Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030

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De hecho, “bajo el Presidente Vladimir Putin, Rusia lanzó el mayor despliegue militar en el Ártico desde la caída de la URSS, reforzando su flota de rompehielos de combustible nuclear, reabriendo bases militares soviéticas abandonadas y construyendo nuevas”34.
El rompehielos más nuevo de Rusia puede transportar misiles de cruceros, mientras que la costumbre es que estos buques solo deberían llevar armamento ligero en el mejor de los casos35. El propósito de estos barcos es mantener y desarrollar la Ruta del Mar del Norte como una alternativa más barata que dar la vuelta a la India y a través del Canal de Suez, viniendo del oeste, o del Canal de Panamá, viniendo desde el este. Esto es muy importante, ya que le da a Rusia el control sobre una importante ruta marítima que se está volviendo más accesible como resultado del cambio climático. El problema es referente a la superposición de reclamos, con los canadienses y los rusos disputando la mayor parte del Ártico.
Canadá ha invertido C$ 100 millones (USD$ 78,2 millones) para la construcción de una base naval en Nanisivik, en la isla de Baffin, que tiene como objetivo proporcionar una instalación de atraque para los activos navales. Además, hay una pequeña base militar ubicada en la isla de Ellesmere, Nunavut, en el extremo norte de Canadá. En 2007, con el propósito de mejorar el entrenamiento militar y el reconocimiento de la región, se estableció una base especial de entrenamiento en el Ártico en Resolute Bay, Nunavut. Y desde el 1 de julio de 2010, el gobierno exige que las embarcaciones extranjeras y nacionales de cierto tamaño se reporten a la Guardia Costera canadiense si viajan por las aguas árticas de Canadá.
El problema para Canadá es que simplemente no tiene los recursos para competir con Rusia. Bajo el gobierno de Stephen Harper, Canadá se comprometió a construir hasta ocho rompehielos pensados para patrullar la región. Más tarde, esto se redujo de seis a cuatro buques significativamente más pequeños y con una reducida capacidad para romper el hielo, llamada Clase Harry DeWolf. Canadá es superado tanto en clase de naves como en armas en el Ártico. Por lo tanto, su único recurso real es tratar de manejar la disputa a través del Consejo del Ártico.
El Consejo del Ártico es un foro intergubernamental establecido en 1996 que fue diseñado para gestionar las reclamaciones superpuestas. Los países miembro incluyen Canadá, Estados Unidos, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Rusia, Suecia e Islandia. El propósito del foro es coordinar acciones entre los Estados del Ártico con respecto a los temas del desarrollo sostenible, las comunidades indígenas árticas y la protección del medio ambiente. Sorprendentemente, el Consejo del Ártico ha trabajado extremadamente bien en la gestión de los reclamos por competencia. De hecho, Rusia y Canadá han podido llegar a acuerdos mutuamente favorables sobre el tema de la soberanía del Ártico36. Por lo tanto, por el momento, el statu quo es más que satisfactorio para el gobierno canadiense. Lo que sigue siendo un problema son los sobrevuelos rusos del Ártico, ya que sus bombarderos recuerdan la Guerra Fría. Sin embargo, este problema es manejado por separado por NORAD.
Terrorismo y América del Norte
NORAD monitorea y rastrea objetos en el espacio aéreo de Canadá y Estados Unidos. También tiene la tarea de prevenir ataques a norteamericanos por aviones, misiles o vehículos espaciales. El comandante de NORAD es elegido tanto por el Primer Ministro canadiense como por el Presidente de Estados Unidos y es responsable ante ambos. NORAD está ubicado en la Base Aérea Peterson en Colorado Springs, Colorado.
Los ataques del 11 de septiembre produjeron un cambio estructural en la organización de NORAD. Los ataques terroristas desembocaron en la incorporación de NORAD al Comando Norte de los Estados Unidos (NORTHCOM). La misión de NORTHCOM es disuadir, prevenir y enfrentar las amenazas dirigidas contra Estados Unidos, sus territorios e intereses dentro de su área de responsabilidad. Esto incluye el espacio aéreo, los activos terrestres y marítimos, así como en Estados Unidos continental, Alaska, Canadá, México y aguas que se extienden hasta 500 millas náuticas, como el Golfo de México. El papel de Canadá dentro de NORTHCOM es ayudar en la defensa del espacio aéreo, según lo estipulado en el NORAD. Es importante tener en cuenta que NORTHCOM no se considera una amenaza para la soberanía canadiense. De hecho, debido a que NORAD ahora es parte de NORTHCOM, la mayoría de los analistas están de acuerdo en que cualquier renegociación del tratado eventualmente resultará en una cooperación militar más estrecha entre ambos países no solo con respecto al espacio aéreo, sino también a la defensa costera y territorial. Según el sitio web del Departamento de Asuntos Exteriores de Canadá, “… el gobierno (canadiense) seguirá desarrollando la cooperación entre Canadá y Estados Unidos en otras áreas, involucrando a otros departamentos, incluida la cooperación en seguridad marítima (...) y con respecto a los asuntos fronterizos”.
Canadá y Estados Unidos también habían implementado el Programa de Equipo Integrado del Control de Fronteras (IBETS) en 23 puntos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Este programa binacional permite que cinco agencias de seguridad intercambien información y trabajen juntas diariamente con las autoridades locales, estatales y provinciales. Estas agencias cooperan en asuntos como la seguridad nacional, el crimen organizado y otros delitos cometidos a lo largo de la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Las agencias involucradas en el IBETS incluyen a la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), la Agencia Canadiense del Servicio Fronterizo (CBSA), la Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos y la Guardia Costera de los Estados Unidos.
Canadá prefirió una respuesta bilateral de dos vías de manejo fronterizo a un acercamiento trilateral, porque los problemas que Canadá y Estados Unidos enfrentan son solo el flujo eficiente de bienes legítimos y viajeros dentro del contexto de las mayores preocupaciones de seguridad de los Estados Unidos. Por otro lado, la frontera Estados Unidos-México es mucho más compleja, está caracterizada no solo por un alto nivel de comercio, sino también por la existencia de migración ilegal, tráfico de drogas y corrupción. La negociación de un mecanismo de seguridad trilateral requeriría mucho más tiempo y la introducción de un tercer actor —desde la perspectiva canadiense— retrasaría innecesariamente el proceso entero o posiblemente la detección por completo. Además, la tecnología Frontera Inteligente (Smart Border) ha estado disponible por un tiempo en la frontera Canadá-Estados Unidos, precediendo a los ataques terroristas por varios años. No es el mismo caso en la frontera mexicana-estadounidense.
De hecho, al momento de escribir este documento, Canadá todavía no tenía una agenda trilateral de seguridad para América del Norte. En lo que respecta a América del Norte, la agenda ahora se ve más hacia el Ártico y los casquetes de hielo que se derriten hacia el sur, hasta la frontera compartida con los Estados Unidos (aún menos con México).
Diferentes gobiernos canadienses reconocen que, a pesar de los altibajos que el país ha experimentado con los diferentes presidentes estadounidenses, el arduo trabajo de mantener la relación es realizado casi exclusivamente por funcionarios públicos. De hecho, es improbable que un cambio radical en la Casa Blanca afecte la relación bilateral de forma significativa. Es un proyecto que cambió durante la Segunda Guerra Mundial y que improbablemente pierda su impulso.
Rusia y la OTAN
La sorprendente buena relación de Canadá con Rusia sobre la soberanía ártica no se repite cuando se trata de Europa y la OTAN. Tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y debido a su participación continua en los levantamientos armados en el este de Ucrania, Canadá desplegó su Ejército y sus activos aéreos en Europa como parte de la operación Reassurance. En primer lugar, Canadá lidera la presencia de grupos de batalla en Letonia con 540 soldados37. El grupo de batalla está diseñado para defender a Letonia de cualquier posible intento ruso de fomentar el descontento civil en el país, como lo hizo en el caso de Ucrania. Canadá también ha desplegado una fragata en grupos de tareas navales de la OTAN. Además, Canadá ha empleado alrededor de 135 personas y cinco F-18 en la región38. Finalmente, existen rumores de que las fuerzas especiales JTF-2 de Canadá están ayudando al gobierno de Ucrania en sus esfuerzos por gestionar los levantamientos a lo largo de su frontera con Rusia39.
El gobierno canadiense considera el amedrentamiento que representa Rusia contra la OTAN como la amenaza de seguridad nacional más importante en la actualidad40. Los jefes de Estado Mayor canadienses usan abiertamente términos como la “Nueva Guerra Fría” o incluso una “Paz Caliente” en referencia a Rusia. En una entrevista con un ex jefe de Estado Mayor canadiense, quien desea permanecer en el anonimato, admitió que la guerra con Rusia ya ha comenzado; hay literalmente miles de ataques cibernéticos o “sondas” cibernéticas contra los sistemas de la OTAN41. Los rusos también están probablemente una década por delante de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en lo que respecta a la tecnología de misiles hipersónicos. La tensión en Europa entre la OTAN y Rusia es significativamente mayor y generalmente reportada. Además, se está produciendo una importante carrera armamentista en Europa. Sin embargo, la OTAN en su conjunto y Canadá en particular se enfrentan a un futuro incierto con respecto a la modernización de sus capacidades militares para poder afrontar eficazmente el desafío que plantea Rusia, principalmente por los miles de millones de dólares que ya se han gastado en la gestión de la pandemia. Es poco probable que la abrumadora mayoría de los países miembro alcance pronto la regla de gasto del 2% del PIB establecida por la OTAN. Este no es solo un tema político para satisfacer la retórica anti-OTAN del Presidente estadounidense Donald Trump, pues los expertos y funcionarios de defensa de la OTAN admiten que se debe aumentar el gasto.
Asia
Recientemente, Canadá mantuvo una relación cautelosamente cordial y constructiva con China. Participó y sigue haciéndolo en los ejercicios navales RIMPAC. Sin embargo, Canadá considera que China es un cliente potencialmente importante del petróleo canadiense y, por lo tanto, mantuvo relaciones relativamente buenas con ese país, a diferencia de sus aliados más importantes en la región.
Las relaciones entre Canadá y China comenzaron a deteriorarse hace aproximadamente dos años, luego de que el gobierno canadiense detuviera a un ejecutivo de Huawei buscado en los Estados Unidos, en cumplimiento de una orden de arresto estadounidense42. En respuesta, China detuvo a dos canadienses por cargos falsos. También impuso aranceles a otro número de productos canadienses, lo que agravó aún más el asunto. Por lo tanto, la relación bilateral cautelosamente cordial se ha convertido ahora en una disputa diplomática abierta y pública. Sin embargo, dado el hecho de que las Fuerzas Armadas Canadienses ya están sobrecargadas en otras áreas, es extremadamente improbable que esta disputa se intensifique más allá del ámbito diplomático, al menos en lo que respecta a Canadá. De hecho, la última vez que Canadá desplegó algún tipo de activos militares en la región fue durante la Guerra de Corea (1950-1953). El foco de la estrategia militar de Canadá en el Pacífico es la patrulla costera.
Desastres naturales
Las Fuerzas Armadas Canadienses han aumentado dramáticamente su participación en casos de desastres naturales. En los últimos dos años, por ejemplo, las Fuerzas Armadas han enviado personal a 10 despliegues nacionales de socorro en casos de desastre, los que van desde operaciones que involucran inundaciones o incendios forestales hasta ventiscas de invierno. En su operación más reciente, el personal médico de las fuerzas canadienses se desplegó en la provincia de Quebec para ayudar en el manejo de un brote masivo de covid-19 en casas de retiro. Se enviaron a cientos de militares para reemplazar a los empleados civiles de estas instituciones debido a su incapacidad para controlar la propagación del virus. Este último despliegue en caso de “desastre humanitario” duró más de dos meses y finalizó en julio de 2020, cuando las autoridades provinciales pudieron capacitar adecuadamente a sus propios trabajadores civiles en el uso de la gestión y atención correcta de los residentes y pacientes contagiosos de estas instituciones.
Por esto, no es de extrañar que cuando los canadienses piensan hoy en su Ejército lo vinculan a la ayuda que brinda en casos de desastres naturales. En una encuesta de opinión pública realizada en julio de 2018, la mayoría de los canadienses parecían vagamente conscientes de que tienen un Ejército y están confundidos o inseguros sobre lo que hace. Solo el 26% dice que tenía conocimiento de lo que habían estado haciendo los militares en el último año y menos de la mitad, el 42%, se describió a sí mismo como “algo familiarizado” con las Fuerzas Armadas. La encuesta encontró que el 90% de los encuestados cree que las tropas canadienses deberían estar prestando asistencia en casos de desastre, seguidos de cerca por el 85% que cree en la realización de misiones de paz43.
Rob Huebert, profesor de ciencia política en la Universidad de Calgary e investigador principal del Centro de Estudios Militares y Estratégicos, afirmó que es preocupante Canadá ya no pueda depender más de Estados Unidos para defender un mundo que se ha vuelto más inestable —algo que admitió el propio gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau—. Huebert explicó que los resultados de la encuesta muestran una falta fundamental de comprensión sobre el papel de los militares en el mundo, “y eso no es un buen augurio para el reclutamiento y para la sociedad en general”44.
Huebert continuó argumentando que el gobierno de Trudeau ha “desmilitarizado exitosamente a los militares”45, enfocándose en aspectos más “ligeros”, como el alivio de desastres y el mantenimiento de la paz, a pesar del hecho de que Canadá prácticamente no tiene fuerzas de paz desplegadas en ningún lugar del mundo en este momento. De hecho, “tenemos hombres y mujeres en peligro en Ucrania y Letonia, y si la situación explota, creo que habrá una gran cantidad de canadienses conmocionados, porque dirían: ‘pensé que nuestro Ejército estaba concentrado en el medio ambiente y el mantenimiento de la paz’”.
Stéphane Roussel, un especialista en defensa canadiense de la École Nationale d’Administration Publique (ENAP), predice que las Fuerzas Armadas Canadienses seguirán dos caminos distintos mirando hacia el futuro. El primero se centrará en su capacidad de combate en guerra, que será significativamente más pequeña en tamaño y se utilizará en el extranjero para apoyar las operaciones aliadas. Mientras que el segundo, más grande y público, se centrará en el desarrollo de capacidades de asistencia en casos de desastre y mantenimiento de la paz. El principal culpable de este cambio son las necesidades internas (como en el caso de la crisis de covid-19 en las residencias de ancianos de Quebec), así como las limitaciones presupuestarias. La forma en que esto afectará la capacidad de despliegue y combate de Canadá a largo plazo no está clara, pero lo que se argumenta con certeza es que esto tendrá un impacto en las relaciones de defensa del país con sus aliados.
América Latina
Los intereses político-económicos de Canadá en América Latina son escasos. Con excepción de algunas partes del Caribe, donde empresas canadienses tienen intereses mineros, y México, que forma parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos (T-MEC), Canadá ha tenido como política no involucrarse en asuntos de América Latina. Incluso en el caso de México, la voluntad canadiense de trabajar con el país ha sido casi inexistente en materia de defensa. En resumen, América Latina no es estratégicamente importante para los tomadores de decisiones canadienses.
Históricamente, Canadá ha seguido un enfoque de no involucrarse con América Latina en temas de seguridad, prefiriendo en cambio ver a la región como el “patio trasero” de Estados Unidos. Incluso durante la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos se encontraba apoyando en repetidas ocasiones a regímenes dictatoriales brutales, Canadá evitó involucrarse. Desde una perspectiva canadiense, enfrentarse con los Estados Unidos sobre estos asuntos no merecía el riesgo de dañar la relación. Para Canadá, nada estaba en juego: no había nada que ganar y nada que perder. Por lo tanto, América Latina permaneció como una de las regiones del mundo donde los intereses canadienses eran extremadamente limitados. La postura de defensa de Canadá vis-à-vis con América Latina continuará siguiendo el modelo actual, en donde existe esporádica y mínima participación en ejercicios navales conjuntos.
Comentarios finales
La política de seguridad y defensa canadiense se encuentra ante una encrucijada. Las amenazas a la seguridad nacional de Canadá están en constante crecimiento, como se ha demostrado con el resurgimiento de Rusia. Sin embargo, desde una perspectiva financiera, los retos probablemente seguirán aumentando en un futuro. La solución, por ahora, es concentrarse en la modernización y en las capacidades de combate de un número limitado de unidades. El resto de las Fuerzas Armadas Canadienses sufrirá una falta de equipamiento, así como de entrenamiento. Parece que las FAC han elegido una misión de tipo “gendarmería”, con un pequeño contingente de personal altamente entrenado y capaz para cualquier tipo de misión de combate en el mundo.
La manera en que los aliados de Canadá vean este cambio en su política de defensa es poco claro, aunque lo más probable es que sea negativa. Desde principios de la Guerra Fría, los tomadores de decisiones canadienses han estado orgullosos al referirse a Canadá como una potencia media con una política exterior activa y constructiva combinada con una capacidad militar mucho mayor de lo que uno esperaría de un país de su tamaño. Después de todo, durante el Día D, Canadá fue el único país no considerado como gran potencia al cual le fue asignada una de las playas para la invasión con una división entera apoyada por elementos navales canadienses (Juno Beach, 3.a División).
La capacidad militar siempre se ha relacionado con el poder de un país. La falta de compromiso con las Fuerzas Armadas del gobierno de Trudeau tiene consecuencias no deseadas y trascendentales. Es probable que Canadá descienda de su estatus hacia una potencia menor, similar a pequeños países europeos. Con fuerzas militares muy parecidas a una “gendarmería” relativamente bien equipada.
1 Patmore, Greg (2016). Worker Voice: Employee Representation in the Workplace in Australia, Canada, Germany, the UK and the US 1914-1939. Liverpool: Liverpool University Press. Recuperado el 19 de agosto de 2020, desde www.jstor.org/stable/j.ctt1gn6brb.13
2 Fue una serie de ofensivas masivas aliadas que pusieron fin a la Primera Guerra Mundial.
3 Chartrand, René (2000). Canadian Military Heritage. Montreal: Art Global.
4 Ibidem.
5 Bercuson, David J. y Granatstein, Jack L. (1992). Dictionary of Canadian Military History. Don Mills: Oxford University Press Canada.
6 Granatstein, Jask (2002). Canada’s Army: Waging War and Keeping the Peace. Toronto: University of Toronto Press.
7 Bercuson, David J. (1995). Maple Leaf Against the Axis: Canada’s Second World War. Stoddart.
8 Stacey, Charles P. (1948). The Canadian Army 1939–1945: An Official Historical Summary. Ottawa: King’s Printer.
9 Ibidem.
10 Milberry, Larry (1984). Sixty Years - The RCAF and CF Air Command 1924 - 1984. Toronto: Canav Books.
11 Ibidem.
12 Morton, Desmond (1999). A Military History of Canada. Toronto: M&S.
13 Ibidem.
14 Granatstein, Jack (2002). Canada’s Army: Waging War and Keeping the Peace. Toronto: University of Toronto Press.
15 Granatstein, Jack (2004). Battle lines: Eyewitness Accounts from Canada’s Military History.
16 Ibidem.
17 CNN. “Obama Afghanistan strategy: More troops in quickly”. Recuperado el 17 de noviembre de 2020 desde: https://edition.cnn.com/2009/POLITICS/12/01/obama.afghanistan/index.html
18 Granatstein, Jack (2004). Battle lines: Eyewitness Accounts from Canada’s Military History.
19 Ibidem.
20 Millberry, Larry (1984). Sixty Years - The RCAF and CF Air Command 1924 - 1984. Toronto: Canav Books.
21 (2020). Canadian Security Department. 25 de 06. https://www.canada.ca/en/services/defence/caf.html.
22 Ibidem.
23 (2020). Canada Security Department. 06 de 07. https://www.canada.ca/en/services/defence/caf/equipment.html.
24 Ibidem.
25 (2020). Canada Security Department. 06 de 07. https://www.canada.ca/en/services/defence/caf/equipment.html.
26 Ibidem.
27 Kafanov, Lucy (2017). NBC News. 2017 de 04. https://www.nbcnews.com/news/world/russia-s-military-buildup-arctic-has-u-s-watching-closely-n753041.
28 (2018). El Radar. 27 de 03. https://www.elradar.es/canada-volara-los-aviones-hornet-f-18-50-anos/.
29 Ibidem.
30 (2019). Galaxia Militar Información de Defensa y Actualidad Militar. 9 de 01. http://galaxiamilitar.es/canada-podria-volar-este-verano-los-cazas-hornet-f-18-usados-de-australia/.
31 (2007). BBC Mundo. 10 de 08. http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_6938000/6938951.stm.
32 Roach, John. (2013). Contributing Writer, NBC News. 04 de 03. https://www.nbcnews.com/news/all/global-warming-open-crazy-shipping-routes-across-arctic-flna1C8678881.
33 Ibidem.
34 Kafanov, Lucy. (2017). NBC News. 2017 de 04. https://www.nbcnews.com/news/world/russia-s-military-buildup-arctic-has-u-s-watching-closely-n753041.
35 Ames, Paul. (2015). GlobalPost. 18 de 10. https://www.pri.org/stories/2015-10-18/russias-military-muscling-arctic-where-melting-ice-freeing-resources.
36 (2010). NBC News. 18 de 10. http://www.nbcnews.com/id/39721725/ns/us_news-environment/t/us-russia-cold-war-over-warming-arctic/.
37 (2011). NBC News. 13 de 02. http://www.nbcnews.com/id/41560860/ns/world_news-south_and_central_asia/t/nato-trainers-still-needed-afghanistan/#.XzR-Ki3mFlA.
38 (2014). NBC News. 06 de 08. https://www.nbcnews.com/storyline/ukraine-crisis/nato-says-russia-has-20-000-troops-ukraines-border-n173781.
39 Ibidem.
40 (2015). NBC News. 04 de 03. https://www.nbcnews.com/news/world/could-joint-european-army-protect-nato-russia-isis-n322841.
41 Ibidem.
42 Murphy, Jessica. (2018). BBC News. 21 de 12. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46640012.
43 Brewster, Murray. (2018). CBC News. 20 de 07. Último acceso: 2020. https://www.cbc.ca/news/politics/dnd-canadians-military-poll-1.4754083.
44 Ibidem.
45 Ibidem.
La agenda de defensa de Estados Unidos para la próxima década: El papel de la fuerza militar
Craig A. Deare

Introducción
El papel de la fuerza militar es un tema relevante dadas las realidades que vivimos en el hemisferio occidental. Si bien es cierto que en cada década se hacen estudios sobre los riesgos existentes en la región, la diferencia ahora es que el hemisferio no ha experimentado el impacto de una transición al nivel sistémico semejante desde los años 40 del siglo pasado.
Durante la década de 1940, el mundo sufrió el peor conflicto militar a nivel global de la historia, con más de 75 millones de muertos entre militares y civiles, la mayoría en la Unión Soviética y China. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el sistema internacional generó un balance bipolar entre Occidente (liderado por los Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte) y la URSS junto a sus aliados del Pacto de Varsovia. A lo largo de 45 años, el mundo vivió la Guerra Fría entre estos actores, y los demás países del hemisferio occidental se adaptaron a esta situación. Cuando cae el Muro de Berlín, en noviembre de 1989, el sistema internacional comienza una transición de ese mundo bipolar hacia un nuevo equilibrio. Con la desintegración de la URSS y antes de la regeneración1 de China, se experimentaron años en los que los Estados Unidos no tuvo un rival a su nivel, lo que Charles Krauthammer llamó el “momento unipolar”. Krauthammer reconoció que la multipolaridad llegaría, eventualmente, más rápido de lo que él mismo imaginó. Pero en 1990 afirmaba que “todavía no estamos allí (...), este es el momento unipolar”2. Política, ideológica y económicamente, Estados Unidos no tenía igual, y la derrota relativamente rápida de las fuerzas de Saddam Hussein en Irak, en 1991, demostró la capacidad convencional estadounidense de desplegarse a distancia y abrumar al cuarto Ejército más grande del mundo en poco tiempo. Pero ese momento ya pasó.