Curso de Derecho Constitucional. Tomo I

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TEMARIO DEL CAPÍTULO II:
Teoría del Sistema Político de David Easton
1. Nociones generales.
2. Flujos existentes en un sistema político.
3. Las respuestas del sistema político.
A) Elementos Reguladores.
A.1) Reguladores Naturales.
A.2) Distintas formas de expresar las demandas.
A.3) Restricciones culturales.
A.4) Reducción de cantidad y diversidad de las demandas.
B) Mecanismos que el sistema ofrece para paliar la falta de apoyo de la comunidad.
B.1) Modificar las estructuras y características del sistema.
B.2) Vincular a los miembros del sistema social-nacional con un apoyo difuso.
B.3) Mediante los repartos. Se requiere que sean eficientes.
4. Retroalimentación.
A) El proceso de conversión.
CUESTIONARIO DEL CAPÍTULO II:
Teoría del Sistema Político de David Easton
1. Señale, a grandes rasgos, la función del sistema político con respecto al sistema social-nacional.
2. ¿De qué manera los productos del sistema político son insumos para el sistema social-nacional?
3. ¿Cuándo estamos frente a un sistema político que no posee su tamaño ideal y qué posibles consecuencias acarrea esto?
4. Dé un concepto de:
a) Demanda.
b) Reparto.
c) Intercambios.
d) Sistema político.
5. ¿Qué son los mecanismos reguladores de la emisión de demandas? Refiérase brevemente a cada uno de ellos.
6. Explique el proceso de retroalimentación que existe entre los sistemas político y social-nacional.
7. ¿Por qué es importante que el sistema político cuente con apoyo, y qué mecanismos posee éste para obtenerlo?
III. Teoría de la Institución
1. CONCEPTO
La palabra “institución” deriva del latín institutio, que etimológicamente significa “fundamento” o “cimiento”. Designa todo lo que ha sido inventado por el hombre en oposición a lo natural.
Estas creaciones humanas apuntan a satisfacer necesidades sociales, a la conservación o perfeccionamiento del grupo. Las necesidades deben siempre regirse por valores éticos, por lo que una asociación ilícita no puede ser considerada institución. En atención a estas características, algunos autores han entendido las instituciones como “creaciones del obrar humano colectivo que, con carácter de permanencia, procuran satisfacer necesidades sociales básicas”32. Tal definición se basa en que toda sociedad está apoyada en una red complicada de instituciones, destinadas a darle estabilidad y continuidad, tales como: instituciones políticas, económicas, religiosas, culturales.
Las instituciones suponen una estructura interna, que a su vez contempla una organización técnica (normas) y material. Por otra parte, podemos distinguir un elemento intelectual o de representación colectiva, que debe guiar a la institución a un orden orientado a un fin determinado.
“Las sociedades están estructuradas, por lo que parecen más bien un edificio que un montón de piedras. Las instituciones, en el sentido estricto del término, son la arquitectura de estos edificios”33.
De lo antes expresado, podemos tener claro que los elementos básicos que otorgan un triple carácter al concepto de institución son:
A) Colectividad: caracterizada por profundos lazos de unión, que puede llegar a tener personalidad jurídica propia.
B) órganos: mediante los cuales actúa.
C) Normas: por las que se rige.
2. INSTITUCIONES JURÍDICAS E INSTITUCIONES POLÍTICAS
Para este estudio, nos interesa profundizar en las instituciones jurídicas. Estas organizaciones son aquéllas que están reguladas por normas jurídicas y que corresponden a la estabilización de normas jurídicas de convivencia. La ley contempla estas instituciones porque se han estabilizado en el tiempo. Una institución es jurídica cuando el Derecho la regula.
“Toda agrupación social, una vez que ha alcanzado una sistematización estable origina una institución; o sea un ente que se presenta en cada elemento, con carácter jurídico”34.
Aquellas instituciones que tienen por objeto el poder, su legitimación y su ejercicio serán las llamadas instituciones políticas. Por ejemplo, están las constituciones políticas, los partidos políticos, el Poder Judicial. Estas son las que permiten la interacción entre la realidad, las ideas contingentes y la necesidad de contar con una adecuada estabilidad en el sistema.
Para Maurice Hauriou, el Estado es la institución de las instituciones. Con relación a esta teoría, André Hauriou agrega: “el Estado es una agrupación de individuos dirigida por un gobierno central en nombre de una idea de fin, un poder organizado para la realización de la idea de fin que es la realización de un cierto orden social y político, del que serán beneficiarios los súbditos del estado. Este conjunto formado por una idea de fin, un poder organizado para la realización de una idea y un grupo de beneficiarios de dicho fin o proyecto, constituye esencialmente un organismo estructurado”35.
3. LA TEORÍA DE LA INSTITUCIÓN DE MAURICE HAURIOU
El Decano de la Facultad de Derecho de Toulouse, Maurice Hauriou, formuló en 1925 una teoría de la institución que mantiene plena vigencia en su estructura fundamental.
Esta teoría parte de la base de los tres elementos básicos de toda institución y destaca la relevancia del elemento intelectual en la elaboración de la institución.
Plantea que “el alma de la institución es la idea, la idea de la tarea a realizar”. A partir de esto, la define así: “la institución es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un medio social”36. Para él, en un sentido general, todo elemento de la sociedad cuya duración no dependa de la voluntad subjetiva de individuos determinados, es una institución. Esta definición negativa es amplia, aplicándose lo mismo a una regla de derecho consuetudinario que a una organización corporativa que comprenda una universalidad indeterminada de miembros. Son instituciones, tanto la Corona inglesa como el Estado francés o argentino, la familia o la propiedad, y hasta el héroe desconocido que reposa bajo el arco de triunfo en París”37.
Otra forma de interpretar la teoría de Hauriou, con relación a las instituciones sociales sería considerando que una institución social consiste esencialmente en una idea objetiva transformada en una obra social por un fundador, idea que recluta adhesiones en el medio social y sujeta así a su servicio voluntades subjetivas indefinidamente renovadas.
Se debe tener presente que “Hauriou aconseja emplear el método de la observación en el estudio del derecho constitucional, porque entendía que el fenómeno de la organización constitucional de los Estados es, en gran parte, natural y espontáneo. A su juicio, la observación debe ser histórica y comparativa a la vez. Solamente existen dos objetos de conocimiento para la historia: los acontecimientos, que son obra subjetiva de los hombres, y las instituciones sociales, que son el sedimento objetivo”38.
4. ELEMENTOS
A) una idea objetiva transformada en una obra social por el fundador
Siempre una idea nueva entra en la sociedad a través de una persona determinada, es decir, de una conciencia subjetiva, que descubre o elabora esa idea, dándole así existencia objetiva. Pero no siempre dicha persona es quien la pone en práctica, porque para esto se requieren medios de acción y una voluntad de los que quizás el creador no dispone. A quien lo hace se le llama fundador.
Durante este período la idea depende de voluntades subjetivas y sólo existe en la sociedad por medio de ellas. Es así como se han iniciado todas las grandes instituciones. Pero si la idea es verdaderamente objetiva, rápidamente va a atraer adhesiones. La verdadera idea objetiva se va a desprender rápido de su fundador y vivir su propia vida, para lo que va a necesitar del medio social.
B) El reclutamiento de adhesiones en número indeterminado en el medio social
Hay que aclarar que quienes se adhieren a la idea son personas individuales y por lo tanto toda adhesión es subjetiva, lo que encierra a la institución en una suma de conciencias individuales. Pero la idea debe ser capaz de superarlas por la verdad objetiva sobre la que reposa.
Sin embargo, una institución bien consolidada pareciera tener existencia en sí misma, esto se produce cuando ya no es posible sumar las conciencias individuales de quienes la conforman. A partir de este momento es cuando la institución se transforma en una cosa social objetiva y se separa de los individuos que la conforman. Así lo común en las instituciones es que “su duración no depende de la voluntad subjetiva de determinadas personas. Por más que ciertos individuos, algunos legisladores, por ejemplo, tratasen de destruir tal o cual institución, éstas vivirán y el propósito destructor resultaría impotente”39.
“La institución se caracteriza por su permanencia, de suerte que no pierde su identidad, al menos necesariamente, cuando mudan sus elementos (personas que la integran, patrimonio, medios, normas, destinatarios)”40.
C) La sujeción de las voluntades subjetivas al servicio de la idea institucional
La institución no sólo va a reclutar seguidores anónimos, sino también algunos que van a ser sus funcionarios, sus agentes dentro de los órganos que posea.
Este tipo de adherentes se diferencia del anterior porque recae en individuos determinados y en número relativamente pequeño, y en que no sólo subordinan a la institución la creencia, sino que también la voluntad. Sus voluntades van a ponerse al servicio de ella y le aseguran su funcionamiento material y jurídico.
Estos órganos van a actuar a nombre y en representación de ella y deberán mantener la vida de ésta. Ninguna institución puede actuar si no es por medio de estos órganos.
A partir de esta escuela, la institucional, encontramos un claro acento en las bases de lo que se ha llamado la “institucionalización del poder”, en directa relación con lo que se entiende por teoría del órgano. Efectivamente, la institucionalización del poder parte por la convicción de que el Estado como institución dotada de personalidad jurídica, no es capaz de actuar por sí misma, sino que debe hacerlo a través de órganos dentro de los cuales haya personas naturales (agentes). Sin embargo, dichos órganos no pueden ser considerados independientes de la institución a la que pertenecen, sino por el contrario, indefectiblemente vinculados con ella y regidos por las normas que la propia institución se ha dado.
Así, la idea de institucionalización se opone absolutamente a figuras personalistas del poder, a los caudillismos y, particularmente, al uso arbitrario de éste. El agente no actúa con absoluta libertad, sino que por el contrario, debe enmarcarse en sus facultades.
5. CRITERIOS DE INSTITUCIONALIZACIÓN POLÍTICA:
Las variables de Huntington
Se entiende por institucionalización el proceso por el cual adquieren valor y estabilidad las organizaciones y procedimientos:
“En una sociedad compleja, la comunidad política depende de la fuerza de sus organizaciones y procedimientos políticos. A su vez, esa fuerza está subordinada al alcance del apoyo con que cuentan unas y otros, y a su nivel de institucionalización. El alcance se refiere, simplemente, a la medida en que las organizaciones y procedimientos políticos engloban la actividad de la sociedad. Si sólo un pequeño grupo de clase alta pertenece a organizaciones políticas y actúa en términos de una serie de procedimientos, el alcance es limitado. En cambio, si un gran sector de la población está políticamente organizado y adopta los procedimientos correspondientes, el alcance es amplio. Las instituciones son pauta de conducta reiteradas, estables, apreciadas. El grado de institucionalización de las organizaciones y procedimientos es variable. Tanto la Universidad de Harvard como las nuevas escuelas secundarias suburbanas son organizaciones, pero Harvard es, desde luego, más institución que éstas. El sistema de antigüedad en el Congreso y las conferencias de prensa del presidente Johnson con periodistas seleccionados son dos procedimientos, pero la antigüedad estaba mucho más institucionalizada que los métodos de Johnson de tratar con la prensa.”41.
Para Huntington hay cuatro características que definen el nivel de institucionalización de cualquier sistema político: la adaptabilidad, la complejidad, la autonomía y la coherencia. Él las presenta en oposición a otras cuatro, entregando así los siguientes pares de variables:
A) Adaptabilidad-Rigidez
“Cuanto más adaptables y menos rígidos son la organización y los procedimientos, mayor es el nivel de institucionalización”.
Este aspecto contempla o se refiere a la renovación de sus dirigentes y de sus objetivos; la renovación de los dirigentes no implica sólo alternarse en el poder, sino que también ser capaz de proporcionar nuevos líderes y dirigentes que puedan acceder al poder de la institución logrando así la renovación de sus objetivos. Este segundo aspecto se refiere a que una institución que no es capaz de adaptar y renovar sus objetivos se agota junto con éstos.
B) Complejidad-Simplicidad
“Cuanto más compleja es una institución más elevado es su nivel institucional”.
La complejidad puede referirse a la división en unidades organizativas, una estructura jerárquica y funcional. Mientras mayor el número de éstas, más compleja es la institución y por ende más institución es, esto se debe a que tiene una mejor capacidad de organización, lo que ayuda a mantener la fidelidad de los integrantes.
Por otro lado si cuenta con varios objetivos, puede adaptarse más fácilmente a la pérdida de uno de ellos, que aquella que fijó uno solo.
También respecto de esta variable, hay que tener presente que un sistema cuya organización, administración y funcionamiento dependen de una persona es más inestable.
C) Autonomía-Subordinación
“Cuanto más autónoma es una institución, más institución es”.
La autonomía en las instituciones es medida por el grado en que sus propios intereses y valores se pueden diferenciar de otras instituciones o fuerzas sociales. Esto se refiere a que la institución no actúe en función de los intereses de determinados grupos sociales, políticos, económicos, religiosos que pretendieran utilizarla para obtener sus propios objetivos, llegando incluso a la corrupción de la institución.
D) Coherencia-Desunión
“Una organización está más o menos institucionalizada en proporción directa con su grado de unificación o coherencia”.
Para que una organización sea efectiva requiere por lo menos de un consenso sustancial en cuanto a los límites funcionales del grupo y acerca de los procedimientos para resolver las disputas que se susciten.
TEMARIO DEL CAPÍTULO III:
Teoría de la Institución
1. Concepto.
A) Colectividad.
B) Órganos
C) Normas
2. Instituciones Jurídicas e Instituciones Políticas.
3. La Teoría de la Institución de Maurice Hauriou.
4. Elementos.
A) Una idea objetiva transformada en una obra social por el fundador.
B) El reclutamiento de adhesiones en número indeterminado en el medio social.
C) La sujeción de las voluntades subjetivas al servicio de la idea institucional.
5. Criterios de Institucionalización Política: Las Variables de Huntington.
A) Adaptabilidad-Rigidez.
B) Complejidad-Simplicidad.
C) Autonomía-Subordinación.
D) Coherencia-Desunión.
CUESTIONARIO DEL CAPÍTULO III:
Teoría de la Institución
1. Nombre los elementos esenciales que deben estar presentes en toda institución.
2. Instituciones jurídicas e instituciones políticas. ¿Cuál supone un concepto más amplio y por qué?
3. Explique a qué se refería Hauriou con “idea objetiva” al definir institución.
4. ¿En qué consiste la institucionalización del poder?
5. Mencione brevemente los criterios de institucionalización de Huntington.
6. Relacione los conceptos de adaptabilidad y complejidad de las instituciones.
7. Si Ud. fuera legislador. ¿Regularía la autonomía de las instituciones y de qué manera?
IV. Teoría de la Sociedad
1. EL HOMBRE, UN SER ESPECIAL
El ser humano se ha considerado siempre una especie singular y ha quedado de manifiesto en distintos textos de sociología, como el de Kingsley Davis, que reconociendo la singularidad del género agrega como elemento significativo “la aguda conciencia del gran abismo que los separa del resto del reino animal, abismo que no tiene igual en ninguna otra parte del mundo sensible. No sólo han tenido conciencia de su singularidad, sino que, como hombres que son, trataron de explicarla”42.
Sin duda alguna que hay tres características bastante peculiares, que a nuestro modo de ver, son de gran importancia para entender la figura del ser humano como un individuo único, totalmente distinto del resto de las especies, capaz de vincularse con otros de una manera totalmente propia y posibilitado, precisamente, para formar la sociedad:
A) Mundanidad
El hombre, como ser pensante y racional, siempre ha tenido conciencia de su existencia. Y a la vez ha tenido conciencia de que existe en un mundo físico que lo rodea, diferente de su mundo interior, y en el cual interactúa. Y de esta interacción obtendrá la satisfacción de sus necesidades básicas (alimento, vivienda y abrigo), gran parte de su experiencia animal, la satisfacción de su curiosidad intuitiva, etc.
Pero además, al estar en este mundo físico, se dará cuenta de que no se encuentra solo. Y es aquí donde encontramos la otra característica que nos interesa.
B) Sociabilidad
El hombre, al interactuar con el medio que lo rodea, también lo hará con sus semejantes. “El hombre no existe, sino que coexiste; no vive sino que convive”43.
La convivencia implica que entre todos los elementos presentes en el mundo del ser humano, hay algunos con los que la persona tiene que tratar de un modo diferente, porque cuentan para él, para su vida, de manera especial.
Dentro de este grupo de elementos “especiales”, “trascendentes” para la persona, encontramos a los otros hombres con los cuales se relaciona y a los cuales, en cierto modo necesita; ahora, si bien es un aspecto importante de la sociabilidad humana, al tener conciencia de este otro “semejante a mí”, el hombre no sólo verá satisfechas sus necesidades sociales o de simple convivencia, sino que además verá satisfechas otro tipo de necesidades como lo son las psicológicas (por ejemplo el sentirse apoyado y protegido por sus semejantes), las emotivas (que lo llevarán a formar su grupo familiar), las afectivas (ejemplarizadas al asumir los individuos su papel de padres), las espirituales (relacionadas con la idea de divinidad y tabú, conceptos que serán explicados con posterioridad), etc.
Se nos presenta la sociedad no como algo artificial y voluntario de la naturaleza humana, sino más bien como un modo específico de vivir del hombre.
La vida en sociedad sirve como modo de adaptación al ambiente, confiere la fuerza del número y de la especialización a los individuos asociados, y de tal modo los ayuda en lo que atañe a la protección, la nutrición y la reproducción, que no sólo es beneficiosa para sus miembros, sino también para la especie.
Llegamos entonces a la idea de que el hombre es un ser social.
Aristóteles expresó que “el hombre es por naturaleza un animal social, el cual no puede prescindir del contacto con otros hombres, condición que de ser posible lo convierte en un bruto (animal) o en un dios, en síntesis, algo no humano”44.
Sobre el mismo punto, indica Juan Antonio Widow, que “no se ha tenido noticia de la existencia de ningún individuo humano que haya podido vivir totalmente privado de vínculos con otros hombres. Por esto, para entender qué es la sociedad humana y por qué existe, hay que partir de la evidencia, de la observación de la realidad”45.
El carácter de ser imprescindible el contacto humano se debe, básicamente, a que el hombre es el único ser vivo dotado de un elemento de la racionalidad: la palabra, elemento condicionante para que los hombres se acerquen los unos a los otros, ya que sólo aquí adquiere real significado. Se fundamenta así la teoría de la comunicación, que es una necesidad del ser humano y se traduce en que desde su nacimiento, el individuo requiere y tiene el derecho a comunicarse con otros, y a la vez, el derecho a recibir información de los demás.
Se convierte entonces el hombre en el “único animal capaz de comunicar nociones a sus semejantes”46.
C) Politicidad
Desde el punto de vista que el hombre es un ser social, se le considera político: “El hombre es un animal político, (zoon politikon)”, palabras que pertenecen a Aristóteles, confirman esta idea, la que luego fue seguida por el pensamiento tomista, el cual estimó que el orden que da Dios a lo creado es perfectamente reproducible en la tierra a través de las relaciones de mando y obediencia que han de darse entre gobernantes y gobernados.
Pero ¿por qué el hombre es por naturaleza político?, Por la sencilla razón de que le es necesario organizar su convivencia con los demás; sus relaciones con sus pares; las relaciones de poder que nacen de esta interacción.
El hombre, para poder mantenerse en sociedad, para interactuar con su prójimo precisa de la comunidad política. Se toma entonces la politicidad como la forma perfecta que tiene el hombre de darse una forma de organización en este mundo: “Lo Social se manifiesta en el grupo. Sin grupo no hay hechos sociales. El hombre vive necesariamente en grupos; en los grupos es de donde recibe esa forma de vida que constituye su comportamiento social, y el grupo es el lugar de esa forma de vida (lo social), en la cual somos algo más que un conjunto de individuos aislados o reunidos”47.
Sin embargo, el carácter político de la naturaleza humana no ha sido compartido por todos los filósofos y autores. En efecto, para la teoría pactista, la politicidad no es un producto de la naturaleza humana, sino el resultado de un pacto social al que los hombres llegan mediante una elaboración racional: Tanto Hobbes48, Rousseau y Locke49, si bien estiman conveniente la idea de proteger los derechos, de salvar el orden, de evitar la guerra a través de un pacto que los resguarde, suponen la existencia previa de un modo de vida no político, es decir, los hombres pueden prescindir de la organización política. Para ello, el hombre vive políticamente organizado en un Estado porque quiere, porque se le ha ocurrido. O en otros términos, la sociabilidad es susceptible de darse y de mantenerse sin estructura política, en un plano espontáneo desprovisto de organización estatal.
2. EVOLUCIÓN DE LAS RELACIONES SOCIALES
A) La Familia
Podríamos denominar a la familia “como el tipo de sociedad más primigenio y connatural del hombre”50. En un sentido lato, la familia designa al conjunto de personas que viven bajo un mismo techo, sometidas a la dirección y con los recursos del jefe de la casa.
Al hablar de familia es fácil imaginar un hombre y una mujer unidos por sentimientos mutuos. Probablemente nacerán de esta relación los hijos.
Aunque quizá resulte extraño para algunos, además de la fuerte carga emotiva que conlleva este tipo de relación, resulta también esencial la relación sexual que naturalmente se da en este tipo de relación social. Esto implica profundas semejanzas pero a la vez diferencias entre los seres a los que concierne. Y esto es de extraordinaria importancia, pues si las personas fueran exactamente iguales, sus relaciones serían quizá tan limitadas como la de las hormigas o de las abejas.



