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¿Qué merece la pena traer?
Uno de los principales lugares de compras de recuerdos es, obviamente, el casco antiguo de Sarajevo. Encontrará los objetos de cobre típicos de la artesanía local, a menudo hechos delante de sus ojos. La taza de café bosnio es un gran clásico.
No dude en volver con una botella de rakia o de looza, licores típicos de Bosnia. Los bordados también son clásicos del país. En la misma línea, las prendas de vestir de lana hechas por las mujeres de la asociación Bosfam de Srebrenica son un regalo original y... ¡cálido!
Por último, puesto que Bosnia y Herzegovina es un país donde el tiempo no corre tan deprisa como en otros lugares, no cabe duda de que usted aprenderá a ralentizar el ritmo para impregnarse de sus imágenes, sonidos y olores. Sin duda serán estos los recuerdos más hermosos que va a traer…
Arte moderno
La moda es muy popular en Sarajevo, como lo demuestran varios desfiles anuales, entre ellos la famosa Fashion Week. Entre los pocos jóvenes diseñadores que se han embarcado en la aventura desde la guerra, Istok Bratiç es el más destacado. Nacido en 1979 en Sarajevo, cursó estudios de pintura en la Academia de Bellas Artes de Sarajevo antes de irse a Londres y París a estudiar alta costura. Desde entonces ha participado en desfiles en Sarajevo, Croacia, Macedonia e Inglaterra.
Cine
Se descubrió el cine bosnio con Danis Tanović, que recibió el Oscar a la mejor película de habla no inglesa (2001) por En tierra de nadie, una comedia negra sobre la guerra y su irracionalidad. Pero el cine es mucho más antiguo en Bosnia, aunque rara vez ha cruzado las fronteras de la antigua Yugoslavia. Desde entonces, el séptimo arte, que depende más que cualquier otra disciplina artística del presupuesto disponible, trata de salir adelante con los medios de los que dispone y ha encontrado su soporte de expresión: el cortometraje. Y funciona, la creatividad está ahí. La Academia de Cine de Sarajevo es un semillero de talentos, como lo demuestra el premio que la Academia Europea de Cine otorgó a Ahmed Imamović por su cortometraje 10 minutos realizado como parte de su graduación (2002). El Festival de Cine de Sarajevo, hermoso y magníficamente organizado, ha demostrado la vitalidad de la que gozan los cortometrajes, motivo de orgullo para una buena parte a los directores de los Balcanes y de Bosnia en particular.El cine español no se ha quedado atrás en películas sobre la guerra de Bosnia, por ejemplo {2}Un día perfecto{/2} de Fernando León de Aranoa, {1}Guerreros{/1} de Daniel Colpasoro, {1}Territorio comanche{/1} de Gerardo Herrero (basada en el libro de Arturo Pérez-Reverte) y {1}Volver a nacer{/1} de Sergio Castellitto.



Cineastas famosos






Danza
La música, el baile y los trajes tradicionales son como el país, muy variados. Influencias regionales pero sobre todo comunitarias han dominado siempre en Bosnia y Herzegovina, como lo demuestran los numerosos trajes de fiesta tradicionales.
Son extremadamente ricos y complejos, con marcadas influencias orientales, sobre todo para los musulmanes. Las danzas tradicionales son siempre coreografías complejas basadas en rondas, muchas de ellas muy rítmicas cuyos compases varían según las regiones. Hay grandes movimientos de brazos y pausas rítmicas largas. En la antigua ronda de Bosnia (starobosansko kolo), por ejemplo, se observa a una pareja separarse y salir a bailar al centro acompañados del resto de la multitud.
Literatura
La literatura y la poesía de Bosnia y Herzegovina son maravillosas y bastante desconocidas fuera de sus fronteras, con la excepción de Ivo Andrić, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1961 por su novela Un puente sobre el Drina, y quizás también de Meša Selimović con su novela El derviche y la muerte. La literatura bosnia tiene un rico pasado otomano y de poetas turcos que elogiaron muy pronto el país. Por lo tanto, no resulta sorprendente que muchas novelas importantes estén relacionadas con este periodo. La cultura literaria siempre ha sido significativa, aunque solo para una parte de la población. Ciudades como Sarajevo o Móstar han sido prolíficas, con importantes sociedades literarias. La Biblioteca de Sarajevo, antes de su incendio, tenía 1,5 millones de libros, incluidos 155.000 raros. Una inmersión con los mejores poetas y escritores en la atmósfera tan especial de Bosnia y Herzegovina.
Algunos autores famosos


Después de muchas aventuras, incluida la guerra en el frente ruso donde se hace médico, vuelve a Bosnia y ejerce su nueva profesión. Al mismo tiempo, publica sus poemas en varias revistas literarias. La crítica destaca su lirismo y su calidad rítmica y musical, su lengua rica y equilibrada. Estamos en la década de 1920. Se pasa a a la novela corta con obras como El judío que no hacía la oración del sábado, que merece los elogios del mismísimo Ivo Andrić. Se convierte en vicepresidente del Grupo de Escritores de Sarajevo, y escribe la obra de teatro Hanka en 1931; es un genio todoterreno. Después de la Segunda Guerra Mundial, donde fue obligado a trabajar como médico para los ustachas, retoma la escritura de novelas cortas. En 1954, se publican íntegras sus novelas cortas, Hanka Pripovijetke y Kinga Druga. que se traducirían a varias lenguas.

Los puentes, como un eslabón entre las personas, le fascinan especialmente. Escribe: «Todo puede suceder, salvo una cosa: los grandes hombres, que son al mismo tiempo personas de espíritu, no pueden desaparecer para siempre de la faz de la tierra porque han construido obras de arte duraderas para que la tierra sea más bella y la vida de los hombres más dulce. Si el rastro de estos constructores se perdiera, sería como si el amor divino se apagara y dejara también nuestro mundo. Algo así no puede ocurrir».
La señorita, aparecida en 1954, rompe con el tema de la Bosnia histórica para describir a una mujer consumida por la pasión por el dinero.

Dos de sus novelas más traducidas son: El derviche y la muerte y La fortaleza.


Medios de comunicación locales
Periódicos
A imagen del país, hay una prensa de la Federación y una de la RS. No hay muchas publicaciones, ya que el país apenas cuenta con cuatro millones de habitantes. Las más emblemáticos son:



Radio
Muchas emisoras de radio han florecido en el país desde la guerra. Una agencia reguladora asigna las frecuencias. La mayoría de las emisoras son musicales, pero algunas destacan por tener programas bien estructurados. Por supuesto, pocas emiten en todo el territorio, especialmente entre la Federación y la RS.
Televisión
La televisión está sobrecargada en Bosnia y Herzegovina. Desde la guerra han surgido muchas cadenas privadas, sujetas también ahora a autorización.
En casi todas las ciudades hay una programación y una TV local. En estas condiciones, y con sus medios, los contenidos son… livianos. Hay una televisión pública para cada entidad con dos canales para la Federación, FTV1 y 2. No son nada extraordinario.
La resistencia de Oslobođenje
Oslobođenje (www.oslobodenje.ba) no es un periódico como los demás, es un mito. El periódico de Sarajevo, el más conocido, fue fundado en 1943 por los resistentes comunistas. Independiente y más bien de izquierdas, estaba en un inmenso edificio de acero y de hormigón coronado por una torre, en la parte baja de la avenida de los Francotiradores (Sniper Alley). Fue un objetivo ideal para los artilleros serbios, quienes lo bombardearon al comienzo del asedio de la ciudad, en abril de 1992. Los periodistas se escondieron en los sótanos y, en condiciones apocalípticas, con unas horas de electricidad al día, a veces con cualquier papel recuperado, lograron sacar el periódico, y así durante todo el asedio. Algunos días era solo una hoja pegada en las paredes por la ciudad, que proporcionaba información muy útil a los asediados. Su historia dio la vuelta al mundo y periodistas de todas partes vinieron aquí para ayudar, al barrio más peligroso de la ciudad. El 5 de abril de 1993, un año después del comienzo del asedio, salió un facsímil del periódico, con el día a día, en cuarenta diarios mundiales y 20 millones de ejemplares. Su tirada pasó de 60.000 ejemplares antes del asedio, a 300. Con el fin de la guerra y la salida del país de la mayoría de sus periodistas, se apagó el espíritu de una Bosnia multiétnica, símbolo del periódico. Oslobođenje atraviesa, como todos los diarios del mundo, una crisis financiera y editorial. Su tirada actual, de entre 10.000 y 15.000 ejemplares, no es suficiente para garantizar su existencia a largo plazo. La torre destruida, que se veía a varios kilómetros, fue sustituida por una torre de cristal destinada a oficinas, ya que el complejo fue adquirido por sus competidor Avaz.

SARAJEVO
www.oslobodjenje.ba
Música
La música folclórica tradicional tiene múltiples influencias. En Bosnia Central, el estilo de vida, con fuerte influencia turca, da ritmo a los grandes acontecimientos. Las mujeres cantan sin acompañamiento mientras que los hombres lo hacen acompañados del saz (mandolina oriental). Son típicas las sevalinka (canciones de amor). En las zonas rurales los cantos son polifónicos. Entre los instrumentos se encuentran el pífano, la flauta doble, el diple (tipo de gaita), la zurna y, según las regiones, el šargija y tambura (orientales). Estos instrumentos son los más comunes entre los musulmanes. El instrumento principal, que se encuentra en casi toda la región de los Balcanes, es la guzla, un instrumento de cuerda de sonido muy melancólico. El canto serbio, polifónico, es una de las grandes corrientes de la música tradicional bosnia. Se puede comparar con el canto búlgaro y las polifonías corsas, pero se diferencia en su función social. Los instrumentos que participan en la música serbia son domésticos. Flautas, clarinetes, a veces acompañados de tambores y acordeones, forman las pequeñas orquestas, muy populares desde la Primera Guerra Mundial. Algunos de estos instrumentos, como el tambura, proceden del legado otomano. Las bandas de música de las ciudades invadieron las zonas rurales, haciéndose muy populares. Los gitanos de Bosnia han aportado instrumentos de cuerda a este mosaico extraordinario. Y hay que añadir los cantos sufíes de Sarajevo. También se canta la sevdalinka, la canción de amor pasional bosnia. Esta variedad y riqueza popular están en peligro de desaparecer, lo que representa uno de los grandes retos de Bosnia y de los Balcanes en general. Para encontrar los sonidos y una especie de síntesis, la música de Goran Bregović es, por supuesto, ideal. El más conocido de los músicos de Bosnia, desde sus colaboraciones con Kusturica, para el que compone las melodías de sus películas, ha trascendido y sintetizado todas estas influencias para hacer una música refinada e incluso delicada. Escuchar a Bregović permite hacerse una idea clara del patrimonio musical de el país. La música actual también está muy presente en Bosnia. Todas las corrientes mundiales están representadas y la juventud, que no olvida el patrimonio tradicional, a diferencia de los europeos occidentales, reinventa las músicas electrónicas, vivas por naturaleza, como la música tecno y sus múltiples corrientes. Muchos grupos aficionados luchan por salir adelante en las ciudades, aunque la perspectiva de grabar un disco es ilusoria. Por último, el jazz ha proporcionado grandes nombres como Bojan Z.