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De esta manera, Bosnia y Herzegovina puede esperar, en la próxima década, que se logre la transición económica propia de los antiguos países comunistas, siempre que cumpla los criterios políticos que le permitan beneficiarse del Pacto de Estabilidad y, sobre todo, que acceda al Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA), primer paso hacia una hipotética adhesión a la Unión Europea. Todo ello a condición de cumplir los criterios de la UE, incluida la reforma de la policía.
Bosnia y España tienen lazos históricos que se remontan al siglo XV, cuando llegaron al país eslavo los judíos de habla hispana expulsados. Aunque, históricamente, y como toda la antigua Yugoslavia, Bosnia está influenciada principalmente por Alemania, Austria, Eslovenia y Croacia. Y España sólo representa el 1,5% de las importaciones. . Es decir, una gota de agua.
A nivel de inversiones, nuestro país es, por lo tanto, un socio anecdótico. Y el único inversor significativo es Inditex, la multinacional española de fabricación y distribución textil. Los productos más importados son los vehículos automóviles. También destaca la importación de prendas de vestir, productos cerámicos y pescado y marisco.
Aunque muchos productos españoles son conocidos y apreciados, la inversión es por tanto baja y solo los distribuidores ofrecen las ventas de algunas marcas emblemáticas sin que las empresas españolas se implanten en el país, excepto algunas PYME.
Por lo que se refiere a lo que resulta visible, encontrará concesionarios SEAT, y tiendas de Inditex, Mango o algunas franquicias de Cortefiel. Los alemanes, siempre presentes, llevan una gran ventaja.
Población e idiomas

SARAJEVO - Sarajevo, calle Ferhadija.
© Istankov – iStockphoto

Población
Orígenes
Los bosnios son de origen eslavo desde el siglo VI; su llegada masiva desde el noreste parece provenir principalmente de Ucrania y Rusia. Muy rápidamente confrontados por el choque de influencias del Imperio romano de Occidente y de Oriente y, más tarde, del Imperio otomano, se dividen en tres pueblos:



Minorías
Las minorías también han habitado en Bosnia desde hace mucho tiempo. Mencionaremos a los judíos sefardíes, procedentes de España, los húngaros, los turcos y los gitanos. Cabe señalar que el término «bosníacos» se utilizó hasta 1878 para designar a todos los habitantes de Bosnia, sin distinción de religión, y fue después cuando la palabra pasó a designar a los musulmanes en el sentido de comunidad.
La guerra de los años 1990, y otras a lo largo de la historia, ponen de manifiesto la dificultad de cada comunidad para vivir con los demás. El último censo de población ofrece la siguiente distribución:




El lugar de unos y otros
Este es el principal desafío de la Bosnia de hoy. La creación de dos entidades ha separado a las comunidades, política y administrativamente. De modo que el contacto es mucho menor y los intercambios son reducidos. Si bien las tensiones se van aplacando, el camino todavía será largo para una verdadera vida en común. Se puede considerar que, desde el punto de vista humano, Bosnia es una federación de tres estados diferentes que se miran con cautela.
Por supuesto, el futuro está en una mejora, ya iniciada, de las relaciones entre unos y otros. Relaciones que volverán a ser buena convivencia de vecindad, como ya lo fueron en numerosas ocasiones.
Idiomas
El idioma, designado ahora por sus variantes bosníacas, croatas y serbias, se denominó como serbocroata hasta la guerra. Es un idioma eslavo que pertenece a la rama meridional de estas lenguas. Proviene del eslavo que se habló hasta el siglo XVII, al menos en su forma literaria.
El serbio y el croata siempre han tenido diferencias significativas que se redujeron en el siglo XVIII por la voluntad de los intelectuales croatas —en particular, el obispo Strossmaier—, que querían construir una nación paneslava y que tomaron el bosnio como base para la aproximación.
(Es el camino inverso al que llevan ahora los tres idiomas). Mientras el bosanćica es muy antiguo y hablado hasta los años 1900, impregnado de palabras de origen árabe, turco o persa.
Por razones políticas, se pueden considerar estos idiomas, sobre todo el croata, en muy rápida evolución, sin duda los más rápidos actualmente.
Otra particularidad es que los serbios utilizan tanto el alfabeto cirílico como el latino, pero mucho más el cirílico que hace diez años. Hasta 1900 existía también la bosanćica, una escritura específica de la lengua bosníaca derivada del antiguo idioma eslavo, hablado hasta la llegada de los otomanos e incluso durante su dominación.
Cabe señalar que el esloveno, así como el macedonio y el búlgaro, todos de la misma rama meridional y del eslavo, son significativamente diferentes.
Estilo de vida

Estilo de vida - Catedral de Cristo Salvador, Banja Luka.
© Joyt – iStockphoto

Vida social
La guerra ha sacudido al país. La mitad de la población ha sido desplazada y, entre los muertos y los refugiados en el extranjero (aunque algunos ya han regresado), la estructura de edad de la población ha cambiado. Las cifras clave son, afortunadamente, estándares y comparables al resto de Europa; La tasa de natalidad, por ejemplo, del 8,89‰ se compara con la tasa de mortalidad de 9,67‰. La pirámide de edad indica que el 12,7% de la población tiene entre 15 y 25 años.
La esperanza de vida es, dadas las circunstancias, buena: 76 años de promedio.


Sociedad y costumbres
De entrada, estamos en Europa. Sin embargo, se puede decir que la libertad sexual todavía está muy lejos de ser la misma que en otros países europeos, sobre todo en las zonas rurales. El matrimonio sigue teniendo un papel sagrado, aunque el divorcio está permitido. Entre los musulmanes, la bigamia, que existe en teoría, se practica, pero es extremadamente marginal. La mayoría de edad legal se alcanza a los dieciocho años.
Caracteres e identidades nacionales
Hablemos de diferentes identidades. Aunque tanto Tito como el comunismo intentaron unificar culturalmente la República, Bosnia y Herzegovina siempre tuvo su propia identidad, a pesar de haber estado a punto de convertirse en una provincia de Serbia cuando se definieron las repúblicas en 1943. A pesar de todo, Bosnia y Herzegovina se convirtió en una república constituyente de la segunda Yugoslavia, precisamente porque posee una identidad propia. La identidad nacional de Bosnia es, por tanto, la identidad de sus habitantes croatas, serbios o bosníacos.
Los serbios y croatas quieren mantener la identidad de sus respectivos vecinos, mientras que los bosníacos cultivan la suya propia, mezcla de la influencia otomana y del islam y de una cierta identidad común a todos los eslavos de los Balcanes. Un ejemplo sorprendente es el traje nacional tradicional, del que hay por lo menos cuatro diferentes.
En cuanto al carácter, encontramos una identidad común para todos: profundamente campesino, ya que el país es, desde siempre, muy rural y montañoso. Una flema (¡no británica!) característica y un orgullo adquirido por el sufrimiento vivido. Porque siempre ha sido difícil vivir en Bosnia. A principios de siglo, el país era el más pobre de la región y el clima hostil no ayudaba mucho. Las diferentes comunidades estaban imbuidas por las mismas enseñanzas y primero se ocupaban una de sí misma antes de pensar en las demás.
Sin embargo, en ese momento, la identidad de cada comunidad es fuerte, aunque geográficamente Bosnia sea bastante homogénea. Los matrimonios se realizan principalmente entre personas de la misma comunidad. Los matrimonios «mixtos» aumentaron durante el periodo comunista pero nunca llegaron a ser mayoritarios.
Estructuras sociales
Se ha visto sacudida por la guerra. La clase media prácticamente ha desaparecido. Para las clases altas (el 5% de la población) todo va bien. La privatización de la economía les beneficia plenamente. Son las únicas que pueden comprar, por ejemplo, los cupones de privatización emitidos por el gobierno que los demás les venden para obtener ingresos. La clase media se desintegró, una pequeña parte se fundió con la clase alta y el resto con la clase trabajadora. Esta (el 40% de la población), que tiene de trabajadora solo el nombre, reúne a todas las personas que trabajan con salarios medios de 500 a 600 KM (de 250 a 300 euros) al mes. El resto de la población (55%), que agrupa a la mayor parte de los campesinos y a todos los que ya no tienen trabajo, es la pobre.
El umbral de pobreza, estimado por las Naciones Unidas en 1.843 KM por persona y año (940 euros), afecta a muchos de ellos. Sin embargo, desde hace dos o tres años está emergiendo una nueva clase media. Aparte del contexto económico que afecta directamente a la estructura social, no hay peculiaridades propias de Bosnia.
Papel de la mujer
En la sociedad bosnia, su papel no es diferente del resto de comunidades europeas. Es una herencia del comunismo, que colocó a la mujer al mismo nivel que a los hombres en todos los ámbitos. Y así, todos ejercen y acceden a las mismas profesiones. Sin embargo, la sociedad es un poco machista, en general. El papel de la mujer en casa es bastante tradicional.
Familia
Es un pilar fundamental de la sociedad. Más aún, sin duda, que en Europa occidental. También más tradicional; la guerra ha estrechado los lazos. A menudo, tres generaciones viven bajo el mismo techo, ahora más por razones económicas que culturales. En el contexto actual, los hijos abandonan el hogar familiar solo para casarse. En la estructura familiar, las personas mayores todavía tienen un lugar importante; las residencias de ancianos, aunque existían antes de la guerra, solo afectan a unas pocas personas.
Vivienda
Es un reflejo de la sociedad, por supuesto. Por lo tanto, es preciso diferenciar entre ciudades y zonas rurales. En las ciudades ha predominado la aparición de grandes bloques de edificios durante los cincuenta años de comunismo. Por ejemplo, la ciudad más pequeña de 5000 habitantes tiene gran parte de la vivienda en grandes conjuntos. Las ciudades bosnias son buenas para vivir y en ellas reina un ambiente de proximidad, aunque la decoración sea triste. Y luego está el campo, donde habita la mayor parte de la población. Las casas bosnias típicas han dejado lugar a construcciones de ladrillo sin originalidad, salvo el hecho de que, por razones económicas, a menudo no están del todo terminadas y, esta falta de acabado les da el aspecto de estar aún en construcción. Pero, sobre todo, es la población dispersa la que caracteriza al país. A menudo los pueblos no se concentran en un núcleo de población y las casas se diseminan por todo el campo, lo más cerca posible de las zonas agrícolas y ganaderas.
Los retos de la vivienda son enormes en Bosnia y están muy relacionados con el regreso de los refugiados. Muchas casas fueron destruidas durante el conflicto, pero el regreso de refugiados a regiones en las que se han convertido en minoría es donde existe el desafío político de la reconstrucción del país. Estos retornos son significativos desde hace algunos años, pero la recomposición étnica del país es muy importante. Por lo tanto, la mayoría de las veces se trata de un regreso a las regiones en las que cada comunidad es mayoritaria. La comunidad internacional ha invertido mucho en estas nuevas construcciones y están surgiendo numerosas viviendas unifamiliares en las afueras de las ciudades. Este tipo de urbanizaciones, habituales en muchos otros países europeos, son una novedad para Bosnia.
Sistema sanitario
Deriva directamente del modelo comunista y aún está financiado en gran parte por el estado, aunque se están llevando a cabo ciertas reformas. Por lo tanto, el acceso a la sanidad es teóricamente fácil y gratuito para todos. Pero el país dedica a la salud solo seiscientos dólares al año per cápita (según datos de la OMS). Todas las personas que trabajan tienen acceso a la seguridad social. El médico, pagado por su entidad, gana hasta 1.500 KM al mes, aunque los sueldos son dispares. Las consultas son gratuitas para el enfermo, pero a menudo, debido a una corrupción mezquina, tiene que pagar. Los medicamentos son gratuitos, aunque algunas prestaciones son de pago, como un análisis de sangre, que cuesta unos 15 KM. Actualmente hay un sistema de reembolso parcial de lo que no es gratuito. En la farmacia están disponibles todos los medicamentos gratuitos e, independientemente del que sea, no es necesario tener una receta para obtenerlo. Estos puntos, y otros, están en proceso de reforma, pero la principal es instaurar el sistema de médico de familia.
Todas las ciudades, incluso las de menor importancia, disponen de un hospital estatal gratuito. Sin embargo, esta gratuidad parece cada vez más teórica y, una vez más, los pacientes con más recursos pagan por un servicio mejor. En resumen, todo el sistema está en un momento decisivo de su historia.
La financiación del mismo depende, naturalmente, de las cotizaciones, pero es la empresa la que las paga y no el empleado. En el sector público, en caso de baja por enfermedad, el salario se cobra íntegro durante un mes. En el sector privado, predomina la anarquía y las normativas son dispares.
El sistema de pensiones es similar a los sistemas por tramos de otros países europeos. Los quince últimos años sirven de base de cotización para los cálculos. El actual rango de pensiones oscila entre 120 KM y 550 KM (entre 60 y 275 euros).
Religión
La religión es el tema fundamental en Bosnia y Herzegovina. Son las religiones las que siempre han marcado las fracturas en la sociedad civil. Bosnia, nunca homogénea en toda su historia, es uno de los pocos países del mundo que tiene tres grandes religiones que conviven mal que bien. Las sucesivas guerras siempre han tenido como eje central la religión. Los bosnios, independientemente de su confesión, son bastante practicantes, debido en parte a la necesidad de afirmar su propia identidad. En la historia de los últimos cincuenta años, el comunismo intentó equiparar las religiones y dejarlas en un segundo plano. Incluso el Partido Comunista intentó en cierta época reducir la práctica del islam prohibiendo el uso del velo. Causa perdida, la fe está muy arraigada en cada persona. Especialmente porque la pertenencia a determinada etnia está en función de la religión.




La Hagadá o el libro sagrado de los judíos de Bosnia
La Hagadá de Sarajevo es una de las siete existentes en el mundo y la más antigua. Probablemente fue escrita en Barcelona en el siglo XIV y siguió el éxodo de los judíos sefardíes de España en el momento de su expulsión. No se conoce a su autor, pero fue la misma familia quien la trajo hasta Sarajevo, después de múltiples etapas durante las cuales el libro fue enriquecido con textos e ilustraciones, especialmente en Viena. La Hagadá relata la historia de Moisés y la Tierra prometida y contiene explicaciones sobre la tradición judía. Así, los judíos sefardíes que abandonaron España llevaron este libro a Italia, Dalmacia y, por último, a Bosnia y Sarajevo. A menudo conservada en lugares secretos para escapar de los nazis, por ejemplo, después de haber estado en la Biblioteca Nacional, está ahora en el Museo de Historia pero no expuesta.
Varias decenas de miles hasta la Segunda Guerra Mundial (cuando fueron deportados por los nazis), los judíos de Bosnia son ahora solo unos cientos, principalmente en Sarajevo, pero también en Móstar, Tuzla y Zenica.
Arte y cultura

SARAJEVO - En los muros de Sarajevo.
© Danielzgombic – iStockphoto

Bosnia y Herzegovina es una tierra rica en arte y cultura. Su capital, Sarajevo, era la capital intelectual y artística de los Balcanes. La historia del país ha estado influenciada por las grandes civilizaciones que aquí se han sucedido. Las conquistas romanas, bárbaras, bizantinas, húngaras, otomanas y austrohúngaras han influido en su espíritu creativo y han despertado todo tipo de vocaciones artísticas. Del pasado, las riquezas arquitectónicas y artísticas son innumerables y ese mismo pasado derivó en un importante florecimiento intelectual y artístico en las ciudades. La diversidad de religiones, en particular, ha engendrado los primeros textos y pinturas vinculados a las iglesias ortodoxas y católicas, mezquitas y sinagogas. Una inmersión en el corazón de un mundo de influencias cruzadas.
Arquitectura
El pasado ha aportado toda la riqueza de la arquitectura otomana, que ha dejado en Bosnia monumentos importantes diseñados por sus mejores arquitectos. Por supuesto, mezquitas, pero también puentes de fama mundial. El puente de Móstar, el monumento más bello de la arquitectura otomana, pero también el puente de Višegrad, celebrado por Ivo Andrić, los baños o las turbe, monumentos funerarios. Los austrohúngaros contribuyeron después con su propio estilo e hicieron evolucionar las ciudades para fundirse con el universo otomano. Así es como han utilizado mucho el estilo pseudo-morisco para logros considerables, como la Biblioteca de Sarajevo. La renovación de la arquitectura bosnia se debe a jóvenes arquitectos que dejan volar su imaginación para construir edificios originales, reprimidos durante mucho tiempo por el estilo comunista. La ciudad de Dobrinja, en Sarajevo, construida para los Juegos Olímpicos de 1984, es el mejor ejemplo de ello.
Artesanía
La artesanía de Bosnia y Herzegovina proviene principalmente de la época otomana. El trabajo del cobre es la actividad principal, sobre todo la fabricación de juegos completos de café y bandejas ricamente decoradas. También se utiliza el estaño para una parte de estos servicios de café. Y también para el café, se siguen creando, y a veces utilizando, molinillos manuales. Asimismo, los trabajos en madera están muy presentes. El casco antiguo de Baščaršija, en Sarajevo, es el lugar más bello de Bosnia con sus innumerables puestos dedicados a esta artesanía, fabricada en las trastiendas. Más recientemente ha surgido un nuevo tipo de artesanía, mezcla de inquietud y necesidad de recuperar y utilizar para otros fines las municiones y los obuses de la última guerra.