegurar a sus clientelas, y controlar sus ortodoxias, enseñan poco o nada de matices y paradigmas diversos, enfatizando los errores y limitaciones de las corrientes alternativas. En las universidades unilaterales se dan dos o más semestres, o años, a las preferencias de la dirección; y uno o cero semestres a las perspectivas y autores diferentes.
El doctor Opazo supera tales "ilusiones de alternativas" (Watzlawick et al.), buscando la integración a través de la evaluación y síntesis crítica de diversas corrientes y paradigmas. Ello lo lleva a afirmar por ejemplo que: "Para valorar algunos aportes de la aproximación sistémica, no necesitamos renunciar de plano a los condicionamientos clásicos. Y para valorar el condicionamiento clásico, no necesitamos rechazar de plano cualquier tipo de aproximación sistémica" (en 2.2: Integrar sin reducir).
Y agrega más adelante: "En un sentido profundo, enfrentamos una disyuntiva no menor: o nos interesa el ‘ganarle’ a tal enfoque y/o el ‘ganar adeptos’ en el aquí y ahora, o nos interesa el trascender en el conocimiento" (en 2.0: El paradigma afectivo).
Así, evitando lo mejor posible las unilateralidades, discriminando en la ciencia lo que es tal de lo que no, el autor se rige por el mandato de Sartre: "Tenemos que aprender a pensar contra nosotros mismos". Se trata de aproximarse a la Verdad, sabiendo que ella es siempre huidiza, que no es posible evitar nuestra parcial perspectiva, y que toda ciencia y toda persona es y está en la historia.
En el punto 2.3: "Fundamentos epistemológicos del Supraparadigma Integrativo", el autor muestra la oscilación entre el constructivismo radical y el realismo ingenuo. Él se presenta partidario del constructivismo moderado, después de una larga y brillante discusión. Con acierto irónico anota, luego del análisis, que "no se puede apagar el incendio psicoterapéutico con bencina epistemológica" y en el Recuadro 5 cierra con un esquema gráfico notable.
El libro comienza diciéndonos que la "psicoterapia integrativa" es posible, es necesaria y es una tarea urgente teórica y prácticamente. Es así para la ciencia, para los terapeutas y para los pacientes, todos nosotros. No obstante, aún está por hacerse, y el autor confía en que ésta será una colaboración importante para esta deuda de la psicoterapia.
El desarrollo del libro muestra amplia y cuidadosamente que esta confianza es justificada. El autor "teje" y relaciona con fecundidad, de un modo eficazmente creativo a la vez que empírico, los distintos niveles y problemas en que estuvo y está la psicoterapia. Así el autor conoce y respeta las principales escuelas o paradigmas de la psicoterapia occidental en su historia: el paradigma Biológico, el paradigma Cognitivo, el paradigma Afectivo, el paradigma Inconsciente, el paradigma Ambiental-Conductual y el paradigma Sistémico.
Revisando el estado actual de la psicoterapia, en cada uno de los seis paradigmas, el autor los considera a todos no solo importantes, sino imprescindibles; y, a la vez, a todos insuficientes por sí solos. El "tejido" entre los seis paradigmas es sutil y polifacético: oscila entre diferentes niveles de abstracción, desde lo epistemológico hasta "potenciar el cambio". Esta inclusión me parece "completa", como dice el autor, rica y satisfactoria. Por supuesto, cada uno de los paradigmas tiene múltiples divisiones, y subvariaciones, que el autor estudió y cita profusamente. Sin embargo, veo aquí algunas limitaciones parciales (y comprensibles). Por una parte faltan las psicoterapias asiáticas, ya presentes en la psicoterapia transpersonal.
Por otra, en el paradigma Ambiental-conductual (2.6) la mayoría de lo ambiental es cultural, incluso con ejemplos de países, y en cuanto tal debería contextualizar a los seis paradigmas.
Además, la alusión a Prochaska y Norcross de la psicoterapia existencial como más filosófica que terapéutica, no considera los relevantes libros Psicosíntesis de Roberto Assaggioli, Psicoterapia existencial de I. Yalom, ni El Don de la terapia del mismo autor.
Uno de los méritos del libro es su diferenciación analítica entre capítulos y problemas fundamentales diversos en la psicoterapia: Epistemología, Metodología, Teorías de las escuelas terapéuticas, Teoría del Self, Teoría y técnicas del cambio.
En cada parte se analiza y revisa la literatura mundial ad hoc, distinguiendo el conocimiento científicamente válido en cualquier nivel, teoría, escuela, paradigma o autor, e integrando tal conocimiento en el supra paradigma en cuanto tal. Dice el autor: "La respuesta integrativa que este libro propone es a la vez realista y optimista. Realista, en el sentido que tal vez no podremos llegar adonde alguna vez soñamos. Optimista, al creer que podremos llegar mucho más lejos que donde nos encontramos" (p. 87).
Este párrafo me recuerda la frase de Gramsci de hace un siglo: "Es necesario trabajar con el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad". Análogamente, en el último congreso de la Sociedad Interamericana de Psicología (sip, Mérida, julio de 2017) me decía el famoso psicólogo comunitario Eduardo Almeida1, a propósito de las dificultades del bienestar psicosocial: "Yo soy un optimista…sombrío". Y agregaba: "Mi esposa, María Eugenia Sánchez es una pesimista jovial".
El libro desarrolla un Supraparadigma Integrativo en diferentes niveles, cuyo análisis estimulará, requerirá y fomentará nueva investigación y nuevos libros. Así, se analiza y crea un supraparadigma epistemológico, desde aquí se esboza lo que profundizará en todo el libro: cada paradigma es necesario pero no suficiente, y en cada paradigma hay que diferenciar la ciencia sólida y el conocimiento válido, documentado, de las hipótesis, errores o sobregeneralizaciones. Esta creación exige una lectura crítica de la bibliografía, una interpretación proteica de los datos, un evitar los reduccionismos en que han caído los seis paradigmas mayores y sus variaciones menores, y un controlar la tendencia frecuente en la ciencia al "allegiance effect": "Las investigaciones en el allegiance effect muestran que el mejor predictor de los resultados que una investigación arrojará… es la orientación teórica del investigador".
En otra parte agrega el doctor Opazo: "Cada enfoque existente está compuesto por algunos aciertos y muchos desaciertos, esto, a la luz de la investigación […] ¿Qué autor o qué enfoque ha acertado en todo y no se ha equivocado en nada? ¿Qué autor o qué enfoque se ha equivocado en todo y no ha acertado en nada?" (p. 19).
Los esquemas con que el libro grafica múltiples tesis creadas son didácticos, ilustrativos y frecuentemente relevantes.
Sistematizando y rescatando lo "científicamente válido", el autor crítica y supera los reduccionismos de cualquier escuela, autor, variable o "causa" (ver Recuadro 50 en iv: Desafío 1, sobre Reduccionismos). En los apartados sobre las "evidencias y límites", de cada paradigma, la información (y formación) científica y técnica es de muy alto valor. Así se van mostrando luces y sombras de los seis paradigmas, superando los reduccionismos biologistas, sociólogistas y psicológistas en todos ellos. Vemos aquí pros y contras de la gestalt y el counseling, del psicoanálisis y la sistémica, del cognitivismo y conductismo, de la imaginería, comunicación verbal y no verbal. Se matizan las interpretaciones desde lo "alto" y "complejo" o desde lo "bajo" y "simple", rechazando ambas. Análogamente se hace, con diversos autores particulares relevantes. Sin embargo en el paradigma inconsciente y psicoanalítico, es probable que la no valoración de Adler y Jung sea demasiado rápida, discípulos mayores del primero son O. Ruhle, K. Horney, F. Kunkel y Sergio Ramos; del segundo E. Neumann, J. Hillman y T. Moore.
Con respecto a Freud, no se le hace justicia al no referir su mirada clínica según Foucault: la historia, la escucha, la comunicación verbal y no verbal. Por otra parte su influencia multidisciplinaria y multicultural hasta hoy no se considera, pero no era parte de este libro. Así, no se alude al Freud de Ricoeur, Marcuse, Fromm, Sartre, Octavio Paz y otros, pero esto no lo debemos exigir porque ya no es Psicoterapia integrativa.
Otro mérito del libro son sus conceptos originales: "Cognición afectivo-dependiente", "Usos no comunes" de los factores comunes a toda psicoterapia (relevado por J. Frank y reconfirmado científicamente el 2015 por Wampold), "Self diádico", "Ambiente y conducta patodistónica", "Perdedor puntual… ganador existencial", el diagnostico fino ligado al self y a los seis paradigmas.
Más allá de esto el libro logra "una teoría global unificadora capaz de integrar el conocimiento válido". A mi juicio lo logra en todos los niveles, pero mejor aún: los integra y dialectiza. El libro construye una Teoría de teorías, un Diagnóstico de diagnósticos y una Técnica de técnicas. Integra los seis paradigmas, los "factores comunes", el pasado-presente-futuro, lo general, particular y singular, la ciencia abstracta y el instante artístico-terapéutico-singular.
Se explicitan los desafíos de la psicoterapia del siglo xxi y se los enfrenta. El autor oscila entre lo nomotético y lo idiosincrásico sin descuidar nada… ni a nadie. Menciona más de doscientos "principios de influencia" que no alcanzan a entrar en este libro. El autor logra "humanizar la causalidad".
Creo que es el mejor libro de psicoterapia que haya leído en mi vida, y uno de los mejores de psicología. Roberto Opazo Castro hizo un libro digno de compararse con el de Jaspers, citado en el epígrafe.
PS. JORGE CARLOS GISSI BUSTOS
Psicólogo, Pontificia Universidad Católica de Chile
Ph.D., Università Gregoriana di Roma
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1 Se trata de dos autores premiados en México, EUA y Francia, creadores de varios libros, organizaciones comunitarias y muchos artículos.
Prólogos Internacionales ~
Dr. Edward Craighead
En su Psicoterapia Integrativa EIS: Profundizando la Comprensión… Potenciando el Cambio, Roberto Opazo Castro presenta la culminación de un largo desarrollo – a través de su carrera profesional – de su Supraparadigma Integrativo para la psicoterapia. Aun cuando algunos puntos específicos podrían ser discutidos (y el autor alienta a hacerlo), el cuadro general que emerge es uno de pensamiento profundo y de guía sensible para cualquier conductor de psicoterapia. El autor argumenta que los significados del paciente son centrales en el proceso terapéutico; y que los significados combinados (integrados) con las mejores contribuciones desde la investigación, posibilitarán la terapia más efectiva. Los significados del paciente son, a la vez, esenciales, y fortalecedores del proceso terapéutico; por lo que focalizar la terapia en fortalecer los significados del paciente, y en el procesamiento de las contribuciones de la investigación, es central para el mecanismo de cambio terapéutico. Y muy importante para la traducción de los mensajes terapéuticos.
El libro enfatiza la relevancia de rescatar lo mejor de las teorías acerca del cambio terapéutico, y la relevancia de rescatar evidencia empírica relacionada con la psicopatología y con los resultados de la psicoterapia. El modelo procura que lo mejor de los tópicos precedentes sea integrado en una totalidad Supraparadigmática. Esto requiere de una mente inquisitiva, capaz de ir determinando qué es "lo mejor" en cada caso; sin embargo, el autor ha hecho gran parte del trabajo del lector… en relación a ir determinando qué constituye lo mejor. Él describe estos modelos y los hallazgos – sorprendentes – con excepcional precisión, aportando al lector una notable revisión de la ciencia, de la práctica y de la teoría clínica. Luego traduce, toda esta información, en una totalidad integrada al interior de su Modelo Supraparadigmático.
En suma, Roberto Opazo Castro, uno de los grandes líderes del pensamiento en psicoterapia en el mundo, le está aportando a la disciplina un libro de la máxima influencia: "Psicoterapia Integrativa EIS". El autor ha recibido previamente significativos premios y distinciones por la presentación de sus ideas y pensamientos. Y sus enseñanzas, y este libro, validan aquellas evaluaciones previas. Estamos hablando de un libro oportuno, y excelentemente escrito, el cual influirá en la psicoterapia a través del mundo, y por el largo tiempo que vendrá.
W. EDWARD CRAIGHEAD, PH.D., ABPP
Professor
Department of Psychiatry and Behavioral Sciences
Department of Psychology, Emory University
Dr. John Norcross
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La integración en psicoterapia se ha venido transformando en un movimiento internacional renovador, el cual promete aportar caminos menos estrechos y más efectivos a la práctica clínica. El seguir un modelo de integración sistemático, y basado en las evidencias, genera mejores resultados para nuestros clientes, y mejores habilidades para nosotros mismos, los psicoterapeutas. Estos son tiempos excitantes para la integración clínica a través del mundo.
He disfrutado de los enormes privilegios (y he tolerado los dolores lumbares) asociados con viajes a diferentes centros de integración en psicoterapia alrededor del mundo. Uno de los más impresionantes centros integrativos que he visitado ha sido el Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa (icpsi), ubicado en Chile, a los pies de los magníficos Andes. Y la principal voz de la integración en Chile ha sido el líder y fundador del icpsi, el doctor Roberto Opazo Castro. Mi librero, en mi escritorio, exhibe con orgullo la insignia que el Instituto me entregó luego de haber conducido diversos talleres allí.
Roberto es una figura muy reconocida y admirada en la integración en psicoterapia, y en la Sociedad para la Exploración de la Integración en Psicoterapia (sepi). Ahora, nos presenta su "obra magna", producto de una docena de años de investigación, estudios y sacrificio. La conclusión predominante que extraemos de la primera sección del libro – que la psicoterapia integrativa constituye una exigencia de los tiempos – aporta un trasfondo imponente para las secciones siguientes. Es así que la Psicoterapia Integrativa eis logra, como es sugerido en el subtítulo del libro, profundizar la comprensión humana y potenciar el cambio psicológico. Enraizados en una teoría integrativa inclusiva, e ilustrados por más de cien ejemplos clínicos, el psicodiagnóstico integrativo y el Supraparadigma Integrativo que se aportan en el libro, involucran contribuciones significativas en el proceso de cambio.
Diferentes aspectos de este notable trabajo exigen de un especial reconocimiento. El libro incluye más de 2 mil referencias bibliográficas, y está nutrido por cientos de resultados provenientes de estudios de investigación. ¿Quién entre nosotros – además de Roberto – ha siquiera leído 2 mil estudios? El libro cosecha los frutos de la investigación y constantemente promueve la influencia recíproca entre la investigación y la práctica clínica. La teoría integrativa propuesta emerge desde la investigación, para luego guiar la nueva investigación, en un perpetuo círculo virtuoso. Roberto evita cuidadosamente los reduccionismos; humaniza el proceso de cambio conductual y captura la complejidad de la condición humana en su Supraparadigma. De una manera impresionante, logra tejer un todo armónico en medio de sistemas de psicoterapia en competencia. Una frase que vino con frecuencia a mi mente al leer este libro fue "más allá de categoría", una notable forma de alabanza que Duke Ellington otorgaba a aquellos artistas que trascendían las ataduras teóricas habituales.
Para escribir este comentario he dispuesto de material significativo del libro traducido al inglés. A lo que quisiera agregar que uno de mis arrepentimientos existenciales es que nunca aprendí el español, idioma en el cual este libro aparece por primera vez. Este es un fracaso mutuo tanto mío como del sistema educativo de los Estados Unidos, famoso por no producir graduados políglotas. Recuerdo dolorosamente esto, en la medida que trato de digerir la totalidad de este volumen con mis tan limitadas habilidades en español. Estoy cierto que mis comentarios habrían sido más detallados e incluso más elogiosos si hubiera aprendido el idioma original.
Ambicioso en su mirada, con autoridad en sus logros, y anclado en la práctica, la "Psicoterapia Integrativa eis" es una gema brillante. Disfrútenla y absorban su brillo. Y únanse a mí en felicitar al Dr. Roberto Opazo Castro por extraer y pulir esta joya de la integración.
JOHN C. NORCROSS, PH.D., ABPP
Distinguished Professor of Psychology
University of Scranton
Dr. Paul Wachtel ~
Más allá de los silos:
Hacia un fundamento más amplio de la teoría y práctica psicoterapéutica
Con el objeto de utilizar una metáfora prominente en el discurso contemporáneo, la integración en la psicoterapia se preocupa del problema de los "silos". Teóricos y terapeutas de distintas corrientes trabajan dentro de su propio silo. Leen el material de otros con su misma orientación (teórico-práctica), observan lo que puede observarse dentro de esa orientación, evalúan la evidencia con los criterios y herramientas de esa orientación. Roberto Opazo busca movernos más allá de esos silos, que trascendamos esos silos. De hecho, busca desmantelar esos silos, derribarlos de manera que ya no sean obstáculos. No busca agrupar el "psicoanálisis", la "terapia cognitivo-conductual (tcc)" o la "teoría de sistemas" y así sucesivamente. En su lugar, busca unir lo que el psicoanálisis, la tcc, la teoría de sistemas y otras perspectivas y disciplinas han observado. Intenta rescatar desde sus raíces y contexto original las observaciones y el conocimiento y los compara entre sí,de manera que puedan ser reordenados en una forma que sea más coherente, amplia y más verdadera respecto a cómo se vive la vida.
Este es un proyecto bastante ambicioso, y el tamaño de este volumen (así como la cantidad de años que Opazo ha trabajado en él) refleja su alcance. Opazo se preocupa de cómo las teorías y prácticas actuales que dominan nuestro campo profesional operan de manera reduccionista y limitan nuestra visión, e intenta de manera explícita lograr una síntesis no-reduccionista de sus fortalezas. Cada lector podrá evaluar el grado en que logra este cometido, pero ninguno fallará en notar el admirable trabajo y desafío que este proyecto representa.
El libro apunta a fundamentar el trabajo terapéutico sobre la teoría. No es una sencilla mezcla ecléctica, que toma por hecho los hallazgos empíricos y simplemente une lo que funciona. Opazo respeta la teoría, el pensamiento, el esfuerzo cuidadoso de reconciliar descubrimientos y métodos que parecen estar en pugna entre sí. Busca un marco teórico inclusivo y argumenta enfáticamente que sin una teoría bien fundamentada y coherente, la práctica de la psicoterapia tiene pocas probabilidades de ser efectiva.
El esfuerzo integrativo de Opazo está enraizado en una investigación empírica sistemática, pero también apunta a incluir observaciones derivadas de la práctica clínica y los insights provenientes de la atención a la experiencia misma de vivir. Mucho de lo que hoy sabemos sobre la personalidad, así como lo que sabemos de la vida, viene del acto de vivir, y Opazo busca una teoría viviente, una teoría rigurosa y basada en la evidencia, pero también impregnada en el conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos, que es distinto al conocimiento que tenemos sobre las rocas o los árboles. Por esta razón, el sentido se encuentra en el centro de estos esfuerzos teóricos y terapéuticos. Desde su punto de vista,las cosas que enfrentamos en el diario vivir y en la sesión terapéutica no son meramente ambientes o estímulos, sino que son experiencias; experiencias que, para que sean relevantes en el trabajo terapéutico, tienen sentido. De esta manera, además de esforzarse por integrar las ideas y observaciones clave derivadas de los distintos paradigmas dominantes en nuestra profesión, intenta integrar el rigor empírico con la acuciosidad fenomenológica. Teoriza acerca de seres humanos activos, capaces de sentir y de significar, y no sobre organismos que son simplemente el nexo de fuerzas externas que actúan sobre ellos, si bien tampoco ignora las observaciones derivadas de perspectivas que no consideran del todo esta capacidad de significar. Considera cómo el mundo es visto desde la perspectiva de cada una de las teorías parciales que utiliza, pero le da un vuelco a cada una. En el origen de sus propios esfuerzos de integración, las distintas teorías son respetadas, pero no los límites que existen entre ellas.