España Verde. País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia

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Vieira
En estas regiones, territorios de paso de los peregrinos hacia Santiago, pero también zonas de gastronomía exquisita, la concha o vieira es un doble símbolo. La de color amarillo indica el recorrido del Camino. Y en la mesa, las vieiras son un plato que se prepara de muchas maneras, especialmente en Galicia. También las verá acuñadas en muchas joyas de azabache o de plata, o impresas en otros múltiples productos vendidos con este sello. No puede volver del viaje sin traerse una consigo. De la más trivial a la más cara... usted elige.
Pinceladas sobre la España Verde
Geografía

Geografía - La Rebeliada (La Robellada), Sierra del Cuera.
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La España Verde se extiende a lo largo del litoral del mar Cantábrico ocupando todo el norte y noroeste de la Península, y, en el caso de Galicia, también el sector más septentrional del Atlántico español. La cordillera Cantábrica la separa de Castilla y León, al sur, mientras que los montes Vascos enlazan la cordillera Cantábrica con las últimas estribaciones de los Pirineos. El sur de Galicia hace frontera con Portugal y el País Vasco limita, en su sector noroccidental, con la vecina Francia.
Estructura y relieve

Al noroeste, el litoral gallego está recortado por las rías, que conforman las desembocaduras, en forma de estuario, de los numerosos ríos. Al norte, las Rías Altas presentan costas escarpadas y abruptos acantilados, a veces suavizados por tramos de arena; en las Rías Medias el mar solo penetra un poco en los estuarios, mientras que en las Rías Bajas se inserta totalmente en ellos.

A caballo entre Asturias y Cantabria, a pocos kilómetros de la costa, los Picos de Europa son el macizo más alto de esta cadena, que se elevan hasta los 2648 metros en el pico Torre de Cerredo, en el límite septentrional de Castilla y León. Este macizo debe su nombre al hecho de que era la primera tierra visible para los marineros que cruzaban el Atlántico desde el oeste. Las gargantas talladas por los torrentes estructuran el conjunto montañoso en diversas sierras y dan lugar a impresionantes desfiladeros, como el de la Hermida, que separa Asturias de Cantabria.
Clima
A diferencia del resto de España, estas cuatro comunidades disfrutan de un clima oceánico húmedo, con inviernos suaves y veranos mucho más frescos que en otros sectores de la Península. Pero esta visión general estaría repleta de matices, no solo entre cada comunidad sino también dentro de ellas, debido esencialmente al volumen de precipitaciones que se registran y a la presencia o ausencia de montañas.
Así, en Galicia podemos distinguir tres áreas climáticas: las Rías Baixas, en el oeste, que gozan de un clima muy suave, pero donde los vientos del suroeste provocan importantes precipitaciones; las Rías Altas, al norte, que experimentan poca oscilación climática anual y gozan de más de dos mil horas de sol al año; y, por último, el interior. Esta última zona se caracteriza por los amplios contrastes de temperatura, especialmente en la zona montañosa de Manzaneda, con heladas invernales en Lugo y Ourense.
En Asturias, el clima es más oceánico, regularmente húmedo pero con inviernos muy suaves. Este también es el caso de la costa de Cantabria y del País Vasco. Las alturas de los Picos de Europa registran nevadas de octubre a marzo.
Hay diferencias muy significativas en las temperaturas entre Asturias y el interior de Galicia: la temperatura puede bajar hasta cinco grados el mismo día cuando se viaja de Oviedo a Santiago de Compostela. En esta ciudad, bastante ventosa, por la noche es siempre indispensable un jersey.
El resultado de todo este carácter climático es una región particularmente verde, con paisajes muy variados y una flora diversa y múltiple: la España Verde.
Medioambiente – ecología
Conscientes de la importancia de sus valores naturales, las cuatro comunidades que conforman la España Verde están muy sensibilizadas con el respeto al medio ambiente. Una fecha clave en esta toma de conciencia fue el desastre del Prestige, en noviembre de 2002. Encallado frente a las costas de la provincia de A Coruña, el petrolero vertió diez mil toneladas de fuel que fueron extendiéndose hacia la costa, por el Cantábrico y hasta la costa francesa. Fue el mayor desastre ecológico en la historia de España. El pleito contra las aseguradoras del Prestige comenzó finalmente en mayo de 2013, once años después del accidente. España reclamaba 2152 millones de euros de indemnización por daños y perjuicios.
La única consecuencia positiva de aquella tragedia es que el desastre contribuyó a la rápida concienciación de muchos habitantes de la región y, en un tiempo récord, dejó de verse ni una sola botella de plástico en las playas. Uno de los lugares más afectados, el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, recibió una atención especial por parte del departamento de medio ambiente del gobierno de la Xunta. Un departamento considerado durante mucho tiempo como secundario y que resultó ser de máxima importancia tras dos derrames de petróleo consecutivos en la zona.
La mayor atención que se presta actualmente al medio ambiente también ha contribuido al desarrollo del transporte alternativo, como lo demuestran los sistemas públicos de préstamo de bicicletas establecidos en ciudades como Gijón, Santander o, sobre todo, Vitoria. La capital vasca es el municipio europeo con una mayor superficie de espacios verdes: 42 m² por habitante. Gracias a su «Anillo Verde», la ONU la seleccionó como uno de los cien proyectos globales más efectivos en el Concurso Internacional de Buenas Prácticas, y la Unión Europea la nombró capital verde de Europa en 2012.
Pero no todo es tan positivo en la España Verde, que suele verse azotada por la plaga de los incendios en cuanto llegan los primeros rayos de sol. En 2019, en la España Verde se quemaron más de 30000 hectáreas de bosque, el 46% del total de los incendios que se produjeron en España. Los motivos son dispares y no todos se deben al cambio climático, pues la mano del hombre suele estar detrás de la mayoría de ellos: escasa limpieza de montes, urbanismo desaforado... Se corre el riego de que deje de llamarse Verde...
Espacios naturales protegidos
De los quince parques nacionales con que cuenta hoy España, solo dos se encuentran en esta región septentrional de la Península que hemos definido como la España Verde. Esto no significa, sin embargo, que no haya otros muchos espacios naturales de gran valor ecológico y paisajístico, conservados mediante diversas figuras de protección.
Parques nacionales
Los dos parque nacionales situados en la región que nos ocupa son el Parque Nacional de los Picos de Europa, a caballo entre Asturias y Cantabria, y el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, en Galicia.
Situado en el corazón de la cordillera Cantábrica, el Parque Nacional de los Picos de Europa es el primero que se creó en España, en 1918, y uno de los más visitados. Abarca esencialmente una área montañosa (algunos picos superan los 2400 metros), con algunos valles y las zonas lacustres de los lagos de Enol y La Ercina, de gran riqueza biológica. En conjunto, constituye un exponente excepcional de los ecosistemas ligados al bosque atlántico, y está poblado por rebecos, corzos, lobos, buitres leonados, águilas reales y, dependiendo de la época, por osos pardos.
El Parque Nacional de las Islas Atlánticas, que incluye los archipiélagos de loas islas Ons, Salvora, Cortegada y Cíes, abarca 7285 hectáreas de mar y 1195 hectáreas de tierra, situadas entre las rías de Arousa y de Vigo. Es el reino del cormorán, los crustáceos y las algas (doscientas especies catalogadas).
Otros espacios protegidos Aparte de estos dos parques nacionales, en cada comunidad autónoma hay numerosos y valiosísimos espacios protegidos de gestión autonómica, con diversas figuras de protección: monumentos naturales, parques regionales, parques naturales, reservas naturales... Esta es una relación de los parques naturales, los de mayor importancia en el rango de protección tras los parques nacionales:
Aparte de la muy conocida Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en el litoral, el País Vasco cuenta con nueve parques naturales, todos ellos en las zonas rurales y montañosas del interior:









Cantabria dispone de seis parques naturales, además de un amplio sector del Parque Nacional de los Picos de Europa:





En Asturias hay cinco parques naturales:




Asturias cuenta con 61 áreas protegidas de diferentes tipos (monumentos, reservas naturales, etc.); además de una zona marítima protegida: El Cachuco (la primera en esta categoría en España).
Si se siente tentado a seguir las huellas del oso pardo, puede recorrer una de las rutas propuestas, dividida en once etapas (incluyendo Teverga, Somiedo y Fuentes del Narcea) a través del sendero GR 203 (www.turismoasturias.es).
Galicia cuenta con seis parques naturales. Dos están situados en la provincia de A Coruña: Fragas do Eume (9126 hectáreas), que alberga uno de los bosques atlánticos más interesantes de Galicia (fresno, castaño, abedul, sauce, arce, avellano, laurel e incluso helechos del terciario a lo largo de los ríos), y Corrubedo y Lagunas de Carregal y Vixán, que abarca mil hectáreas de dunas, marismas costeras y lagunas.
En la provincia de Ourense encontraremos tres: Monte do Invernadeiro (5722 hectáreas), una de las zonas montañosas más características de Galicia, de transición entre el ámbito mediterráneo y el de la Europa continental; y Serra da Enciña de Lastra (3151 hectáreas), al este de la provincia, que alberga el mayor bosque mediterráneo de esta comunidad autónoma. Y finalmente el Parque Natural de la Baixa Limia-Serra do Xurés (20920 hectáreas), el mayor parque natural de Galicia, situado en el suroeste de la provincia y que se extiende hasta Portugal a través del Parque Nacional de Peneda-Gêres. Una gran parte de este parque se encuentra por encima de los mil metros sobre el nivel del mar (1556 metros en A Nevosa).
La provincia de Pontevedra cuenta con único un parque natural: Monte Aloia (746 hectáreas), que se eleva hasta una altura máxima de 631 metros y fue una de las primeras zonas de Galicia en ser declarada parque natural. Alberga notables restos arqueológicos, pero también ofrece fabulosas vistas panorámicas sobre el río Miño.
Además, Galicia ha protegido otros veinte espacios naturales y cuenta con una amplia zona clasificada por la Unesco como Reserva de la Biosfera (116000 hectáreas en total en las costas cantábrica y atlántica).
Los geodestinos son objeto de propuestas turísticas específicas. Son catorce espacios delimitados de una manera natural por su historia y sus singularidades, repartidos por toda la geografía gallega: Costa da Morte, Ribeiro, Deza-Tabeirós, Ancares, Rías Altas y Baixas... Si se siente tentado por estas rutas, consulte las opciones en la página web www.turismo.gal.
Flora y fauna

Flora y fauna - Olveiroa de las Rías Bajas.
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En estas regiones verdes y húmedas, la fauna y la flora varían según los ecosistemas locales, e incluyen numerosas especies endémicas protegidas. Los peces y los crustáceos abundan a lo largo de toda la costa, al igual que los cormoranes, las gaviotas y otras aves marinas. Nutrias, martines pescadores, salmones y truchas habitan en los ríos. Las montañas son el hogar del águila real, el rebeco cantábrico, los buitres, el urogallo, el oso pardo, el lobo o el ciervo, especies cuidadosamente protegidas por la ley.
En los bosques de la España Verde podrá encontrar una diversidad de árboles y plantas muy similar. En la costa hay esencialmente pinos, pero también eucaliptos en Galicia y Asturias. Y el roble, más presente en la zona cercana al Atlántico, es reemplazado por la haya tan pronto como el territorio comienza a elevarse. En el norte de Galicia se extienden algunos de los bosques atlánticos más interesantes (castaño, abedul, sauce), mientras que en el oeste se halla el mayor bosque mediterráneo de la comunidad.
En las montañas de la cordillera Cantábrica, a lo largo de toda la provincia de Asturias, se puede seguir el rastro del oso cantábrico. No es fácil de detectar, pero intentarlo asegura un buen paseo. Otra peculiaridad de estas regiones es la posibilidad de avistar aves: el buitre, el águila real, el alimoche o el halcón peregrino, este último en la zona de Asturias; pero también en la costa, donde hay muchos puntos de paso de aves migratorias. En las páginas web de las cuatro comunidades encontrará amplia información sobre rutas naturalistas para conocer la fauna y la flora de todo este territorio.
Historia
Dos personajes
La España Verde ha dado al país y al mundo personajes de gran interés a todos los niveles y en todos los ámbitos. Destacamos aquí dos de los políticos más decisivos en la etapa democrática iniciada en 1976, tras la muerte de Franco. Dos políticos totalmente opuestos, originarios de dos comunidades que se consideran primas, pero con importantes diferencias.
Manuel Fraga Iribarne
Nacido el 23 de noviembre de 1922 en Villalba (Galicia), desarrolló su carrera política en puestos clave desde la década de 1960 hasta mediados de la de 2000. Fue presidente de la Xunta de Galicia, cargo para el que sería reelegido tres veces, hasta que, tras haber ganado las elecciones 2005, no obtuvo la mayoría necesaria para formar gobierno.
En 1962, durante el franquismo, fue elegido Ministro de Información y Turismo, cargo que ocupó hasta 1969. Formó parte del primer gobierno de la transición y en 1978 fundó el partido Alianza Popular (después Partido Popular), que presidió hasta 1986. Sus críticos incidieron especialmente en sus métodos caciquiles, mientras que sus partidarios alababan sus actuaciones en beneficio del desarrollo económico de Galicia. De Fidel Castro, con quien tenía buenas relaciones (el presidente cubano era de origen gallego), diría que «es un símbolo de la independencia». Murió en Madrid en 2012 a la edad de 89 años, cuando todavía era senador.
Santiago Carrillo
Nacido en Gijón en 1915, fue una de las grandes figuras de la historia reciente de España, como líder del Partido Comunista entre 1960 a 1982 y como actor decisivo en el proceso de transición a la democracia. Tras sus primeros pasos como periodista, participó en la revolución de Asturias de octubre de 1934, fue encarcelado y posteriormente liberado por el Frente Popular en 1936. En aquellas fechas se uniría al Partido Comunista de España y fue enviado a la URSS para negociar la unificación de las Juventudes Socialistas y Comunistas, que dirigiría desde enero de 1937 hasta el final de la Guerra Civil. A partir de 1944 se encargó de la reorganización del PCE en España, con Dolores Ibárruri (La Pasionaria, originaria de Gallarta, Vizcaya) como Secretaria General del PCE en el exilio. Tras la legalización del Partido Comunista en 1977, fue uno de los primeros diputados comunistas en las Cortes, junto con Dolores Ibárruri y el poeta Rafael Alberti. En 1981, presente en las Cortes durante el intento de golpe militar del coronel Tejero, fue uno de los cinco diputados que permanecieron sentados en sus escaños. Excluido del Partido Comunista en 1985, fundó el Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista, PTE-UC, que fracasó en las elecciones generales de 1986 y acabó integrado en el PSOE, tras lo cual Santiago Carrillo abandonaría la vida política. También murió en Madrid en 2012.
Cronología

SAINT-JACQUES DE COMPOSTELLE - Las vieiras, símbolos de la peregrinación.
© Alamer – Iconotec












