Sociología de la religión

Sin embargo, la impresión de la monarquía faraónica, así como de la mesopotámica, sobre los israelitas fue todavía más fuerte que la del rey persa, el «basileus» κατ ἐξοχὴν, sobre los helenos (cuya fuerza, se expresa en que, a pesar de la derrota persa, un escrito pedagógico griego se titule Ciropaideia[15]). Los israelitas habían escapado a la «domesticidad» del faraón terrestre sólo gracias a la ayuda de un rey divino. El establecimiento de la monarquía en la tierra se considera expresamente como alejamiento de Yahvé, auténtico rey del pueblo; la profecía israelita se orienta totalmente hacia las relaciones de los grandes poderes políticos, los grandes reyes, que destruían Israel, como azotes de dios, y que, de nuevo por inspiración divina, permitían la vuelta del exilio. También el ámbito de las concepciones de Zaratustra parece orientado a las ideas de los países de cultura occidental.

De esta forma, la primera aparición de la profecía tanto dualista como monoteísta parece así fuertemente condicionada, junto a otras influencias históricas concretas, por la presión de grandes centros de organización social relativamente próximos, sobre pueblos vecinos con un menor grado de racionalización. Éstos percibían en su propia situación de peligro permanente por la guerra despiadada de sus terribles vecinos la cólera y la gracia de un dios celestial.