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Hours, Bernard, 1959-
Juan Bautista de La Salle : un místico en acción. Biografía / Bernard Hours ; traductor: José María Siciliani Barraza. - Primera edición. - Bogotá : Universidad de La Salle, 2021.
720 páginas : fotografías, retratos ; 25 cm
Incluye lista de siglas e índice onomástico.
Incluye referencias bibliográficas
Título original: Jean-Baptiste de La Salle, un mystique en action
ISBN 978-958-5148-61-1 (impreso)
ISBN 978-958-5148-62-8 (E pub)
ISBN 978-958-5148-63-5 (PDF)
1. La Salle, Juan Bautista de, Santo, 1651-1719 - Biografías 2. Hermanos de las Escuelas Cristianas I. Siciliani Barraza, José María II. Título
CDD: 922.22 ed.22
CEP-Universidad de La Salle. Dirección de Bibliotecas
© Eìditions Salvator, París, 2019, Yves Briend Eìditeur S. A.
Primera edición en francés bajo el título:
Jean-Baptiste de La Salle, un mystique en action
ISBN primera edición en francés: 978-2-7067-1763-5
Distribución en América Latina y España
© Ediciones Unisalle - Universidad de La Salle
© José María Siciliani Barraza, por la traducción
Primera edición en español: Bogotá, D. C., 2021
ISBN (impreso): 978-958-5148-61-1
ISBN (PDF): 978-958-5148-63-5
ISBN (ePub): 978-958-5148-62-8
Universidad de La Salle
Ediciones Unisalle
Carrera 5 n.º 59A-44, Edif. Administrativo, 3.er piso | Bogotá, D. C.
PBX: (571) 348 8000, extensiones: 1224 - 1226
edicionesunisalle@lasalle.edu.co https://ediciones.lasalle.edu.co/
Edición
Dirección editorial
Alfredo Morales Roa
Coordinación editorial
Andrea del Pilar Sierra Gómez
Corrección de estilo
Sabina Ojeda
Diagramación
Denka Pachón
Diseño de portada
Andrés Pérez
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier procedimiento, conforme a lo dispuesto por la ley.
Lista de siglas
ADArchivos departamentalesAMArchivos municipalesACGArchivos de la Casa Generalicia (Roma)ANArchivos nacionalesBnFBiblioteca Nacional de FranciaCLCahiers lasalliensTítulos de las obras de Juan Bautista de La Salle
CACartas autógrafasCCCartas copiadasCICartas impresasCTColección de varios trataditosDDirectoriosDC1Deberes del cristiano para con Dios 1DC2Deberes del cristiano para con Dios 2EEjercicios de piedad que se hacen durante el día en las Escuelas CristianasEMOExplicación del método de oración mentalGEGuía de las EscuelasIInstrucciones y oraciones para la santa misa, la confesión y la comuniónMDMeditaciones para todos los domingos del añoMFMeditaciones para las principales fiestas del añoMHMemorial sobre el hábitoMRMeditaciones para el tiempo de retiroRCReglas comunes de los Hermanos de las Escuelas CristianasRPReglas personalesRUReglas de cortesía y urbanidad cristianaContenido
Prólogo
Introducción
El manuscrito del hermano Bernardo
Don Francisco Elías Maillefer
Finalmente vino el canónigo Blain
La tradición historiográfica
I. El sello de una vocación
Reims, tal como allí creció Juan Bautista de La Salle
Los poderes en la ciudad
Una economía afectada por la coyuntura
Una población fragilizada
Una ciudad emblemática de la evolución religiosa de la época
Una infancia en el entorno del oficio
El núcleo familiar
Luis de La Salle, un magistrado en ascenso social
Nicole Moët y sus ascendientes
Un sistema de clanes
La formación
En la familia
El Colegio de Bons-Enfants
El estudiante
Hacia una carrera eclesiástica
Orígenes: las trampas de la hagiografía
La canonjía: un asunto de capital social
El sacerdocio
La tutela de los hermanos
II. Las conversiones de Juan Bautista de La Salle
El encuentro con la cuestión escolar
Nicolás Roland: una herencia y una misión
La misión de Adrián Nyel en Reims
Las primeras escuelas parroquiales
El agrupamiento progresivo de los maestros (Navidad de 1679-24 de junio de 1681)
La conversión a la pobreza
La ruptura con la familia y la casa familiar
La formación de la primera comunidad
La renuncia a la canonjía
El sentido de la pobreza
III. Hacia la institución de los Hermanos de las Escuelas Cristianas
1682: la salida más allá de Reims
La fundación de Rethel
Château-Porcien
Guisa
Laón
La comunidad de Reims
La calle Nueva
Los primeros hermanos
¿Qué nombre para la nueva comunidad?
La Práctica del reglamento diario
Un hábito nuevo
La asamblea de 1686 y los primeros votos
La cuestión del superior
Las tribulaciones parisinas
Los llamados del párroco de San Sulpicio
La escuela de la calle Princesa
Primeras tensiones
Los hermanos perturban el sistema corporativo
Los primeros procesos de los maestros de escuela
El segundo proceso de los maestros de escuela
La ofensiva conjunta de los maestros calígrafos y los maestros de las escuelas
Los hermanos en el combate judicial
La doble condenación
IV. El instituto en el crisol parisino
Entre Reims y París
Reims durante la etapa parisina
La forma de comunidad en París (1690)
La Memoria sobre el hábito
Las dos enfermedades de noviembre de 1690 y marzo de 1691
El retiro de Vaugirard
Hacia una Casa Generalicia
La formación del noviciado
La casa perdida (1698-1707): de la calle Nuestra Señora de los Campos a la casa Mascarini
La implantación en Ruan
La casa de San Yon
El seminario de los maestros
La calle de la Ourcine
San Dionisio (1708)
El asunto Clemente
V. Hacia nuevos horizontes
El desarrollo de la red de escuelas
Cronología y geografía de las nuevas creaciones
Los fracasos
El éxito
Los apoyos
Apoyo de los notables y de las autoridades reales
Las municipalidades
Los obispos
Laicos y clérigos devotos
Juan Bautista y la dirección del instituto
Desplazamientos y visitas
La correspondencia con los hermanos
Un modelo económico complejo
Las inversiones de Juan Bautista
Legados, donaciones y pensiones
Lo temporal del instituto
La implantación en Roma: ¿qué apuesta?
El envío de los hermanos Drolin a Roma
Las exigencias del ambiente romano
La escuela de San Lorenzo en Lucina
Gabriel Drolin consigue una escuela del Papa
Roma: las dificultades del pilotaje a distancia
El problema del correo
El problema del financiamiento
Mantener al hermano Gabriel en la fidelidad al instituto
VI. El gobierno, entre carisma e institución
Los grandes textos
La composición de las Reglas comunes
Vaugirard: la escritura del corpus lasallista
La dinámica de la sociedad
El voto, entre discernimiento e inspiración
La asamblea de 1694
Los primeros votos perpetuos
La elección de Juan Bautista
El asunto de la autoridad
Hacia la institucionalización
Los primeros registros
La Regla de los hermanos directores
La institución de los hermanos visitadores
La visita del hermano Bartolomé (diciembre de 1716-mayo de 1717)
La elección del hermano Bartolomé
Juan Bautista y el reconocimiento oficial del instituto
VII. Entre adversidad e incertidumbre
El enigma del adversario (1702-1703)
El falso silencio de los hagiógrafos
El nacimiento de un escándalo
Indicios
Conclusiones
El gobierno de los hermanos bajo el peligro de San Sulpicio
La encuesta del gran vicario Edme Pirot
La iniciativa de los hermanos
La mediación del padre Madot
Más allá del escándalo, lo que estaba en juego
El impacto de la crisis sobre los hermanos
La crisis de gobernanza de 1712-1714
La partida de Juan Bautista (febrero de 1712)
El padre Feydeau de Brou
La posición delicada del hermano Bartolomé
Un proyecto de gobierno nuevo
El silencio de Juan Bautista: ¿una invención?
Apogeo y desenlace de la crisis
La Sociedad de los Hermanos amenazada por la desagregación
Noailles pone en jaque a La Chétardie
Los hermanos llaman a Juan Bautista
Los hermanos parisinos ante ellos mismos
VIII. Las dos estadías de Juan Bautista en el sur de Francia
Itinerarios y cronología
El primer viaje al sur de Francia (febrero-octubre de 1711)
El segundo viaje (febrero de 1712-mayo de 1713)
Marsella
¿Un nuevo comienzo para la sociedad?
Las primeras contrariedades
El espectro del jansenismo
Francisco Aubert, párroco de San Martín
La nueva doctrina
José Arnaud
Las razones probables del fracaso
La oscura crisis de Mende
La comunidad de Mende
¿Crisis de regularidad o ambigüedad del estatuto?
La estadía en Grenoble
«Lejos de los hombres, en comercio con Dios»
Juan Bautista y la bula Unigenitus
Parmenia
Luisa Hours y la obra de los retiros
El retiro de Juan Bautista
¿En encuentro decisivo?
En la espera de Dios
IX. El modelo pedagógico lasallista. Entre síntesis e innovación
La escuela cristiana: la herencia de un modelo diverso y compartido
Las congregaciones seculares parisinas
Santiago de Batencour y La escuela parroquial
Barré y el modelo de Ruan
La Congregación de Nuestra Señora
Carlos Démia y las pequeñas escuelas de Lyon
La Guía de las Escuelas: una síntesis de la pedagogía devota
La génesis de un libro
¿Qué visión de la infancia?
Sobre las escuelas gratuitas
La exclusividad del francés
Al servicio del orden social
El modelo de una escuela regulada
Un espacio y un tiempo sagrados
La asiduidad
El silencio
La gestión de los individuos y de los cuerpos
Correcciones y recompensas
Los aprendizajes
Las Reglas de cortesía y urbanidad cristiana
X. Juan Bautista, maestro espiritual
Las fuentes
¿La influencia del berulismo?
La influencia jesuita
Lo más cerca posible del Nuevo Testamento
El eco de la literatura religiosa de su tiempo
La oración lasallista
El atractivo por el retiro
Lugares y momentos de oración
La Explicación del método de oración
Una unión activa con Dios
El método
La presencia de Dios
Las notas de la espiritualidad lasallista
Espíritu de fe
Abandono
Obediencia
Penitencia
Una espiritualidad eclesial
Las devociones
Devoción mariana
Devoción eucarística
Devociones cristológicas
Conclusión
Bibliografía
Los escritos de Juan Bautista de La Salle
Sobre Juan Bautista de La Salle (en orden cronológico)
Una selección de trabajos sobre el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas
Indicaciones bibliográficas sobre el contexto
Referencias generales
Índice onomástico
Prólogo
Haber recibido el honor de escribir la presentación de la edición castellana de la biografía crítica de san Juan Bautista de La Salle, de Bernard Hours, es ciertamente inmerecido, aunque absolutamente emocionante. La monumental obra «Juan Bautista de La Salle. Un místico en acción», es anhelada con expectativa en América Latina y España; y es tan monumental, como lo fue la responsabilidad que asumió la Universidad de La Salle de Colombia al adquirir los derechos de traducción y distribución de la obra para su publicación en Iberoamérica. ¡Enhorabuena!
Desde los tiempos del Capítulo General de 1956 que la solicitó, pasaron no solamente muchos años, sino una pléyade de investigadores que fueron descubriendo un personaje maravilloso, de un itinerario infinitamente inspirador, hijo de su siglo, pero gestor de un proyecto universal que hoy, tres siglos y medio después, sigue generando vida, posibilidades y oportunidades en el mundo de la educación. La lista es larga y B. Hours la estudió, contrastó, catalizó y se convirtió en el insumo esencial para poder llegar a esta publicación.
Se puede afirmar que antes de 1960 la mayoría de los Hermanos y lasallistas no conocieron realmente al Fundador ni sus contextos. Leían Espíritu y virtudes, la Colección de trataditos, algo de las Meditaciones y la Guía de las Escuelas en su última edición y traducción de principios del siglo XX. Bebieron de las biografías apologéticas y hagiográficas que se publicaron con ocasión de los procesos de beatificación y canonización que, sin querer hacer mal, desdibujaron la importancia y grandeza de un hombre en su tiempo que después los investigadores nos han permitido descubrir. Se acentuó el santo, pero se desdibujó al hombre que llegó a serlo por su compromiso generoso, su pasión sin límites y su humanidad concreta, con defectos, en un tiempo lleno de avatares y circunstancias particulares.

En el año 2014 escuché por primera vez hablar sobre el proyecto asumido por el Distrito de Francia de hacer la biografía crítica. Ya entonces los Hermanos habían llegado a la conclusión de que era el momento de hacerlo. Todos tenemos deuda enorme con los numerosos investigadores sobre La Salle, muchos de ellos franceses, quienes dedicaron su vida a desentrañar la figura de Juan Bautista de La Salle y contrastarla con los archivos, los trabajos históricos que se venían haciendo sobre los tiempos de Luis XIV (el mismo de La Salle) y de la educación en esos tiempos, con las investigaciones en torno a la Escuela Francesa de Espiritualidad del siglo XVII, y otros insumos que permitieron que las distintas piezas del rompecabezas convergieran en esta obra.
Quizás merezca la pena una palabra sobre el sentido de una biografía crítica. Muy seguramente muchos de nosotros nos hemos hecho la pregunta de qué se puede agregar o qué puede decirse distinto de lo ya expresado en el inmenso acervo investigativo realizado desde finales de los años 50 y particularmente fértil de los años 60 a 80 del siglo pasado. De hecho, B. Hours reconoce todas estas fuentes, las cita, las discute, pero fundamentalmente las respeta porque son, precisamente, las que ponen los cimientos para el trabajo por él acometido. Justo es también decir que el autor es un especialista en los siglos XVII y XVIII y, de manera particular, en el papel de la Iglesia en estos años teñidos de jansenismo y el tema galicano.
Menciono algunos que tuve la posibilidad de leer, pero sé que son muchos más los autores a quienes les debemos gratitud eterna. Sin embargo —y más en los años mozos— me embelesé con numerosos Cahiers Lasalliens y otras publicaciones que daban cuenta de las investigaciones de Yves Poutet, Maurice Auguste, Jean Pungier, León M. Aroz, Léon Lauraire, Alain Houry, Jean-Louis Schneider, entre otros. Cada uno hizo contribuciones
maravillosas, tanto quienes estudiaron las fuentes directas, como los que las encontraron en los archivos de conventos y poblaciones, aquellos que examinaron las biografías de Blain, Maillefer y Bernard (bellamente publicadas recientemente por el Distrito Arlep en una edición de lujo), y quienes intentaron —con éxito innegable— biografías prolijas y muy documentadas como Saturnino Gallego en la inolvidable publicación de la BAC.
Con el Hno. León Aroz tuve alguna vez una conversación hace 20 años. Me emocioné al conocerlo y le expresé mi admiración por sus minuciosas investigaciones en los archivos de pueblos y ciudades francesas que le permitieron construir una cronología de La Salle detallada, insumo fundamental para el trabajo de B. Hours. Él, Aroz, me miró con una sonrisa socarrona y me dijo: «siéntese Hermanito. Para ser buen investigador, hay que tener cola de plomo» (me perdonan que cambie la sonora palabra, en consideración a que en el español de América no suena tan decente). Oírlo fue para mí un banquete inolvidable, un buen rato que siempre consideré como un regalo muy especial y espontáneo; era una enciclopedia. Alguna vez pude visitar sus archivos que reposan en Manhattan College, en New York: ¡impresionante! Todos estos documentos enriquecen la Biblioteca de Manhattan al lado de los archivos no menos voluminosos de otro grande en el mundo lasallista: Luke Salm.
Imposible no dejar de mencionar a otros autores que han tenido una influencia muy grande para aproximarse al pensamiento y herencia espiritual de La Salle. Hombres como los HH. Michel Sauvage y Miguel Campos, desde una perspectiva teológica, desentrañaron el sentido de sus textos, especialmente las obras de carácter espiritual como las Meditaciones y las Reglas escritas por La Salle; y Hermanos como Edgard Hengemülle, quien hizo aproximaciones desde la perspectiva didáctica y la historia de la pedagogía y como José María Valladolid, que se le midió a la rigurosa e ilustrada publicación de las Obras completas de La Salle en castellano, pero con sus aportes —que no fueron pocos— en la recuperación de la historia, la espiritualidad y su difusión en el mundo hispanoparlante.
No obstante, para los efectos de una biografía crítica, resultan esenciales los trabajos que tienen una aproximación más histórica. Sin estos precedentes investigativos no hubiera
podido ser posible la obra de B. Hours. Para dar el paso a una biografía crítica, la intención debe contemplar no solo la recuperación de la figura histórica elegida con un trasfondo particularizado, sino la identificación y exploración de un fenómeno histórico que confluye, en nuestro caso, en Juan Bautista de La Salle, para que pueda comprenderse, ampliarse y explicarse con alcances contundentes. Entonces, la biografía provocada en la recolección, comparación y análisis de elementos y datos históricos de diversas fuentes avanza como crítica, en tanto entiende e interpreta la construcción del personaje como un prisma que le permite aclarar, caracterizar y definir la naturaleza de una época y las condiciones de los fenómenos sociales que el personaje mismo experimentó.
B. Hours hace, entonces, una revisión minuciosa de los datos y la geografía, de las posibilidades históricas de que una situación particular fuera o no posible en los contextos, cronologías e interpretaciones que de ella se hicieron en las primeras biografías. Una biografía histórica, por tanto, ni es hagiografía ni mucho menos apología, que sí lo son, por razones obvias, las biografías primeras, por la necesidad de crear el relato fundacional y perfilar la identidad, y de asumir la memoria que marcaría una manera particular de ser y de educar. Su trabajo es impecable tanto cuando contradice algunos hechos e interpretaciones, especialmente de Blain, tales como la develación del «enemigo misterioso», o como en la reconstrucción del contexto del asunto del jansenismo, el galicanismo, la bula Unigenitus o los apelantes; situaciones que hacen perder «objetividad» a los primeros biógrafos, por sus pertenencias o animadversiones a estas realidades de la época, o por los objetivos implícitos o explícitos que tuvieron.
Interesante, por decir lo menos, su aproximación a los hechos de Parmenia. De alguna manera le «quita» romanticismo a las versiones expresadas por Maillefer y Blain, pero lo sitúa en los hechos más probables, de acuerdo con la cronología ya establecida, así como su contundente afirmación de que La Salle no había, de hecho, abandonado el gobierno del Instituto.
Pero, por situarlo en la historia no le quita el profundo significado que Parmenia ha tenido en la vida de los Hermanos de nuestras generaciones.
Sin embargo, más allá de la rigurosidad de su trabajo, la exactitud del uso de las fuentes y los datos objetivos, su capacidad de contrastar las investigaciones en las que se basó (de las que da fe la prolija bibliografía), nunca es posible afirmar que una biografía, aunque crítica, sea la última palabra sobre un hombre y un momento histórico. Tal como dijera Étienne Le Goff en el prefacio a una reedición de la inmortal obra de Marc Bloch: «La “facultad para aprehender lo vivo […] es la principal calidad del historiador” y no se adquiere ni se ejerce sino “por un contacto permanente con el presente”. La historia del historiador comienza por hacerse “hacia atrás”».
En otras palabras, si La Salle ha tenido la capacidad de inspirar y apasionar a tantos lasallistas, Hermanos y seglares, hombres y mujeres, durante tres siglos y medio, seguramente otras generaciones harán otras biografías críticas que les podrán ayudar a entender su tiempo y un hombre de su tiempo que generó vida y dejó huella con capacidad de germinar de nuevo.