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L-TEANINA: EL EFECTO RELAJANTE DEL TÉ
Existe un aminoácido de propiedades únicas que se encuentra casi exclusivamente en el té, la L-teanina. De estructura similar a los aminoácidos esenciales glutamina y glutamato, la L-teanina atraviesa la barrera hematoencefálica y produce efectos psicoactivos positivos cuando bebemos té. La L-teanina juega un papel esencial como modulador del efecto de la cafeína del té, haciendo que sea estimulante pero a la vez calmante. Por el contrario, la cafeína del café carece de la presencia equilibrante de la L-teanina y, por lo tanto, produce un estímulo con subidas y bajadas abruptas que incrementa la ansiedad.
La L-teanina actúa estimulando las ondas cerebrales alfa, calmando la mente de manera similar a como lo hace la meditación, al mismo tiempo que aumenta la producción de dopamina y serotonina en el cuerpo. Este surtido de buenas vibraciones mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje en un estado de relajación. Hay estudios que muestran que cuando se toman juntas, la L-teanina y la cafeína también mejoran la capacidad cognitiva y el estado de ánimo, motivo por el cual mucha gente elige tomar té y kombucha para enfocar su energía.
Plantas recomendadas para las mezclas
Aunque la kombucha funciona mejor en una solución hecha solo con té y azúcar, animamos a los aficionados avanzados a experimentar utilizando otras plantas para maximizar los beneficios potenciales para la salud que otorgan las plantas predigeridas a través de la fermentación. Básicamente, la kombucha actúa como un disolvente, es decir, intercambia moléculas con los elementos saludables, descomponiéndolas hasta que están en una forma más biodisponible.
Antes de probar este tipo de experimentos, espera a tener una reserva de cultivos SCOBY de repuesto en un hotel de SCOBY (véase la p. 40), de manera que si el SCOBY no prospera o le sale moho, no sea una gran pérdida. Algunas infusiones de plantas aromáticas con altos niveles de aceites volátiles actúan como bactericidas y retrasan el crecimiento del cultivo. Si el SCOBY de una tanda experimental muestra un crecimiento activo, entonces puedes probar a incorporar esa mezcla en tus fermentaciones principales de manera habitual.
Las siguientes plantas y especias contienen algunos elementos que nutren la kombucha, pero la composición exacta y las concentraciones variarán en función de la variedad o incluso del origen, así que nadie puede decir con seguridad cómo van a funcionar en cada tanda (véase el epígrafe «Cafeína y kombucha», p. 59, para obtener instrucciones sobre cómo utilizar estas plantas para disminuir el contenido de cafeína de la kombucha).
CANELA
Es innegable que el sabor de una kombucha de canela bien hecha (véase la p. 151) es suave y ligeramente especiado. Es probable que la adición de unos trocitos de canela en rama o en polvo disminuya la producción de ácido acético, produciendo un sabor más suave, pero el crecimiento del SCOBY y la carbonatación son por lo general robustos, indicando que el cultivo de kombucha sigue estando sano.
JENGIBRE
Todos los rizomas funcionan bien en la kombucha, pero el jengibre parece ser un compañero especialmente adecuado. Aunque un purista nunca lo haría, añadir una pequeña cantidad de jengibre fresco (entre un 5 y un 10 por ciento como máximo de la mezcla de té) durante la primera fermentación confie e a la kombucha un sabor y complejidad únicos.
HIBISCO
Muchos kombucheros utilizan hibisco en la primera fermentación, lo que confie e a la bebida un amargor agradable. Utiliza como máximo un 20 por ciento de hibisco en tu mezcla de té para no afectar negativamente la salud de tu cultivo. Como incentivo visual añadido, el hibisco tiñe el SCOBY con un bonito color rosado.
ROOIBOS Y HONEYBUSH
El rooibos (que significa ‘arbusto rojo’ en afrikáans y se pronuncia «roibos») es una infusión sin cafeína, ligeramente dulce y rica en fl vonoides. Popular durante generaciones en el sur de África, de donde proviene, es una leguminosa que se madura utilizando un proceso parecido al del té y produce una infusión dulce que tiene multitud de nombres, incluyendo rooibos, redbush o té rojo. Se le atribuyen propiedades calmantes para los cólicos de los bebés y alivia afecciones de la piel cuando se aplica tópicamente. El honeybush es un primo hermano del rooibos, con un sabor parecido, pero más dulce.

YERBA MATE
La Ilex paraguariensis es una especie perteneciente al género de los acebos, nativa de la Sudamérica tropical. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Illinois ubicada en Urbana-Champaign, la infusión de yerba mate contiene altos niveles de polifenoles y otros antioxidantes, tiene propiedades antinflama orias y reduce el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad). Véase el estudio citado en la p. 394.
El mate tiene tanta cafeína como el café, pero su perfil nutricional compensa el típico sube y baja de este. Por el contrario, la energía que proporciona se suele describir como enfocada, sin causar nerviosismo.
PLANTAS DE LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA Y AYURVÉDICAS
Estas plantas suelen ser opciones excelentes para incorporar en la mezcla junto con cualquier otro tipo de té, añadiendo beneficios adicionales a la kombucha. Algunos buenos ejemplos son la angélica, la ashwagandha (Withania somnifera), el ginkgo, el ginseng, la centella asiática (Gotu kola) y la cúrcuma, por nombrar solo unos cuantos (véase «Ideas para dar sabor a la kombucha: medicinales», p. 236).
Por supuesto, mantén siempre un hotel de SCOBY activo mientras experimentes con estas (u otras) hierbas o especias nuevas, por si tuvieras algún problema y necesitaras descartar tu cultivo.
Mezclas para tandas experimentales
Cuando hacemos kombucha, la consideración más importante a la hora de mezclar tés o infusiones de plantas es la de evitar aceites esenciales o sabores artificiales que, aunque produzcan una bebida deliciosa, podrían dañar a las bacterias y por lo tanto al cultivo. Casi cualquier tipo de té o hierba, incluso zumo de fruta (véase «Saborizar la kombucha en la fermentación primaria», p. 152), puede utilizarse como sustrato para la kombucha, pero el éxito y la reproducibilidad variarán en el caso de los experimentos más atrevidos.
Es la parte más divertida: dejar que tu imaginación vuele e intentar algo nuevo; eso sí, obviamente utilizando un SCOBY de repuesto. Si la kombucha tiene un aspecto o un olor extraño, podría ser más seguro descartarla para evitar el riesgo de una reacción adversa. ¡Confía en tu instinto!
Azúcar
Los seres humanos han cultivado y consumido azúcar durante más de cinco mil años, pero solo recientemente hemos podido sobrepasarnos en su consumo, debido a que disponemos de él sin restricciones. El consumo excesivo de jarabe de maíz alto en fructosa, otros azúcares procesados y sustitutos químicos han intensificado la reciente plaga de problemas de salud que afli en a nuestra sociedad: diabetes, cáncer, candidiasis, inflamación y artritis, entre otros.
TEMPERATURAS DEL AGUA Y TIEMPOS DE REPOSO PARA DISTINTOS TIPOS DE TÉ
Tés más adecuados para hacer kombucha
VARIEDADES DE TÉ NEGRO
Variedad Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) Assam 93 °C (200 °F) 4-6 Ceilán 100 °C (212 °F) 3-5 Darjeeling 93 °C (200 °F) 3-5 Golden Monkey 93 °C (200 °F) 2-3 Keemun 90 °C (195 °F) 3 Yunnan 90 °C (195 °F) 2MEZCLAS DE TÉ NEGRO
Variedad Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) English Breakfast 100 °C (212 °F) 4-5 Irish Breakfast 100 °C (212 °F) 4-5VARIEDADES DE TÉ VERDE
Variedad Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) Bancha 82 °C (180 °F) 2-3 Long Jing o Dragon Well 85 °C (185 °F) 3-4 Gunpowder 66–71 °C (150–160 °F) 2-4 Sencha 77 °C (170 °F) 3-4VARIEDADES DE TÉ BLANCO
Variedad Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) Yin Zhen o Silver Needle 82 °C (180 °F) 3-5 Pai Mu Tan o White Peony 82 °C (180 °F) 4-6OOLONG
Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) 88 °C (190 °F) 5-8PU-ERH
Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) 100 °C (212 °F) 4-6Tés e infusiones de plantas para mezclar
Variedad Temperatura del agua Tiempo de reposo (minutos) Canela Hervido suave 15-20 Earl Grey 93 °C (200 °F) 4-6 Jengibre 100 °C (212 °F) 4-6 Hibisco 100 °C (212 °F) 4-6 Rooibos y honeybush 100 °C (212 °F) 4-6 Yerba mate 77 °C (170 °F) 3-5La realidad es que el azúcar es un nutriente vital y prácticamente todos los organismos de este planeta necesitan cierta cantidad para sobrevivir. Nuestro propio ADN se sostiene sobre una estructura de soporte formada por azúcares y fosfatos (el azúcar se denomina «desoxirribosa»). Cuando se consume de forma equilibrada, el azúcar proporciona a las células la energía que necesitan para llevar a cabo sus funciones vitales. En el caso de la kombucha, el azúcar proporciona nutrición para las levaduras y las bacterias, así como la base necesaria para una formación saludable de ácidos. Sin azúcar, no hay kombucha. Escatimar en él normalmente termina produciendo una bebida floja que con el tiempo deja de replicarse.
Muchas personas están preocupadas por su ingesta de azúcar, con frecuencia por buenas razones, sobre todo considerando las cantidades innecesarias que se añaden en toda nuestra cadena alimentaria. Sin embargo, como casi todo en la vida, en la moderación está la virtud. Obtenemos un gran placer, e incluso algunos beneficios para la salud, cuando comemos una pieza de fruta fresca, un helado casero o unas cremosas natillas en lugar de las chucherías industriales saturadas de azúcar. Y una o dos pizcas de azúcar potencian el sabor de muchos alimentos salados.
Con la kombucha la clave está en el equilibrio, ya que la cantidad correcta de azúcar fermentado residual suaviza el áspero sabor de los ácidos, creando una combinación agradable. Toma un pequeño sorbo del té azucarado antes de fermentarlo para comprobar el cambio. El empalagoso sabor dulce resulta abrumador. ¿Cómo puede convertirse una mezcla así en algo delicioso? Una hermosa alquimia tiene lugar a medida que la fermentación descompone la sacarosa en fructosa y glucosa, que alimentan a las levaduras que a su vez alimentan a las bacterias que nos alimentan a nosotros.
Aunque resulte obvio por el sabor que el proceso de fermentación reduce los azúcares en la kombucha, los instrumentos de medición tradicionales que se utilizan en bebidas fermentadas, como densímetros y refractómetros, producen estimaciones del contenido de azúcar erróneamente altas. Esto es debido a complejas razones que se relacionan con la presencia de ácidos que alteran las lecturas, con la naturaleza simbiótica del fermentado y con las propiedades de otros sólidos disueltos en la kombucha. Para obtener una estimación aproximada de la cantidad real de azúcar que queda, las investigaciones parecen indicar que las lecturas de estos medidores deberían rebajarse a la mitad (véase «Herramientas y protocolos de análisis», p. 188).
Remanente de azúcar en la kombucha
Existen distintos tipos de azúcar. La fructosa se encuentra de manera natural en las frutas y las verduras. La glucosa, también conocida como «dextrosa», es la fuente de energía más común en el mundo biológico. Gran parte del azúcar que permanece en la kombucha después de la fermentación ha pasado de ser azúcar de mesa (sacarosa, un disacárido) a transformarse en fructosa y glucosa (monosacáridos), que tienen un impacto glicémico menor en el cuerpo. En la kombucha, las bacterias transforman la glucosa en ácidos saludables como el ácido glucónico o el glucurónico (más información sobre ácidos saludables en el apéndice 1, p. 386). Las enzimas continúan descomponiendo los azúcares durante el proceso de fermentación, lo que implica una cantidad aún menor en la bebida final.
Los muchos nombres del te de kombucha
ARMENIO Teyi saki vino de té
ÁRABE Al-nabtah la planta
ALEMÁN Reimentangtee té de alga kelp Russische Tee-essig vinagre de té ruso Teemost mosto/sidra de té Tee Kwass kvass de té Zaubersaft zumo mágico Zaubertrank poción mágica
HOLANDÉS Komboecha drank bebida de kombucha Komboecha thee té de kombucha Theebier cerveza de kombucha
FRANCÉS Elixir de longue vie elixir de la longevidad Thé kombucha té de kombucha
RUSO Caj kvas kvass de té
TURCO Kombuçay kombucha
CHECO Čajová houba kombucha té del hongo de kombucha Čajová japonská houba té del hongo japonés
RUMANO Ceaiul kwas kvass de kombucha
ALEMÁN Algentee té de algas Combuchagetrink bebida de kombucha Japanische Combucha Kombucha japonesa Kargasoktee té de Kargasok Kombuchawein vino de kombucha Medusentee té de medusa
INGLÉS Booch bucha Buch bucha Fungus tea té de hongo Kombucha tea té de kombucha Manchurian elixir/tea elixir/té de Manchuria Medusa tea té de medusa Mushroom tea té de champiñón Tea beer/cider/wine cerveza/sidra/vino de té
ORIGEN DESCONOCIDO Kongo Spumonto T’chai del mar Te-aramoana Titania Tschambucco Tsche de kombu Yaponge
Varios estudios llevados a cabo desde el año 2000 muestran que la reducción del contenido de azúcar en la kombucha depende del tiempo, la temperatura, la cantidad de líquido iniciador utilizado y probablemente muchos otros factores que los investigadores no tuvieron en cuenta. Aunque los estudios utilizaron varias recetas y técnicas, mostraron que la reducción del contenido de azúcar es modesta al principio, para acelerarse entre el tercer y el octavo día, cuando la mayor parte del azúcar ya ha sido descompuesto y está esperando a ser utilizado de manera más gradual. La reducción en azúcar osciló entre el 50 y el 70 por ciento entre los días 7 y 14, y llegó hasta el 80 por ciento tras 30 días (véanse los estudios citados en la p. 394).
Utilizando nuestra receta de un vaso de azúcar por cada cuatro litros de agua, es decir, 200 gramos de azúcar, obtenemos 12,5 gramos de azúcar por cada vaso de té azucarado de 240 ml. Para un fermentado promedio, esto deja entre 4 y 6 gramos de azúcar por cada vaso de kombucha, y podría llegar a tan solo 2,5 gramos por cada vaso para una fermentación más larga, dependiendo de las condiciones. Sin embargo, cuando decimos «azúcar» nos estamos refiriendo a todos los azúcares residuales, incluyendo la sacarosa, pero también la glucosa y la fructosa, que como ya mencionamos antes no tienen el mismo impacto glicémico en el cuerpo.

La caña de azúcar se cultivó por primera vez hace aproximadamente diez mil años en Asia. La caña se mascaba para extraer el jugo y utilizarlo en comidas y bebidas. Hace aproximadamente dos mil años, en la India, se empezó a procesar el jugo de caña para cristalizarlo, y desde entonces el azúcar se ha convertido en un alimento cotidiano en todo el mundo.
Todo esto para decir: relájate y disfruta de la kombucha. ¡Deja que tus papilas gustativas te guíen hasta el equilibrio entre dulce y ácido que te va mejor!
Los mejores tipos de azúcar
El azúcar de caña es el combustible más común utilizado para preparar kombucha. Diferentes métodos para procesar la caña dan lugar a una variedad de productos diferentes, los más familiares son el azúcar blanco de mesa y los cristales de jugo de caña evaporado. Si te estás preguntando si puedes combinar distintos tipos de azúcar en una misma tanda de kombucha, la respuesta es: ¡desde luego que sí! Igual que con las mezclas de tés, las mezclas de azúcares aportan sabor y profundidad a tu bebida, así que diviértete experimentando.
A continuación entramos en los detalles del azúcar de caña y otros tipos de azúcar aptos para usar en la kombucha.
JUGO DE CAÑA EVAPORADO
Esta es la mejor opción para preparar la kombucha más deliciosa. También conocido como azúcar integral, está lo suficietemente procesado como para que los microorganismos de la kombucha puedan consumirlo fácilmente, pero retiene sus vitaminas y minerales naturales, como el calcio, el magnesio, el potasio y el hierro, que son saludables para nosotros. El jugo de caña evaporado proporciona el mejor equilibrio entre nuestras necesidades y las necesidades del SCOBY. Utiliza azúcar ecológico siempre que puedas, para limitar las toxinas y evitar los OGM*.
AZÚCAR BLANCO
La opción clásica para hacer kombucha, el azúcar de mesa ordinario, acelera la fermentación ya que las levaduras pueden descomponer rápidamente este combustible altamente refinado Pero ¿cómo se consigue que el azúcar se vuelva tan blanco? Algunas personas se preocupan por las sustancias químicas tóxicas utilizadas en el proceso de refinado lo que añade otra razón para elegir jugo de caña evaporado. Si te decides por el azúcar blanco, busca en el paquete las palabras «azúcar de caña» para evitar productos que hayan sido derivados de remolacha azucarera genéticamente modificada
OTROS AZÚCARES DE CAÑA
Algunas otras formas de azúcar de caña menos refinadas incluyen el azúcar moreno, el turbinado, el demerara, el Sucanat**, el piloncillo y el mascabado. Cada una produce una bebida ligeramente diferente. Con estos azúcares, el SCOBY y la bebida final pueden volverse de color más oscuro y adquirir sabores más profundos. El contenido mineral extra de los azúcares menos refinados podría amargar la bebida o provocar problemas de sabor. La mayoría de los aficionados a hacer kombucha que intentan utilizar estos azúcares terminan volviendo a utilizar jugo de caña cristalizado o azúcar blanco al cabo de un tiempo.
MIEL PASTEURIZADA
Se puede hacer una kombucha maravillosa utilizando miel, que tendrá el toque de sabor de las flo es que hayan elegido las abejas. Normalmente, alrededor de un ochenta por ciento del contenido de azúcar de la miel está en forma de los monosacáridos fructosa y glucosa, lo que significa que ya está dividido y listo para que lo consuman las levaduras. Esto resulta en un ciclo de fermentación más corto y en una bebida que se puede volver demasiado ácida con facilidad una vez embotellada, a no ser que se refrigere inmediatamente. Utiliza 7/8 de taza de miel por cada taza de azúcar.
Atención: ¡no utilices miel cruda! La miel cruda contiene bacterias nativas que competirán con los microorganismos de la kombucha, y la combinación puede producir un brebaje nauseabundo. Utiliza exclusivamente miel pasteurizada en este caso.
SIROPE DE ARCE