España Verde. País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia

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En 1936 el bloque de izquierdas, o Frente Popular, gana por poco las elecciones generales, y en este nuevo marco político Galicia y el País Vasco logran dotarse por primera vez de un estatuto de autonomía. El de Galicia, sin embargo, no llegará a entrar en vigor: la sublevación militar de julio de 1936 da paso a tres años de Guerra Civil. De hecho, en el País Vasco el estatuto solo entrará en vigor en Bizkaia y Gipuzkoa, ya que fueron las únicas provincias que permanecieron leales a la República. El primer gobierno vasco debe exiliarse. En abril de 1937 tiene lugar el tristemente célebre bombardeo sobre la población civil de Gernika, que inmortalizaría Pablo Picasso en su cuadro universalmente conocido.
Los años de la postguerra y de la larga dictadura franquista son una etapa de represión y exilio. Los estatutos de autonomía son abolidos, cualquier intento de disidencia política, perseguido y las lenguas regionales, el gallego y el vasco, relegadas al uso doméstico. Álava y Navarra conservan durante el franquismo sus fueros gracias a haber apoyado la sublevación militar de 1936, pero no las otras dos provincias vascas. En Galicia, Castelao y muchos otros intelectuales promueven numerosas publicaciones e iniciativas desde el exilio que contribuyen a mantener viva la lengua y la cultura gallegas. En el País Vasco la oposición política deriva en actividad armada con la fundación de ETA en 1959.
Transición democrática y régimen de las autonomías
Hacia finales de la década de 1960, la oposición al régimen franquista se intensifica en todo el país: huelgas obreras, manifestaciones de estudiantes e intelectuales, corrientes autonomistas... Tras la muerte de Franco en 1975 y la coronación de Juan Carlos I, las fuerzas democráticas pueden reorganizarse en el interior del país y se inicia el proceso de la denominada transición democrática. Los partidos políticos son legalizados, incluido el Partido Comunista, así como los sindicatos. El 15 de junio de 1977 tienen lugar las primeras elecciones democráticas, con la victoria de la Unión del Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez. En 1978 se aprueba la Constitución mediante referéndum, que permite establecer el sistema de las autonomías.
Ya ese mismo año se constituía un Consejo General Vasco integrado por representantes de las tres provincias históricas que estableció una ponencia redactora de un nuevo estatuto de autonomía. Este fue aprobado por referéndum al año siguiente. En 1980 se lleva a cabo el referéndum para aprobar el nuevo estatuto de autonomía en Galicia. La abstención alcanzó el 71 %, pero el estatuto fue aprobado y entraría en vigor al año siguiente. Poco después, el primer parlamento democrático de Galicia establecerá la capital gallega en Santiago de Compostela, en detrimento de A Coruña. En Cantabria, el estatuto de autonomía entra en vigor en 1982, de manera que la provincia de Santander pasó a constituir la nueva Comunidad Autónoma de Cantabria. Ese mismo año también se hará vigente el Estatuto de Autonomía para Asturias, que a partir de 1999 recibiría el nombre de Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias.
Política y economía
Política
Forma de gobierno
Descrita por la Constitución de 1978, la organización descentralizada de España se basa en tres entidades territoriales: las comunidades autónomas, las provincias y los municipios. Entre las cuatro comunidades autónomas que nos ocupan en esta guía, las de Galicia y el País Vasco accedieron a su autonomía por la denominada «vía rápida» al ser consideradas dentro del grupo de regiones históricas (junto con Cataluña y Andalucía), que reconocía sus particularidades en materia de idioma e identidad. Ambas habían disfrutado de un estatuto de autonomía durante la Segunda República, aunque el de Galicia no llegara entonces a entrar en vigor.




Partidos




Economía
Galicia Región con un peso tradicionalmente muy destacado del sector agrícola y pesquero, actualmente el sector terciario es el de mayor implantación en su economía. El dinamismo de la economía gallega ha impulsado el desarrollo de sectores productivos muy diversos: pesca, ganadería y silvicultura, pero también la industria automovilística, alimentaria y textil. En el capítulo de la industria destaca la presencia del Grupo Inditex, ubicado en Arteixo (provincia de A Coruña). Es el principal grupo de fabricación textil del mundo (por delante de American Gap), propietario, por ejemplo, de las marcas Zara y Massimo Dutti. En cuanto al sector de la automoción, destaca la presencia de la planta de PSA Peugeot-Citroën, establecida en Vigo desde 1958 y una verdadera institución en la región, que exporta los vehículos por mar desde el puerto de Bouzas.

Asturias Durante siglos, el sector primario (ganadería, pesca, cultivo de maíz, patatas y manzanas) también ha sido predominante en esta región. Actualmente ya solo ocupa alrededor del 6% de la población. También fue emblemático en Asturias el sector secundario (minería e industria siderúrgica), que hoy solo emplea al 30% de la población, una situación que no se espera revertir porque el Estado redujo drásticamente las subvenciones al sector bajo la presión de la Unión Europea (de 300 a 100 millones de euros), lo que dio lugar a grandes manifestaciones de los mineros asturianos en la primavera de 2012 y a marchas masivas de protesta en León y Oviedo. Hasta la fecha, siguen en activo ocho mil mineros. Con todo ello, el sector terciario ha superado al resto (casi el 30% de la población) y es el que emplea al mayor número de personas (65% de la población activa), con un fenómeno paralelo de concentración de la población en los centros urbanos debido principalmente a la creciente importancia del turismo.

Cantabria De nuevo, el sector primario fue aquí tradicionalmente el de mayor relevancia (leche, ganadería, pesca,...), pero actualmente es casi insignificante como fuente de trabajo (5,8% de la población activa). El sector industrial (fábricas de papel, hierro y acero, productos químicos, productos farmacéuticos y transporte) ocupa al 30,4% de la población activa, pero es también el sector terciario el que adquiere un papel más destacado en la economía cántabra (63,8% de la población). Esta evolución de las estructuras económicas también se vio aquí acompañada por un movimiento de concentración demográfica en las principales ciudades. Por último, cabe destacar la relevante presencia del sector bancario, a través del grupo Banco de Santander (aproximadamente 130000 empleados y casi 66 millones de clientes).

País Vasco
Desde que, a mediados de la década de 1980, el País Vasco afrontara la dura prueba de la reconversión industrial y la desindustrialización, con el desmantelamiento, entre otras, de las emblemáticas plantas siderúrgicas, ha experimentado un creciente desarrollo económico que la ha convertido en una de las regiones más ricas de Europa, con un PIB que se sitúa en el 140% de la media de la Unión Europea y uno de los índices de desarrollo humano más elevados del mundo. Además, el País Vasco es la primera comunidad autónoma en porcentaje de gasto en actividades de I+D.

Población e idiomas
En las últimas décadas, la evolución demográfica de la España Verde ha seguido unos patrones similares a los del conjunto del país: un estancamiento debido a una muy baja natalidad y un crecimiento vegetativo (natalidad-mortalidad) negativo. Esta situación general ha apuntado tendencias al alza en periodos de mayor crecimiento económico gracias a la llegada de inmigrantes (aunque en el norte de España las cifras no han sido muy altas), pero también ha incluido periodos de recesión demográfica durante las etapas de crisis económica, con movimientos de emigración hacia las grandes ciudades del país o hacia otros países europeos. En cualquier caso, este estancamiento está conformando en los últimos años una sociedad cada vez más envejecida.
Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco reúnen una población total cercana a los seis millones y medio de personas (6482355). Esta cifra, sin embargo, cubre una amplia gama de realidades, ya que Galicia y el País Vasco superan los dos millones de habitantes (2,7 millones la primera y 2,2 la segunda), mientras que Cantabria no alcanza el millón (581684 habitantes) y Asturias lo supera ligeramente (1022293). La principal diferencia la hallamos en la densidad de población: mientras que en Galicia, Asturias y Cantabria las densidades oscilan entre los 90 y los 100 hab/km2, en el País Vasco esta cifra se eleva hasta los 304 hab/km2.
Idiomas
Además del español, los respectivos estatutos de autonomía de Galicia y el País Vasco reconocen como lenguas cooficiales el gallego y el euskera. No ocurre lo mismo con el asturiano o el cántabro, lenguas apenas habladas y con escaso reconocimiento oficial, aunque recientemente ha habido en Asturias serias iniciativas para incorporar el bable también en calidad de lengua cooficial.




Los primeros vestigios escritos del vasco se remontan al siglo XI, hallados con el descubrimiento de los textos de las Glosas Emilianenses en el monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja. Sin embargo, su estandarización por la Academia de la Lengua Vasca solo se remonta a 1968. Antes, el euskera tenía varios dialectos propios de las provincias históricas (que incluyen parte de la actual Navarra y los territorios del País Vasco francés).
Hoy el euskera goza en la Comunidad Autónoma del País Vasco de la condición de lengua cooficial, al igual que en la parte norte de la Comunidad Foral de Navarra. Así, de una población total de casi tres millones de habitantes repartidos entre las siete provincias históricas de Euskal Herria, se estima que el 27% son bilingües y el 15% tienen un conocimiento aproximado del euskera, lo que sumaría un total de 1,3 millones de personas que hablan o entienden euskera, Si nos limitamos a la Comunidad Autónoma del País Vasco, estos porcentajes son superiores, muy especialmente en la provincia de Gipuzkoa (47% de población bilingüe).
Estilo de vida
Vida social
A pesar de que las condiciones climáticas son algo distintas, en el norte de España, como en el resto del país, la calle es también el escenario fundamental de la vida social. Lo apreciará en las celebraciones: son sociedades que guardan celosamente sus tradiciones, con multitud de fiestas, encuentros y eventos que reúnen a la gente casi siempre en la calle, tanto en el ámbito rural como en el urbano. Pero también lo más cotidiano se vive en el exterior: las tradicionales rutas de vinos o de pintxos son de bar en bar, con las calles siempre repletas de gente a partir de ciertas horas, conversando, conociéndose... De pie, en las barras de los bares, en la misma calle... raramente sentados en pequeños grupos cerrados. Tapas y vinos (o sidra) son el alma mater de la vida social (y no solo de los jóvenes). Quizás en Galicia haya una mayor tendencia al recogimiento y a los espacios cerrados, pero no en las grandes ciudades. En Santiago tendrá el mejor ejemplo de ello. También en Ourense, en Lugo, en Vigo... ¡Vivirá en la calle!
Aparte de estas formas y escenarios más tradicionales para los encuentros sociales, a través de las celebraciones, del tapeo, de las comidas (muy especialmente en el País Vasco) o de los vinos, también encontrará, naturalmente, formas de diversión y espacios de carácter más estandarizado: pubs, discotecas, etc. Pero, como ha ocurrido en todo el país, el reciente contexto de crisis económica ha empujado aún más a la gente joven a divertirse en la calle.
También en estas regiones los jóvenes viven cada vez más en casa de sus padres, como en el resto de España. Para las generaciones de los antes llamados mileuristas el acceso a la vivienda es cada vez más difícil. Este es hoy, junto a las elevadas cifras de paro, el problema más acuciante de estas sociedades. Tal vez no sean algunas de las regiones más caras de España (excepto el País Vasco) y el problema de la vivienda sea aquí algo menos complicado, con precios más accesibles, pero el problema sigue estando presente. A estas realidades (paro y precio de la vivienda) habría que sumar los bajos salarios, problemas todos ellos crónicos desde hace ya décadas y que tienen su consabida consecuencia: los jóvenes no dejan la vivienda familiar hasta muy tarde y la natalidad presenta cifras extremadamente bajas. Si a ello añadimos que aquí la inmigración tampoco ha alcanzado las cifras de Madrid o del área mediterránea, tenemos un muy bajo desarrollo demográfico y un creciente envejecimiento de la población, muy particularmente en las áreas rurales.