- -
- 100%
- +
Ahora bien, el núcleo de la investigación fue Houston, considerado por algunos como un oasis multicultural dentro de un estado con significativa discriminación en contra de los extranjeros. Efectivamente, Houston es una de las ciudades más diversas de Estados Unidos y del mundo, con un número de migrantes en aumento; los de origen mexicano representan el 10 por ciento de una población de 6.3 millones de habitantes (Capps, Fix y Nwosu, 2015). Los medios describen Houston como un “unicornio para la migración calificada” (Najarro, 2017) y una de las ciudades en donde más empleadores aplican para las visas H-1B, dirigidas a trabajadores de alta tecnología.
Las estadísticas muestran que, en promedio, los mexicanos recién llegados a Houston tienden a tener un nivel de educación inferior al de la población asiática, ganan menos y se naturalizan en menor medida que otros grupos de migrantes, como los vietnamitas, los indios y los chinos. Los mexicanos estuvieron entre los primeros migrantes a la región; sin embargo, puede observarse que sus flujos se desaceleran: para el periodo 2000-2012 la población de origen mexicano sólo aumentó un 32 por ciento, comparado con un 132 por ciento en el caso de Guatemala, el 83 por ciento en el de la India y el 73 por ciento para Pakistán (Capps, Fix y Nwosu, 2015).
El cónsul de México en Houston, Óscar Solís, afirma que esta ciudad es incluso más multicultural que Nueva York, aunque la población extranjera no es tan visible por tener “poca población flotante”, es decir, la gente va a Houston directamente a vivir y no tanto a visitar. En sus palabras, “la economía de Houston es muy sólida porque no descansa en un solo pilar; no es sólo el sector energético, sino también los de la salud, la industria aeroespacial, la construcción, el comercio, los servicios”.5
Mucha de la migración de profesionistas mexicanos y asiáticos está vinculada a la existencia de casi “cinco mil empresas relacionadas con la energía, desde extracción de petróleo hasta energía renovable y de última generación”. Sin embargo, a su manera de ver, no hay ninguna organización que agrupe a estos profesionistas mexicanos.
Varios medios locales describen la importancia histórica de los migrantes en la creación de la ciudad de Houston, así como en el mantenimiento de su prosperidad. “La primera ola de migrantes fueron descendientes de escoceses e ingleses que venían de Kentucky y Misuri junto con sus esclavos africanos; la segunda ola significativa emigró de Alemania” (Leftwich, 2016). Después siguieron las migraciones en varias etapas y una de ellas, quizás la más importante para el siglo XX, fue la de mexicanos. Existen descripciones casi poéticas de la estética contemporánea de la ciudad:
Houston consta de superficies: autopistas, estacionamientos de asfalto, rascacielos de vidrio, paneles publicitarios, y millas y millas de la expansión suburbana delineada por tiendas con cajas grandes y cuadradas. Una ciudad que muchos piensan que no tiene pasado, que se elevó directamente desde el pantano, llenando las praderas circundantes con casas de cemento, ranchos y gruesas capas de césped de San Agustín. Houston probablemente habría muerto de hambre sin inmigrantes; en realidad, la ciudad no existiría sin ellos. Los primeros colonos de la ciudad eran ciudadanos estadounidenses que emigraron a México con Stephen F. Austin u otros empresarios a los que se les concedió el derecho de establecerse en el estado mexicano de Coahuila y Texas. Eran inmigrantes estadounidenses que estaban lo suficientemente intrigados por las promesas de dos desarrolladores de tierras nacidos en Nueva York, quienes hablaban de una ciudad portuaria que pronto sería próspera y de los “lujos de los pescados, aves [y] ostras” para mudarse a lo que sería brevemente la capital de la República de Texas6 (Leftwich, 2016).
Hoy día, Houston es considerada una ciudad cosmopolita y amigable con los inmigrantes en el ámbito de los negocios, con abundante oferta de empleo y crecimiento económico, pero segregada por “el racismo y el crimen”:
Los inmigrantes impulsan la economía de Houston, y los líderes empresariales casi por unanimidad están a favor de la reforma migratoria. Aun así, la ciudad está segregada por raza e ingreso. El mapa del censo parece un espejo roto, con fragmentos blancos, negros e hispanos que irradian desde el centro. Los inmigrantes enfrentan desafíos que incluyen el acceso desigual a viviendas, educación, atención médica y trabajos bien remunerados. Lo que tienen a su favor es el emprendedurismo y la ambición. Yo diría que no hay mejor lugar en América del Norte que Houston para buscar una nueva forma de vida. Mientras que las ciudades del norte, como Cleveland y Detroit, se han contraído, el área de Houston crece exponencialmente, de 4.7 millones de personas en 2000 a 6.3 millones en 2013. Gran parte de ese crecimiento proviene de inmigrantes nacidos en el extranjero, que representan el 22 por ciento de la población (entre las ciudades principales, sólo Los Ángeles y Miami tienen una participación mayor) (Berryhill, 2016).
Paradójicamente, las posturas más conservadoras plantean que los migrantes son un drenaje para la red de seguridad social, pero esta posición parece ser casi inexistente en Houston (Berryhill, 2016).
Antecedentes y planteamiento teórico
En el mercado global de competencias, la migración de profesionistas y las diásporas tienen un papel esencial en configurar las nuevas esferas de poder. La teoría de la gobernanza global ubica a los migrantes altamente calificados como actores clave de la globalización. Ellos contribuyen a la formación de las ciudades globales y configuran la nueva división mundial del trabajo; de hecho, son la nueva burguesía o la clase cosmopolita capitalista, según Counihan y Miller (2006: 261).
Más allá del nivel político, interesa la organización de los migrantes como miembros de una misma comunidad de origen (diásporas), como trabajadores integrantes de redes profesionales y comunidades epistémicas, pero también como sujetos que construyen su trayectoria migratoria. Este libro trata, en general, sobre los migrantes calificados en Estados Unidos y, en particular, sobre la descentralización de la política migratoria y su aplicación en el estado de Texas.
Hasta la fecha se han identificado pocos estudios sobre la historia de la migración calificada de mexicanos (Legareta y De la Paz Rivera, 1998), y muchos menos sobre este tipo de migración a Texas (Hernández de León, 1997; Salamanca, 2015), por lo que el planteamiento de esta investigación pretende ser no sólo novedoso, sino también necesario para llenar las lagunas de la bibliografía existente. Sin embargo, sí hay estudios demográficos más generales sobre las características de la población migrante en Texas (Capps, Fix y Nwosu, 2015). Existe también literatura sobre los mexicanos en Texas a principios de siglo XX (Miller, 1980), la política educativa para las minorías que residen en el estado (The Journal of Blacks in Higher Education Foundation, 1998; Harris y Tienda, 2010; Cullen, Long y Reeback, 2013); la lucha para defender los derechos de los mexicanos (Gugliemo, 2006), entre otros aspectos. A partir de la literatura especializada, este estudio aporta una nueva línea de análisis para explorar las consecuencias de los prejuicios hacia los mexicanos en general, para la integración de los profesionistas y para la falta de cohesión de la diáspora mexicana en Texas.
Los conceptos operacionales clave del libro serán los de migrante “calificado” (con estudios de licenciatura) y “altamente calificado” (con posgrado). Un modelo de estudio de la migración anterior, de Boneva y Frieze (2001: 477), presentaba el llamado “síndrome de la personalidad migrante” para mostrar que las personas que desean moverse a otro país tienden a ser más orientadas hacia el trabajo y a estar más motivadas por la realización profesional y por el poder, pero también que están menos animadas por la afiliación personal y menos centradas en la familia, a diferencia de los trabajadores que deciden permanecer en su país de origen. Según las autoras, esta característica sería aún más válida en el caso de los migrantes calificados, quienes privilegian su vida profesional sobre la personal.
Si bien consideramos de vital importancia este antecedente teórico-metodológico, también encontramos que los migrantes calificados, al igual que los de menores calificaciones, centran en la familia su proceso de salida y permanencia en el extranjero. La violencia, la inseguridad y las difíciles condiciones de vida en México tienen como consecuencia que los migrantes calificados sean igualmente motivados por factores afectivos (el bienestar de las familias) que por la autorrealización profesional, por lo cual el modelo de personalidad del migrante de Boneva y Frieze tendría que reconsiderarse en función de las situaciones de expulsión-atracción (push-pull) específicas de cada flujo migratorio. Por lo tanto, aquí proponemos un modelo analítico dual de “rechazo vs. privilegios” en la migración calificada, que estudia las contradicciones de este tipo de migración, como los retos de integración en el país de destino y los sentimientos encontrados hacia su país de origen.
El objetivo general del trabajo es demostrar la influencia de la percepción social (opinión negativa) sobre los mexicanos, en las condiciones de integración desigual de los profesionistas de ese país. Si bien este proceso ha cambiado con los años para reconocer la contribución de estos migrantes al estado de Texas en particular y a Estados Unidos en general, aún persisten los estereotipos y la discriminación. Varias preguntas guían el desarrollo de la investigación, entre las cuales destaco las más importantes:
1. ¿Cómo afecta la percepción acerca de los mexicanos como grupo de migrantes de baja calificación en su integración social, laboral y organización como diáspora?
2. ¿Cómo influye el discurso populista en la migración calificada?
3. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la contratación de trabajadores profesionistas mexicanos en comparación con otros grupos altamente calificados, como los asiáticos, que prevalecen entre los migrantes a Texas?
4. ¿Cuál es la percepción social (medida a través de la cobertura mediática) acerca de los trabajadores extranjeros calificados en Estados Unidos?
Hipótesis y hallazgos
La premisa general de esta investigación consiste en que la presencia de los mexicanos calificados en Texas obedece a ciertas dinámicas de la globalización, en donde las ciudades más heterogéneas étnicamente tienden a atraer más migrantes y, por lo tanto, a prosperar económicamente con base en la multiculturalidad.
Sin embargo, la hipótesis general del libro es que los migrantes mexicanos calificados comparten la percepción global de “los mexicanos en Estados Unidos” como grupo bastante homogéneo, donde predominan migrantes indocumentados y/o de bajas calificaciones, por lo que sus condiciones de contratación y trabajo podrían ser más difíciles que en el caso de los asiáticos y los nativos, debido a prejuicios y discriminación.
Finalmente, planteamos que ha surgido un nuevo paradigma político sobre la migración calificada, según el cual los beneficios de este tipo de migración son cuestionados por primera vez en los países tradicionales de destino. De esta forma, en un contexto de respuesta populista en contra de la globalización, algunos políticos de países occidentales están respondiendo a la antigua crítica de la “fuga de cerebros” en los países de origen con un “rechazo de cerebros”, para proteger sus propias culturas y economías.
Método y estructura del texto
Esta obra se basa en una gama de metodologías cualitativas: análisis histórico de fuentes primarias, análisis de discursos mediáticos, testimonios de primera fuente con migrantes o recuperados a través de las historias orales. Se recurrió a estas metodologías, que consideramos relevantes para el estudio de la migración calificada, pues ofrecen diferentes perspectivas sobre un mismo problema. En forma similar a nuestro anterior libro, Riesgos de la fuga de cerebros en México. Construcción mediática, posturas gubernamentales y expectativas de los migrantes, recuperamos las voces de actores parecidos, como los medios, los migrantes y los diplomáticos. A ellos les añadimos en esta ocasión a los activistas, además de separar claramente los testimonios de los informantes por profesiones.
En general, la investigación se centró en talentos consumados, es decir, casos importantes de éxito profesional en cuatro ámbitos: a) ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM); b) empresarios; c) médicos y profesionales de la salud, y d) académicos. A manera de contraste, también se incluyen testimonios de jóvenes y estudiantes, talento “en devenir” que podría aún regresar a México. La mayoría de los entrevistados son altamente calificados (con doctorado y posdoctorado).
Cronológicamente hablando hubo un antes y un después respecto de nuestra estancia de investigación en Texas: en una primera etapa se preparó el trabajo de campo con entrevistas piloto y exploración bibliográfica; después se realizó el estudio de caso propiamente dicho, que consistió fundamentalmente en cincuenta entrevistas con profesionistas de ocho países, más la recuperación de historias orales de migrantes desde 1970 a la fecha, a través de la escucha y transcripción de aproximadamente trece horas de programas radiofónicos.
El libro está dividido en dos partes para separar el nivel macro (contextual) del micro (la vida hoy en nuestro caso de estudio). Una primera parte desglosa los conceptos analíticos, mientras que la segunda comprueba su aplicación a través de historias migratorias que impactan a las comunidades y los individuos. Aunque los testimonios están presentes en todo el libro, en la segunda parte son la esencia de la metodología.
Se pensó la estructura de esta obra en forma piramidal y en este sentido cada capítulo sirve para darle un contexto a lo que sigue, para llegar al final de la historia con un experimento sobre los deseos de emigrar en jóvenes mexicanos. Sin embargo, cada capítulo tiene autonomía y puede leerse en forma independiente de los demás, ya que cuenta con su propia metodología y técnicas de trabajo, que explicaremos con detalles en su momento. Por ahora, presentamos una breve descripción de los métodos y contenidos.
La investigación teórica (capítulo uno) introduce los conceptos de minorías y discriminación, para explicar la doble posibilidad de integración de profesionales extranjeros en Estados Unidos, tanto como elites educativas privilegiadas, como en su calidad de extranjeros (“extraños”), muchas veces sujetos a estigma y rechazo en las comunidades de destino.
El análisis histórico de los capítulos dos y tres sitúa la investigación en tiempo y espacio, con la idea de delimitar a la migración calificada antes y después de la llegada de Donald Trump. El método histórico (capítulo dos) se basa en un análisis de documentos inéditos e historias orales en el Acervo de Libros Raros de la Colección Latinoamericana “Nettie Lee Benson” de la Universidad de Texas en Austin. La finalidad es reconstruir la memoria de los prejuicios y la discriminación en las comunidades mexicanas de Texas, desde principios del siglo XX hasta la actualidad, a partir de la idea de que los mexicanos serían en general dóciles, a veces percibidos como amantes del trabajo, a veces señalados como perezosos, pero casi siempre considerados como un grupo menos preparado para el trabajo intelectual.
La historia del presente (capítulo tres) analiza las nuevas condiciones de la política migratoria y la integración de los migrantes en Estados Unidos, impuestas por el planteamiento populista de la administración de Donald Trump, que tiende a rechazar a las elites de todo tipo, ya sea nativas o extranjeras. Este capítulo aplica el análisis teórico del populismo al estudio del discurso mediático relacionado con la migración calificada en Texas y Estados Unidos entre 2015 y 2018. Los medios de comunicación consultados pueden considerarse como fuentes primarias en la medida en que participan en la construcción de la opinión pública sobre la migración calificada.
La segunda parte de la investigación da voz a cincuenta profesionistas entrevistados a profundidad durante 2016 y 2017. Los prejuicios se estudian a nivel comunitario (capítulo cuatro) e individual (capítulo cinco). Según se detalla en su momento en la explicación metodológica de cada capítulo, el 82 por ciento de los informantes tienen origen mexicano, mientras que el 18 por ciento (el grupo de contraste) provienen de otros países de América Latina, Europa, Asia y África.
El capítulo 4 estudia el funcionamiento de los prejuicios, el clasismo y el racismo dentro de la comunidad de mexicanos en Texas, y cómo éstos compiten con el origen común para impedir la consolidación de la diáspora de profesionistas mexicanos y de las redes oficiales de cooperación con el país. Además de los testimonios de los migrantes, en este capítulo recuperamos declaraciones originales de representantes del Servicio Exterior Mexicano.
El capítulo cinco propone un modelo de rechazos y privilegios en la migración calificada para desglosar la integración de los profesionistas mexicanos en Texas en función de sus ocupaciones académicas y productivas. Dicho modelo pretende alcanzar valor heurístico y es susceptible de aplicarse en investigaciones futuras.
Además de las entrevistas, este capítulo incluye un grupo focal mixto con tres médicos mexicanos y uno peruano. Este método vino a complementar las entrevistas a profundidad debido a la dinámica de las interacciones: la posibilidad de una discusión mixta de un tema que les preocupa a los cuatro sobre la migración médica y por ser el único grupo de científicos ubicados para este estudio que conviven con otros latinos en su trabajo cotidiano. En cierto sentido, este grupo focal se acerca a la etnografía de laboratorio, ya que entrevisté a los residentes en su lugar de trabajo y pude observar sus interacciones en dos ocasiones.
El grupo de contraste (capítulo seis) estudia lo diferente y lo similar en la migración calificada, ya que contrasta a los profesionistas mexicanos con informantes de otros países. Al establecer paralelos entre situaciones que se buscaron variar en la de medida de lo posible a través del trabajo cualitativo, el lector podrá identificar tendencias generales sobre la migración de capital humano hoy en día, las cuales funcionan como conclusiones.
Finalmente, el epílogo presenta resultados de un experimento con jóvenes mexicanos de entre diecisiete y veinte años, quienes aspiran en su mayoría a emigrar por lo menos temporalmente, a pesar de las situaciones de prejuicios y las dificultades de integración a otras culturas. Al parecer, las condiciones de la globalización y la movilidad prevalecen sobre los intentos de volver al cierre de fronteras.
Los anexos del libro son metodológicos y también representativos de algunas de las historias de migración más emblemáticas encontradas. En ellos se incluyen extractos de seis historias de vida que reconstruyen la trayectoria fascinante de algunos profesionistas, también reconocidos como talentos más allá de las fronteras. En este sentido, los anexos podrían tener utilidad didáctica.
Manejo de fuentes
y privacidad de la información
Los datos de los informantes, incluyendo en la medida de lo posible su profesión, edad, origen en México, años de residir en Estados Unidos, fecha de la entrevista y alguna otra información relevante, están marcados a pie de página. Casi todos los migrantes serán citados en forma anónima, para proteger su privacidad, aun cuando se trate de personalidades destacadas de los mundos científico y empresarial que tuvieron suficiente confianza para contar sus historias y puntos de vista personales.
Las entrevistas se realizaron en español e inglés, con excepción de una llevada a cabo en rumano. La traducción es libre, buscándose respetar en la medida de lo posible el sentido original de lo que declara cada informante y editándose mínimamente el contenido para evitar repeticiones y malentendidos.
El trabajo de traducción del inglés al español ha sido central en la escritura de este libro. Casi todas las fuentes consultadas han sido en inglés, así como la mayoría de las entrevistas con migrantes del grupo de contraste en Texas. En todos los casos, se buscó transmitir la información de la forma más cercana a su sentido original.
1 Las visas H-1B fueron suspendidas por dos periodos de seis meses en 2017 y 2018, respectivamente, con la explicación de que era preciso resolver los casos atrasados y reformar el procesamiento burocrático.
2 1836 y 1841, respectivamente.
3 Ingeniero civil por la Universidad Autónoma de Yucatán, originario de Yucatán, residente en College Station, Texas. Entrevistado el 30 de septiembre de 2016.
4 Pancho Argüelles, activista de la organización “Paz y Puente”. Entrevistado el 7 febrero de 2017.
5 Entrevistado el 7 de octubre de 2016.
6 Houston is a city of surfaces: highways, asphalt parking lots, glass skyscrapers, billboards, and miles and miles of suburban sprawl outlined by flat-topped, big-box stores. A city that many think has no past, that rose directly from the swamp, taming the surrounding prairies with concrete, ranch houses, and lawns of thick St. Augustine grass. Houston would likely have starved without immigrants; actually, the city wouldn’t exist without them. The city’s very first settlers were either United States citizens who immigrated to Mexico with Stephen F. Austin or other impresarios who were granted the right to settle in the Mexican state of Coahuila and Texas or they were U.S. immigrants who were intrigued enough by two New York-born land developers’ promises of a soon-to-be-thriving port city and the “luxuries of fish, fowl, [and] oysters” to move to what would briefly be the capital of the Republic of Texas. Many in the first wave to settle in Houston were the descendants of Scottish and English immigrants who in turn migrated from places like Kentucky and Missouri and the enslaved Africans they forced to come with them. The second major wave emigrated from Germany.
Primera parte
Teoría, historia y contexto presente
LA TEORÍA: MINORÍAS DENTRO DE MINORÍAS
Lo incorrecto no deja de estar mal
porque la mayoría participe en él.
LEV TOLSTOY (2005: 7)
Este capítulo ofrece una descripción teórica para entender a los profesionistas como minorías, tanto en su país de destino como en el extranjero. Los conceptos analíticos clave son la discriminación, los prejuicios y los privilegios. Por un lado, los profesionistas son minorías excepcionales, que gozan de privilegios de estatus social y económico pero, por otro, al emigrar se transforman también en minorías étnicas, susceptibles de ser comparadas o confundidas con migrantes con menos educación y recursos económicos, como en el caso de los mexicanos en Estados Unidos. De esta forma, los profesionistas mexicanos enfrentan la discriminación y hasta conflictos con sus propios conciudadanos, lo que conlleva una fragmentación de las grandes comunidades de migrantes fuera de su país.
Las minorías
MINORÍAS Y PSICOLOGÍA MINORITARIA
El concepto teórico de minoría nació en Europa a finales del siglo XIX y rápidamente fue adoptado en otras partes del mundo. Según lo expone Killian (1985; 1996), las minorías nacionales eran un concepto útil para los Estados-nación heterogéneos. A principios del XX se habló también de las “minorías étnicas”, adoptadas incluso en los discursos popular y mediático para referirse a grupos relativamente indefensos y autoconscientes, cuyos miembros estaban sujetos a discriminación.
En la década de 1960, nos recuerda el mismo autor (Killian, 1996: 18), las mujeres fueron tipificadas como la “minoría que es mayoría”. Las nuevas características de las minorías, aparte del número, serían la desviación, la discapacidad y la victimización. El nuevo significado va más allá de lo cuantitativo y de los datos estadísticos, y también cambia el sentido del término, para abarcar desde las colectividades a los individuos que son víctimas de la mayoría por algún tipo de característica. Más que una minoría demostrada a través de los conteos demográficos, se trata de una situación de vulnerabilidad que Killian refiere como una “psicología minoritaria”.