abejas.
Platos típicos
OVIEDO - Embutidos, surtido de embutidos.
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Pescado y marisco Son el primer emblema gastronómico de estas cuatro comunidades. Galicia cuenta con ochenta variedades de pescado, son el alimento básico en Asturias y elemento esencial de una comida en Cantabria y en el País Vasco. La variedad es extraordinaria. En cuanto al marisco, los centollos, langostas, langostinos, vieiras, camarones, ostras, navajas, cangrejos y percebes forman un delicioso inventario, completado por una copiosa lista de peces: merluza, lubina, dorada, atún, mero, rape, lenguado, rodaballo...
En Galicia, por supuesto, podrá probar las vieiras, el centollo, típico de su gastronomía, los mejillones, las cigalas, las angulas, los chipirones o los percebes, todos ellos obtenidos en sus costas. Y por supuesto el pulpo, tan característico de la gastronomía local que algunos restaurantes (pulperías) solo sirven este producto, cocido, con pimentón dulce y aceite de oliva. Y que tiene su festival, en Vilanova de Arousa.
En Asturias se pueden degustar todos los pescados del Cantábrico, incluyendo el delicioso bonito del norte,
la merluza, el rape, las sardinas y los calamares, preparados de muchas formas:
a la plancha, al horno, en salsa o en sopa. Tanto en Asturias como en Cantabria también podrá probar pescados de río, como el salmón y la trucha, generalmente servidos a la plancha. ¡Y vuelva casa con unas anchoas de Santoña!
En el País Vasco el pescado y el marisco también ocupan un lugar esencial en la cocina popular y se utilizan en muchas recetas tradicionales (el bacalao al pil pil o a la vizcaína, la merluza en salsa verde, el
txangurro a la donostiarra... o la
zurrukutuna, receta ancestral de sopa de ajo con bacalao). El bonito del norte es especialmente popular en Bizkaia, donde se elabora el famoso
marmitako. Carnes
En esta materia también se moverá en el reino de la excelencia, la variedad y el cuidado para garantizar el origen. Por ejemplo, Galicia, tierra de carnes de gran renombre, tiene cuatro razas protegidas, entre ellas la rubia gallega, autóctona de la región. Pruebe, en particular, la ternera gallega. La ternera asturiana también se beneficia de una denominación de origen protegida y un certificado de producción ecológica otorgado por el Consejo Regulador del Principado. La misma protección se da a las carnes de Cantabria, en particular a la sabrosa carne de tucanda, una raza autóctona. En el País Vasco, el cordero lechal pertenece a las razas autóctonas latza y carranzana, y es muy apreciado por su carne tierna y jugosa. A todo ello hay que añadir los productos de la caza, cocinados en otoño, como el jabalí, el ciervo o el corzo.
Charcutería
El chorizo es aquí el rey, cocinado a la sidra en Asturias, o solo, en tapas y raciones, pero es omnipresente en las mesas y en los mercados, con una mención especial para el chorizo de Potes, en Cantabria. Pruebe también las diferentes morcillas que acompañan a la fabada, aunque también se pueden comer solas. Y el lacón cocido que acompaña a los platos tradicionales, sopas y guisos.
Quesos
La oferta es abundante en toda la franja cantábrica, especialmente en Asturias. Un producto que también está protegido mediante numerosas denominaciones de origen.
En Galicia se puede degustar el tetilla, un queso de leche de vaca cuya forma evoca el pecho de una mujer, el San Simón de Villalba, un queso ahumado con forma de peonza, y el cebreiro, queso blanco que se suele comer con una loncha de pasta de membrillo. En Asturias encontrará hasta cuarenta variedades de quesos, entre ellos el famoso queso azul de Cabrales, envuelto en hojas de castaño. Elaborado con una mezcla de leche de vaca y oveja, envejece de dos a seis meses en cuevas naturales en los Picos de Europa. El mejor es el que está elaborado con leche del verano. En el Museo de la Cueva del Queso de Cabrales le explicarán todo el proceso de elaboración. El requesón también es muy sabroso, y tiene su fiesta en Tapia de Casariego a finales de agosto.
En Cantabria se pueden probar los quesos de Liébana y el picón Bejes-Tresviso, bastante fuerte y picante.
En el País Vasco hay que buscar en primer lugar, obviamente, el Idiazábal, elaborado con leche de ovejas de raza latxa y, en menor medida, de raza carranzana. Es un queso de sabor intenso, prensado y sin cocer, con una maduración de no menos de 90 días.
Frutas y verduras
En este capítulo hay que probar, por ejemplo, las patatas gallegas, con denominación de origen por supuesto. La patata gallega se reconoce por su forma ovalada o redondeada, con una piel muy fina de color amarillo claro que al cocinarse mantiene una textura firme y cremosa. También tiene fama la patata alavesa, cultivada en las comarcas de la montaña y La Llanada. Otra hortaliza protegida tanto en Galicia como en Asturias es la faba (la judía blanca), que tiene cualidades particulares según la zona de origen y las técnicas de cultivo. Las célebres judías de Tolosa y Gernika son de color granate y se producen de forma artesanal; son usadas en muchas recetas locales y se consumen principalmente en invierno. En estas regiones también podrá encontrar maíz, tomates, espárragos e incluso kiwis, que se recogen en Asturias. Las zonas de la vid y la sidra obligan: hay que probar, si es temporada, la uva y la manzana. Y castañas en otoño. Por otro lado, no hay que olvidar los famosos pimientos de Padrón, pequeños pimientos verdes, algunos muy picantes, que se pueden encontrar durante todo el año y se comen fritos.
Especialidades gallegas
Nos centramos en cuatro platos muy característicos.
El pulpo, a
feira o a la gallega. Aunque estos dos nombres se refieren a elaboraciones ligeramente distintas, al final la preparación es la misma. Tradicionalmente, el pulpo se cocina entero en un caldero de cobre durante mucho tiempo, para ablandar su carne (normalmente tres cocciones). Una vez bien cocido, se sirve en una bandeja de madera, cortado en pequeños trozos y aliñado con aceite de oliva, sal y pimentón.
El lacón con grelos. Consiste en jamón ahumado cocido, acompañado de hojas tiernas de nabo (grelos) y chorizo. Es el plato típico de la época de carnaval.
El caldo gallego. Se prepara con carne de vacuno, un hueso de jamón, un poco de unto, judías blancas, patatas (
cachelos o
pataca) y grelos. El
pote es similar pero a mayor escala.
Las empanadas. Están rellenas de diferentes productos: atún, berberechos, tomate, carne, pescado..
Asturias
La fabada. Es el plato estrella de esta región. Las
fabes (judías blancas) se cuecen y se acompañan con chorizo, morcilla, jamón y
tocino. Este acompañamiento se sirve por separado, bajo el nombre de
compangu. A partir de esta base se crean variaciones, como las famosas
fabes con almejes.
También puede probar durante su estancia el pastel de maíz con huevo y guindillas, el pulpo con patatas, las cebollas rellenas de atún, el filete de merluza a la sidra, el bacalao a la
mousseline de ajo, la sopa de cangrejo o la ventresca de atún a la brasa.
Cantabria
El cocido. Es un guiso que se puede preparar de formas diversas: el cocido montañés
(con judías blancas y col) o el cocido liebanés
(con garbanzos).
Pruebe también el
sorropotún, una cazuela de atún con tomates y patatas, o la
olla ferroviaria, un guiso de carne magra cocida en vino blanco con puerros y zanahorias, ajo, cebollas, laurel y guindilla verde. Y, de nuevo, empanadas.
País Vasco
El bacalao al ajoarriero. El bacalao se cocina a fuego lento, con una mezcla de tomate, ajo, pimientos y aceite de oliva.
El bacalao al pil pil. Similar al anterior, no debe faltarle una guindilla roja o verde. Se sirve en una cazuelilla de terracota.
El bacalao a la vizcaína. Su particularidad es la salsa vizcaína elaborada con pimientos de espelette, dientes de ajo, tomates y pan.
El marmitako. Literalmente significa «de la olla» en euskera. Es un guiso a base de bonito del norte que se cuece a fuego lento con patatas, cebollas, pimientos y tomates.
La merluza en salsa verde. Toda la originalidad y el sabor de este plato reside en su salsa verde, normalmente hecha con ajo, caldo de pescado, un poco de vino blanco y perejil. Hay una variación llamada «a la koxkera» que incorpora almejas a la receta.
El txangurro a la donostiarra. La carne del centollo se cocina con cebolla, tomate y puerro; se gratina en el horno y se sirve abierto en canal.
Postres
Galicia es conocida por sus postres a base de almendras, como los almendrados de Allariz. Pero, sobre todo, por su muy emblemática
tarta de Santiago, originariamente elaborada para los peregrinos de paso. Espolvoreada con azúcar, ahora lleva la marca de la cruz porque un pastelero de Santiago de Compostela decidió, en 1924, decorar su tarta con un símbolo de la tradición compostelana. Una idea que fue imitada inmediatamente por todos los pasteleros y habitantes de la región. Puede disfrutarla con su café con leche
o con un té. Otro postre clásico son las
filloas, una especie de tortita, dulce para los postres y salada cuando acompaña a los platos, pero también la
bica (torta de mantequilla de canela), y en los montes de la provincia de Ourense, la tarta de Mondoñedo. En el capítulo de los dulces, también puede probar la miel.
En Asturias se pueden probar las
casadielles, una especie de empanadillas rellenas de nueces trituradas o de cualquier otro fruto seco, como almendras o avellanas, espolvoreadas con anís y servidas fritas o al horno. El otro valor seguro, el arroz
con leche, a menudo completa las comidas. También están la carlota de Gijón, con turrón y ron, cubierta con cerezas al marrasquino; los
carbayones, hojaldre con crema de almendras; los moscovitas, galletas de almendras cubiertas de chocolate que se comen en Oviedo, y el famoso tocinillo de cielo de Grado, un flan caramelizado.
Cantabria es conocida en primer lugar por sus
sobaos, una especie de bizcocho con sabor a ron o anís, típico de los valles
pasiegos pero que se puede encontrar en todas partes. Acompáñelos con un vaso de leche fresca para que el momento sea perfecto. Pero también por sus quesadas, una especie de flan de canela. El arroz con leche o el arroz con leche frito son también una gran manera de completar una comida en Cantabria.
País Vasco. La
goxua es una especialidad de Vitoria, aunque se puede encontrar en todo el País Vasco; se trata de un bizcocho cubierto de natillas con una superficie caramelizada. La
intxaursaltsa es una deliciosa crema de nuez y canela.
Las bebidas
Los vinos. Galicia cuenta con cinco denominaciones de origen: Ribeiro
, la más antigua, cuyos vinos se elaboran a partir de cepas situadas alrededor del río Miño y sus afluentes; Rías Baixas, elaborados con uva albariño, que produce algunos de los vinos blancos secos más apreciados de España, especialmente para acompañar el pescado; Ribeira Sacra, Monterrei y Valdeorras. Esta última con unos tintos perfectos para acompañar las carnes. Todos estos vinos se elaboran con variedades de uva que raramente se encuentran fuera de Galicia, excepto en el norte de Portugal. En Asturias, pruebe los vinos de Cangas, producidos en una zona con un microclima que permite el desarrollo de estos vinos de calidad. Cantabria también cuenta con dos denominaciones de origen: Costa de Cantabria y Liébana. Finalmente, en el País Vasco hay que tomar txacoli, un vino blanco joven con una ligera acidez; se produce en la costa, principalmente alrededor de Getaria y Zarautz, pero también en las provincias de Álava y Gipuzkoa, aunque su producción es relativamente pequeña.
Los licores. El orujo es un aguardiente elaborado a partir del hollejo de uva siempre presente en las fiestas gallegas, donde también encontrará la
queimada. Se consume en todas las regiones, especialmente en la comarca de Liébana (con variantes: aguardiente de crema, aguardiente con miel, hierbas...) o en Potes, en Cantabria.
La sidra. Es un símbolo de la cultura asturiana. La podrá encontrar en todas partes y también, por supuesto, en muchos platos elaborados con ella. Tiene una denominación de origen controlada.
Cantabria también es conocida por sus aguas minerales, de Solares o Corconte.
Recetas
Receta para el camino de Santiago: vieiras al natural (Galicia)
Esta sencilla receta conserva todo el sabor de las vieiras. Una vez abierta y limpia la vieira, se le añade cebolla finamente picada, un poco de aceite, un chorrito de vinagre y sal. Se pone en un horno a temperatura media durante unos quince minutos.
Tarta de Santiago (Galicia)
Ingredientes para 8 personas: 350 g de harina – 8 huevos – 50 cl de agua – 250 g de mantequilla – 500 g de almendras en polvo – 500 g de azúcar – 1 limón – azúcar glasé para decorar. Preparación: batir los huevos con el azúcar, la harina, la mantequilla blanda y el agua hasta que se mezclen bien todos los ingredientes. Añadir el polvo de almendra y la cáscara de limón rallada. Verter la masa en un molde con mantequilla y hornear en un horno a temperatura media durante media hora (compruebe el tiempo de horneado pinchando la tarta). Deje enfriarla fuera del horno y cúbrala con azúcar glasé (puede usar un patrón en forma de cruz de Santiago para decorar el pastel). Merluza a la sidra (Asturias)
Ingredientes: 6 rodajas de merluza – 250 g de almejas – 1 vaso de sidra – 1 vaso de coñac – 1 huevo duro – 1 pimiento rojo (en lata) – 1 cebolla – 2 dientes de ajo – 1 ramita de perejil – 1 cucharada de almendras trituradas – medio limón – aceite – sal – un poco de harina. Preparación: limpie bien las almejas. Espolvoree la merluza con jugo de limón, sal y un poco de ajo. Déjela descansar. Dore la cebolla picada. Aparte, en un mortero, pique un diente de ajo, el perejil y la yema de huevo duro. Añada media cucharada de harina y dilúyalo con sidra. Vierta esta mezcla sobre la cebolla dorada, añada las almendras trituradas y deje que se cocine durante unos minutos. Cubra el fondo de una cazuela de barro con un poco de esta salsa. Luego, agregue las rodajas de merluza y las almejas. Termine cubriendo con salsa y poniendo trozos de pimiento roja encima. Rocíe el resto de la sidra y el vaso de coñac, y deje que se cocine durante un cuarto de hora a fuego fuerte. Versión modernizada en el microondas. Dore la cebolla. Cocine la salsa en el microondas y mézclelo. Disponga en un plato de Pyrex las rodajas de merluza con las almejas y la salsa, rocíelas con la sidra y el coñac. Cúbralo y hornéelo durante unos diez minutos. Quesada pasiega (Cantabria)
Ingredientes: 500 g de harina – 2 huevos – 50 cl de leche – 30 g de mantequilla – 4 cucharadas de requesón – 100 g de azúcar – una cáscara de limón rallada – una cucharadita de levadura – una pizca de sal. Preparación: en un cuenco, bata los huevos con el azúcar y añada poco a poco los demás ingredientes, evitando los grumos. Cubra con mantequilla un molde de pastel y rellénelo con la masa. Hay que precalentar el horno a 180º, luego hornee durante media hora hasta que la quesada esté dorada. Déjela enfriar antes de servir. Marmitako (País Vasco)
Ingredientes: una cazuela de barro – un mortero – 500 g de atún fresco – una cebolla grande (125 g) – 2 tomates – 1 lata de pimientos rojos (100 g) – 1 diente de ajo – 1 guindilla – perejil y laurel – 1 kg de patatas – un poco de aceite – un vaso de agua – una pizca de sal. Preparación: ponga aceite a calentar en una cazuela de barro hueca. Dore la cebolla finamente picada. Añada el atún cortado en grandes trozos después de haberle quitado la piel y las espinas. Cuando el atún esté lo suficientemente dorado, agregue los tomates pelados y cortados en cubos. Luego añada las patatas cortadas en rodajas gruesas y cúbralas con agua. En un mortero, pique el diente de ajo con el perejil y un poco de sal. Añada esta preparación al plato ya en el fuego, junto con la hoja de laurel y la guindilla. Deje que se cocine durante una hora. Luego agregue los guisantes y los pimientos cortados. Deje que se cocine durante diez minutos más y, finalmente, sírvalo en la cazuelilla de terracota.
Bacalao al ajoarriero (País Vasco)
Ingredientes: 2 kg de bacalao – 25 cl de aceite de oliva – 1 kg de tomate – 500 g de pimientos del piquillo – 200 g de cebollas – 6 dientes de ajo – 6 pimientos verdes – 6 pimientos secos – perejil – pimienta – azúcar – sal. Preparación: desale el bacalao durante 24 horas cambiando el agua cada ocho horas y manteniéndolo en la nevera. Enjuague cuidadosamente el bacalao en agua fría, escúrralo bien para eliminar toda el agua. Saltee los pimientos del piquillo y el ajo en aceite de oliva a fuego lento. En otra sartén, saltee las cebollas y los pimientos verdes finamente picados, y luego añada el tomate. Al final de la cocción, ponga sal y espolvoree también un poco de azúcar para reducir la acidez de los tomates. Ponga el bacalao en la sartén donde salteó el ajo. Cuando el bacalao empiece a dorarse, traspáselo a la sartén donde están los pimientos. Añada los pimientos secos, que habrá remojado previamente en agua. Cocínelo durante un cuarto de hora y agregue perejil, pimienta y sal al gusto. Es recomendable prepararlo el día anterior.
Juegos, ocio y deportes
Deportes
Como en el resto del país, aquí el futbol es el deporte rey. El baloncesto, el ciclismo, el balonmano y otros deportes de fuerte proyección mediática son igualmente muy practicados. Especialmente conocidos son la afición vasca al ciclismo o los míticos puertos de montaña de la cordillera Cantábrica que suelen incorporarse al recorrido de cada edición de la Vuelta a España.
Pero, más allá de los deportes de masas, en esta franja del norte de España destaca la práctica de otras actividades deportivas mucho más minoritarias, algunas de ellas incluso prácticamente desconocidas para la mayoría de los españoles.
Traineras
En toda la costa norte de España este deporte es muy practicado en las localidades costeras, desde el País Vasco hasta Galicia. El origen de esta tradición se remonta a varios siglos atrás, cuando las traineras (embarcaciones pesqueras propias de la costa cantábrica, generalmente impulsadas a remo) de cada localidad se disputaban la venta del pescado, que se reservaba a aquella embarcación que antes llegara a la lonja. A finales del siglo XIX aquel duro trabajo se fue convirtiendo en deporte y comenzaron a fundarse clubes y a organizarse regatas entre los diferentes pueblos.