La mentira del vecino

- -
- 100%
- +
—Eso parece. Nada se reportó robado. La casa estaba exactamente igual a como los Carver la habían dejado… con la excepción de la niñera muerta. La dirección está en los informes. Acabo de hablar por teléfono con el sheriff de Landover. Los Carver se han estado alojando en un motel desde que se produjo el asesinato hace dos días. Pero se reunirán con ustedes en la casa esta mañana para responder a cualquier pregunta. Y eso es todo, agentes. Espero lo resuelvan pronto. Diríjanse a RRHH y saquen un auto. ¿Están familiarizadas con el proceso?
Chloe no estaba familiarizada, pero asintió con la cabeza de todos modos. Ella asumía que Rhodes ya conocía los pormenores. Dado todo lo que había pasado el día de ayer, Chloe asumió que Rhodes sabía casi todo del FBI.
Chloe y Rhodes se levantaron de la mesa. Chloe dio un último sorbo de café antes de salir de la oficina de García. Caminaron por el pasillo hacia el ascensor en silencio.
«Este día será bien largo si Rhodes no supera esta estúpida rivalidad», pensó Chloe.
A lo que Chloe pulsó la flecha hacia abajo, se volvió a Rhodes e hizo todo lo posible no solo para romper el hielo, sino para aniquilarlo.
—Agente Rhodes, saquemos todo a la luz. ¿Tienes algún problema conmigo?
Rhodes sonrió con superioridad y luego dijo: —No. No tengo un problema contigo, agente Fine. Pero estoy un poco renuente a trabajar con alguien que fue colocada en ViCAP a última hora. Eso me hace preguntarme si alguien te está haciendo favores, favores que no son justos para los otros agentes que se partieron el lomo para formar parte de este programa.
—No es que sea de tu incumbencia, pero se me pidió que me uniera a este programa. Yo quería seguir en el Equipo de Evidencias.
Rhodes se encogió de hombros a lo que las puertas del ascensor se abrieron. —Creo que el Equipo de Evidencias estuviera decepcionado si se enterara lo que hiciste ayer con la pisada.
Chloe no respondió. Podía seguir teniendo esta pequeña guerra de palabras con Rhodes, pero eso solo empeoraría su relación laboral ya tensa. La única forma de acabar con esto era demostrarle su valía a Rhodes.
Además, había metido la pata ayer. Y la única forma de arreglar eso era probarse a sí misma en este nuevo caso.
***
Cuando Rhodes eligió conducir sin siquiera preguntárselo a Chloe, ella decidió no decir nada. No valía la pena molestarse por eso. En el camino a Landover, Chloe comenzó a preguntarse si algo le había sucedido a Rhodes que la había convertido en alguien tan mandona. Tuvo un montón de tiempo para reflexionar sobre esto durante el viaje de media hora en auto a Landover porque Rhodes todavía no estaba haciendo ningún esfuerzo para hablar.
Llegaron a la residencia Carver a las 8:05. Era una casa preciosa en un vecindario adinerado, del tipo donde todos los céspedes estaban perfectamente cortados. Había una camioneta bastante nueva en la entrada, estacionada frente al garaje. Rhodes se detuvo detrás de ella y apagó el auto. Luego miró a Chloe y le preguntó: —¿Estamos bien?
—No creo, pero eso no importa. Vamos a concentrarnos en el caso.
—Eso es lo que quise decir —espetó Rhodes cuando abrió la puerta y salió.
Chloe se salió y vio a un hombre y una mujer salirse de la camioneta. Ellos se presentaron como Bill y Sandra Carver. Bill parecía el tipo de persona que ni dormía mucho pero igual tenía buen rendimiento. Sandra era bastante bonita, del tipo de mujer que probablemente no tenía que esforzarse mucho para verse bien. Pero también parecía cansada, sobre todo mientras miraba hacia la casa.
—Tengo entendido que han estado viviendo en un motel —dijo Chloe.
—Sí —dijo Sandra—. Cuando pasó, Bill estaba en un viaje de negocios. Los policías no dejaban de entrar y salir de la casa y… bueno, había tanta sangre. Así que recogí a los niños de la escuela, los llevé a cenar y luego los llevé a un motel. Les dije lo que había pasado y que parecía morboso volver tan rápido.
—Llegué a casa ayer por la mañana —dijo Bill—. Aproximadamente al mediodía, la policía nos dio el visto bueno para volver a la casa. Pero los niños y Sandra estaban muy asustados.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.







